jueves, 10 de noviembre de 2011

Profecías de Berta Petit


A Berta Petit, le fue revelado que su misión en la tierra sería obtener la consagración mundial al Corazón Doloroso e Inmaculado de María.


Estos deseos fueron comunicados al papa Pío X. El Cardenal Mercier, de Malinas, aprobó la invocación en 1911, indulgenciándola.
 
Un día, Nuestro Señor le comunicó:

"El Corazón de Mi Madre tiene derecho al título de Doloroso, que debe preceder al de Inmaculado, ya que Ella se lo ganó con sus merecimientos; Por medio de Ella se han obtenido y se obtendrán muchas gracias; Se propagará mientras esperamos la exaltación de la Santa Iglesia y la renovación del mundo, que se lograrán por la consagración del mundo y de toda la humanidad al Corazón Doloroso e Inmaculado de María".

El Papa Benedicto XV, así como el Cardenal Granito di Belmonte, ex nuncio de Bruselas, fueron decididos propagandistas de la devoción al Corazón Doloroso e Inmaculado de María, en el cual ha puesto Nuestro Señor la salvación de la humanidad en estas horas del poder de las tinieblas.

El 2 de julio de 1940 recibió el siguiente mensaje:

"Este es el último auxilio que yo doy antes del fin de los tiempos, el refugio de mi Madre bajo el título que yo deseo para Ella universalmente: "Corazón Doloroso e Inmaculado de María", y luego añadió: Como Hijo, yo he concebido esta devoción a mi Madre, y como Dios la exijo".

De este mensaje se afirma lo dicho en Fátima, que el último remedio para la humanidad antes del fin de los tiempos es: "El refugio de mi Madre", es decir, los llamados de Nuestra Madre en sus múltiples apariciones por todo el mundo, y que se deben concretar en el total abandono a su Corazón Inmaculado.

En el año 1943, recibió este mensaje:

"La humanidad marcha hacia una tormenta espantosa que dividirá más aún a los pueblos; reducirá a la nada todas las combinaciones humanas; mostrará que nada subsiste sin mí y que YO SIGO SIENDO EL DIRECTOR DE LOS PUEBLOS"

"Un espantoso huracán se está preparando: Se vera desencadenar con furor todas las fuerzas preparadas y ese será el tiempo de abandonaros al Corazón Doloroso el Inmaculado de María