domingo, 13 de noviembre de 2011

¿Por qué a los españoles les gusta la telebasura?


Ignoro como andará el patio por América latina pero en España, el consumo de programas de TV catalogados como como telebasura está a la orden del día. No se puede meter a todos los españoles en el mismo saco, en esta cuestión, pero si a la gran mayoría, han pasado años y años, y algunos pensaron que sería una moda pasajera, que se terminaría el ciclo por hartazgo de los espectadores. Hasta las cadenas de TV intentaron cambiar sus parrillas televisivas, por hastío pero descubrieron que no, que no era posible, que si emitían contenidos politicamente correctos o culturales su audiencia bajaba y reflexionaron, a ver si va ser porque quitamos los programas de cotilleo sobre famosos, reality shows, etc y bingo. La mayoría de los españoles necesitan pan pero también circo.


Y ahora la pregunta que se harán todos ¿Por qué los españoles ven telebasura?

Raices históricas y sociológicas

Habría que remontarse muchos siglos atrás, pero digamos que la década ominosa que vivió España (1823 - 1833) tiene mucho que ver. La aparición de escuadrones de la muerte y un oscuro personaje llamado tía cotilla, apodo con el que fue conocida María de la Trinidad, un personaje del Madrid del reinado de Fernando VII de España. Se hizo tan famosa que acabó dejando su sobrenombre como sinónimo de persona (en especial mujer) murmuradora y entrometida en lo que no le importa.La Tía Cotilla se dedicaba con inusual celo al acoso y denuncia de cualquiera que le parecía de ideología liberal, en el periodo conocido como Ominosa Década (1823-1833), en que los absolutistas estaban en el poder, para acabar ajusticiada el 25 de agosto de 1838, con 64 años, ya en el reinado de Isabel II de España y bajo el régimen liberal.

En el libro Historia del Saladero, Francisco Morales Sánchez la describe así: 

Esta fanática de la política... estuvo implicada en varios asesinatos que se cometieron el 15 de agosto de 1835. Su maquiavélica y ágil mente era de tal calibre que, puesta al frente de una sanguinaria pandilla, acometía a cuantos liberales indefensos hallaba a su paso. De las declaraciones recogidas en el sumario se deduce que era "la mujer más inmoral que ha visto el sol y la más infame e indigna de vivir en sociedad". Fue condenada a galeras en varias ocasiones, pero el asesinato de un tambor de Urbanos, Francisco Rancera, la llevó al cadalso.



La utilización en la represión política de la nueva institución de control social que es la policía creada precisamente en esa época, es el marco en el que puede entenderse la red de espionaje y delación creada por la Tía Cotilla, que pasó a ser en el imaginario popular una especie de contrafigura reaccionaria de la heroína liberal Mariana Pineda (condenada a muerte en 1831 por bordar una bandera revolucionaria que escondía en su casa de Granada).

