sábado, 12 de noviembre de 2011

Profecías de Buda (623-543 AC)


Buda, fundador del budismo, nacido en el parque Lumbini cerca de Kapilavastu, en la actualidad Nepal, cerca de la frontera india. El nombre de Gautama Buda, por el que se conoce al Buda histórico, es una combinación del nombre de su familia, Gautama, y el epíteto Buda, que significa "el iluminado". A pesar de todos los esfuerzos, las fechas de su nacimiento y muerte siguen siendo dudosas.


Las diversas fuentes budistas están de acuerdo en que vivió 80 años, pero no sobre las fechas concretas. Los países modernos del budismo theravada sitúan su nacimiento en el año 623 a.C. y su muerte en el 543 a.C., pero estas dataciones son rechazadas por la mayoría de los historiadores occidentales e hindúes. Las fuentes antiguas ofrecen dos cronologías diferentes: la cronología larga, basada en fuentes cingalesas, que sitúa el nirvana final de Buda alrededor de 218 años antes de la consagración del rey Asoka (c. 273 a.C.); y la cronología breve, avalada por todas las fuentes chinas y sánscritas, que datan la muerte de Buda 100 años después de la consagración de Asoka.

Todos los relatos que han llegado hasta nosotros sobre la vida de Buda fueron escritos muchos años después de su muerte por discípulos dados a la idealización más que por historiadores objetivos, por lo que resulta difícil separar los acontecimientos reales de los numerosos mitos y leyendas que aparecen sobre su vida. Además, la mayoría de las tradiciones budistas sostienen que Buda no fue sino la última encarnación en una serie de vidas recogidas en diversas historias edificantes.
  
Según la tradición, Buda empezó a buscar la iluminación a los 29 años, cuando vio por primera vez a un anciano, a un hombre enfermo y un cadáver, descubriendo de pronto que el sufrimiento es la suerte de toda la humanidad. Después se encontró con un monje mendicante pacífico y sereno, y a partir de entonces decidió adoptar su forma de vivir y abandonar a su familia, la riqueza y el poder en la búsqueda de la verdad. Esta decisión, conocida en el budismo como la Gran Renuncia, es celebrada por los budistas como un momento crucial en la historia.

Así pues, abandonó de inmediato el palacio, a su mujer y a su hijo y salió al encuentro del mundo. Vagabundeando como mendigo por el norte de la India, recibió las enseñanzas de algunos famosos maestros brahmanes, que pronto agotaron su capacidad para enseñarle. Continuó su búsqueda, terminando por establecerse en Uruvela, cerca de la actual Gaya, con cinco discípulos, uno de los cuales estuvo entre los brahmanes que apreció las señales del Buda en el recién nacido Siddhartha.

A los 35 años dio un gran paso hacia la iluminación en Buddh Gaya, en lo que hoy es el estado de Bihar. La tradición dice que se sentó una noche decidido a no levantarse hasta haber alcanzado el nirvana. Primero le asaltaron los ejércitos demoniacos de Mara, señor de la ilusión, tratando de sustraerle de su meditación. Mara se retiró vencido, incapaz de romper su concentración, y Buda siguió meditando. Durante la noche alcanzó niveles cada vez más altos de conciencia, llegando a conocer sus vidas anteriores y al 'ojo divino' capaz de seguir la reencarnación de todos los seres. Captó las Cuatro Nobles Verdades: toda existencia es sufrimiento, todo sufrimiento es causa de la ignorancia y el apego, se puede vencer el sufrimiento superando la ignorancia y el apego, y esta superación se alcanza a través del Óctuple Noble Sendero, que se resume como moralidad, samadhi (concentración) y sabiduría.

Decidido a divulgar el dharma (ley) que había perfeccionado, lo primero que hizo fue reunirse con sus antiguos discípulos cerca de Benarés (Varanasi), quienes cautivados por su sinceridad le aceptaron como maestro y se ordenaron monjes. Poco tiempo después predicó su primer sermón en las cercanías del parque Deer. Este sermón, cuyo texto se conserva, contiene la esencia del budismo y muchos eruditos lo consideran comparable, por el tono de su altura moral e importancia histórica, al sermón de la montaña de Jesucristo

Después de una vida de actividad misionera, Buda murió a los 80 años en Kusinagara, Nepal, por haber ingerido alimentos en mal estado. Al parecer anticipó su muerte y avisó a sus discípulos, pero se negó a darles ningún precepto sobre la organización futura y propagación de su credo, insistiendo en que ya les había enseñado lo que necesitaban para salvarse.

Las profecías, difundidas sin demasiada seguridad sobre su autoría y autenticidad, serían las siguientes:

1) El cometa que viene por la noche se puede ver en las frías tierras de Rus y cuando cae a la Tierra hay un apertura de seres vivientes de otros mundos.

2) Las gentes de la Tierra son hechas una por aquellos que se sientan delante de libros móviles, donde se escriben palabras de unos a otros sin necesidad de pluma de escritura ni tinta.

3) Un gran hombre de la paz es asesinado en la tierra del rey David y un hombre de hierro es nombrado en su lugar.

4) Una gran sequía se verá en varias tierras, el ganado morirá y la gente orará pidiendo la lluvia.

5) Una gran montaña escupirá fuego y humo en una tierra justa y distante donde vive gente pintada.

6) Seis hombres y mujeres subirán al cielo en un carruaje y perecerán en llamas cerca de montañas de la Luna.

7) Millones perderán sus tesoros, no a causa de bandidos sino a manos de aquellos asignados para su cuidado.

8) Habrá mil años de paz y prosperidad empezando en la noche en que se inicie el año 2000.