viernes, 30 de septiembre de 2011

La resonancia Schumann y su influencia sobre La Tierra

Desde hace tiempo, algunas personas me han estado comentando que sufren terribles dolores de cabeza y notan cambios en la consciencia de algunos individuos, éstos perciben fenómenos o sensaciones que antes no percibían. También es interesante destacar que en zonas, principalmente urbanas, donde abunda la contaminación, producida por ondas electromagnéticas procedente de redes inalámbricas, de antenas de telefonía móvil, de TV, etc, se dan muchos casos de insomnio, ansiedad, depresión, etc. Leyendo un artículo reparé en un párrafo que hablaba de la influencia de la llamada resonancia de Schumann, en los seres vivos de la Tierra y esa puede ser la respuesta  a las sensaciones físicas o de otro tipo que padecen muchas personas en la actualidad.


Aunque el científico serbio-estadounidense Nikola Tesla fue el primero en observar este fenómeno, tomando nota de él, para el desarrollo de nuevas tecnologías que permitiesen la transmisión de energía en forma de ondas electromagnéticas y comunicaciones inalámbricas. aprovechando su estructura física de guía de onda y explotando la cavidad resonante para  ondas electromagnéticas en ubicadas en la banda ELF. La cavidad es excitada de forma natural por los relámpagos, y también, dado que su séptimo sobretono se ubica aproximadamente según algunas fuentes en 45Hz (en la Wikipedia figura 60 Hz). Las ondas electromagnéticas influyen sobre las redes de transmisión eléctrica en los territorios donde se emplea corriente alterna de esa frecuencia.


en 1952, el físico alemán Winfried Otto Schumman descubrió que la Tierra está rodeada por un campo electromagnético poderoso, que genera ondas electromagnéticas con una frecuencia casi constante pero con picos, en zona  ubicada entre la superficie terrestre y  la capa ionosfera, siendo la atmósfera un conductor débil. Siendo la frecuencia más baja, y al mismo tiempo la intensidad más alta, de la resonancia de Schumann se sitúa en aproximadamente 7,83 Hz. Esta  Resonancia Schumann, o RS o también denominada frecuencia base o "latido" de la Tierra es similar a la frecuencia del látido del corazón, Además se ha demostrado que las frecuencias que emiten los cerebros de los seres humanos y animales, esta resonancia con dicha frecuencia, siendo mas o menos la misma, o sea 7,83 Hz. Estos datos refuerzan la creencia indígena norteamericana que estamos emparentados con todo y que la Tierra es un organismo con vida propia, pues todos estamos bajo la influencia de la resonancia Shumann.



Según algunos estudios, a partir de los años 80, y de forma más acentuada a partir de los 90, la frecuencia pasó de 7,83 Hz a un valor comprendido entre 11 y 12 Hz. Dicha modificación de la frecuencia, provoca alteraciones en el cerebro y consigue, que algunas personas desarrollen falcutades relacionadas con la intuición y espiritualidad. Según algunas personas que tienen poderes psíquicos, se está produciendo un acercamiento a la cuarta dimensión, dicho acercamiento a una dimensión superior, no estaría exento de la concurrencia de ciertas catástrofes naturales, como erupciones volcánicas, terremotos, tsunamis, etc. Este cambio de dimensión, produciría lo que se conoce en círculos new age como "despertar colectivo de la conciencia" y daría lugar a una nueva era. Al margen de esto, algunas fuentes, afirman que estamos cerca de  un cambio de polaridad magnética en nuestro planeta, en una situación, la Tierra detendria la rotación sobre su eje y la frecuencia de resonancia alcanzaría los 13 Hz, al alcanzar esta frecuencia de 13 ciclos/s,  se crearían las condiciones para que la magnetosfera genere un campo magnético de punto cero. La Tierra se detendría y pasadas 72 horas aproximadamente empezaría a rotar en nuevamente en dirección opuesta y tardaría unos 6 días, en alcanzar la velocidad de rotación normal, previa estabilización de la magnetosfera, que en un deterrminado momento, se anularía, dejando el planeta Tierra sin protección contra las Eyecciones de Masa Coronal (ECM) de supertormentas solares o el impacto de meteoritos, cometas u otros astros.