Necesidad de ser juez de la moralidad y verdugo

A la gran mayoría de los españoles les gusta ver la paja en el ojo ajeno y se niegan a ver la viga en el suyo. Necesitan ser, por una vez en la vida, juez y a ser posible verdugo. Los personajes que asisten de forma habitual a estos programas televisivos, son en su mayoría gente deleznable que asiste a estos programas de televisión por dinero, no por la búsqueda gratuita de fama o por contar su visión personal del estado de las cosas. Cuentan para ello con la inestimable colaboración de una serie de productores, presentadores, etc que son conscientes de su audiencia zombie. En el momento en el que un personaje acepta entrar en la arena del circo, la audiencia le niega su condición de ser humano y se convierte en un gladiador que debe estar dispuesto a dejarse la piel y su sangre en el coliseo mediatico. Esa audiencia está formada por espectadores que llegan cansados a su casa después de una jornada laboral, se han reído de ellos, sus compañeros del trabajo, han tenido que aguantar las exigencias imposibles de su jefe, se sientan en el sofá y se dicen así mismos. Ahora me toca a mí ser el jefe, el hijoputa que se ríe del prójimo a sabiendas que será intocable por esa mampara en forma de pantalla televisiva que guarda su anonimato y protege su identidad, no duda en emitir opiniones condenatorias y llamar por teléfono a una linea de tarificación adicional para expulsar al concursante de turno, que no soporta a pesar de que no le ha hecho nada en la vida, porque es feo, tonto o porque no se comporta de forma milimétrica como a él le gustaría que se comportase. Esos espectadores dirán que no, que no es así, pero les gustaría machacar a todos esos famosillos que inundan este tipo de programas de TV pero no lo hacen, no por tener un código ético o unas creencias religiosas sino porque no gozan de impunidad legal que les exima de ir a la cárcel o de pagar una multa. Por eso se conforman con que sean otros (presentadores de TV, colaboradores,paparazzi), los que hagan el trabajo sucio, a sabiendas que las cadenas de TV están dispuestas a pagar las multas y los abogados que hagan falta para representar a sus presentadores y colaboradores de TV en posibles litigios, sino fuera así, se negarían a presentar o a colaborar en este circo. 

Hace poco, han aparecido una serie de talibanes que organizan boicots publicitarios contra estos programas televisivos, haciendose pasar por guardianes de la moralidad, dando argumentos válidos  y razonables apelando a la cordura y lo politicamente correcto. Han encontrado eco en empresas que contrataban espacios publicitarios en los intermedios de estos programas, y que han decidido optar por lavarse las manos, en una operación de marketing, por temor al que dirán y de paso llamar la atención para vender mas. Un programa televisivo se ha quedado practicamente sin contratos publicitarios pues las marcas se han negado a que sus espacios publicitarios apareciesen, pero paradojicament, la audiencia no se ha visto apenas mermada. No deja de ser gracioso, que sea una pinza entre guardianes de la moral y empresas, que acaben o censuren contenidos televisivos considerados escabrosos por una minoría cuando en realidad, una gran mayoría pide basura y mas basura.



Envidia cobarde

La indignación que produce a muchos, al comprobar que estos personajes ganan cantidades suculentas de dinero por contar sus miserias,defender lo indefendible o echar pestes sobre un cabeza de turco. ¿Por qué ellos si y no yo? Se preguntan muchos espectadores españoles, mientras miran la hipnótica pantalla que destella imágenes hasta altas horas de la madrugada. He conocido a algunos que han estado viendo esos programas durante horas y horas, entre otros motivos porque su vida es monotonía rutinaria. Esos espectadores son  gente común y corriente que sabe que no goza de la posición de ser el centro de la atención de todos. Indignados ante esta situación, se niegan a aceptar que seres mediocres consigan tal honor, eso retroalimenta su necesidad no ya de ser juez, sino de emitir una sentencia condenatoria que si por algunos de estos "espectadores" fuere, sería de pena capital previa tortura a estos personajes televisivos que para colmo reciben la dominación de freakies (como si quienes los auparan a tal condición no tuvieran nada que ver en su descarrío social) 



Hipocresia social

Siento decirlo, pero a muchos espectadores les gustaría ser como estos ídolos de barro. En España, el pícaro es un héroe, siendo idolatrado por muchos, cuando en realidad, mas que ser admirado debería correr la suerte contraria; ser objeto de marginación y desprecio. Personas que reconocen que se comportan de malas maneras o hablan mal de otros porque las cadenas de TV les pagan un dineral. Los televidentes ven en ellos y en el camino que han elegido, una manera de salir a flote economicamente además de la oportunidad de estar en el candelero de la fama que no tiene nada que ver con ser una persona de éxito por su valía en conocimientos y capacidades. En España persiste la idea de que ganas mas dinero en España siendo un personaje vil y rastrero,  saliendo en antena de estos programas de TV  que formando parte de la fuga de cerebros españoles a países del extranjero.



Fuentes:

 http://es.wikipedia.org/wiki/Tía_Cotilla
http://es.wikipedia.org/wiki/Década_Ominosa