miércoles, 18 de enero de 2012

Cámara oculta: Movimiento neonazi alemán y holocausto

El documental Warheit match frei (La verdad os hará libres) emitido en 1991, y realizado por un periodista danés llamado Michael Schmidt que se hizo pasar por un periodista simpatizante de la ultra derecha y del nacionalsocialismo, es una radiografía de la explosión del movimiento neonazi en Alemania y Austria, después de la caída del muro de Berlin. En el documental, aparecen muchos personajes importantes históricos del nazismo, al igual que sus jóvenes cachorros neonazis  y escritores o historiadores especializados en el revisionismo y la negación del holocausto. Este documental, es una joya de los documentales de investigación,lástima que no haya podido conseguirlo en inglés o en español, solo lo he encontrado en alemán.



Bela Ewald Althans, aparece en dicho documental, exponiendo sus puntos de vista reforzados por una buena apariencia. Bela Ewald Althans, se hizo famoso hace poco con el documental titulado "Beruf, neonazi" (de profesión neonazi) en el cual, el director le dejó el microfono abierto para realizar todo tipo de soflamas a favor del nacionalsocialismo y de negación del holocausto a la vez, que muestra su  admiración por Adolf Hitler. No dudo en declarar ante un juez alemán que iba a tener que condenarle por apología del nazismo y negación del holocausto cuya pena de prisión pueden llegar hasta cinco años.



El mariscal Otto Ernst Remer, en una entrevista concedida a Schmidt, declara su devoción por la figura de Adolf Hitler, del cual llega a decir que era un hombre muy especial, quizá de esos que solo nacen una vez cada cien años. Otto Remer fue clave en el desbaratamiento del atentado del 20 de julio de 1944 fue un intento fallido de asesinar a Adolf Hitler, llevado a cabo por un grupo de oficiales de la Wehrmacht organizados por el coronel conde Claus von Stauffenberg como parte de un golpe de estado basado en la denominada Operación Valquiria, un plan operativo de las reservas del ejército a ser puesto en práctica en caso de disturbios civiles o de una sublevación de los millones de esclavos que trabajaban en fábricas alemanas. Por este hecho, Otto Ernst Remer fue ascendido.

Otto Ernst Remer, niega oficialmente ser de ideología nazi y afirma tener sus propias ideas pero el documental muestra un vídeo casero en el que arenga a los jóvenes neonazis para que formen parte de la nueva élite alemana. Por negar el holocausto, tuvo que exiliarse en España en 1994, posteriormente el estado español negó la extradición a Alemania a petición de las autoridades de ese país y Remer decidió`poner pies en la polvorosa y marcharse a vivir a Túnez y Egipto para finalmente recalar otra vez en España, moriría en 1997 en Marbella.

En el reportaje, también aparece un personaje singular: Gerrit Et Wolsink, un ex-oficial de las SS, buscado por la Interpool y que tuvo un papel clave en la construcción de una red como soporte del ideario nazi a una escala internacional. Confiesa que los mejores años de su vida, corresponden al ascenso y caída del III  Reich, en especial, los años de la Segunda Guerra Mundial. Realizó numerosas operaciones de guerra sucia, usando uniforme militar extranjero, aunque se niega a dar detalles porque aún a día de hoy, se consideran crímenes de guerra. Después de la derrota nazi, trabajó para los aliados, pues basicamente era luchar contra un enemigo parecido: el comunismo.


Michael Kühnen, ex-lider carismatico del movimiento neonazi alemán, un hombre bien parecido,  cuya única tacha para algunos de los simpatizantes de su movimiento, fue su reconocida homosexualidad y que le valió numerosas críticas. Antes de morir de SIDA, se sinceró con el periodista Michael Schmidt  y decidió abrirle las puertas al movimiento neonazi en Alemania  y a nivel mundial. Le presentó a su sucesor, Gottfried Küssel.


Gottfried Küssel, fundador de la VAPO, una comunidad formada por organizaciones neonazis y simpatizantes especialmente violenta, responde a un perfil mas bajo que Michael Kühnen, no duda en sus discursos en incendiar los espiritus de sus jóvenes simpatizantes, proclamando que ha llegado su momento y que quiere ver a Gorbachov (por aquella época presidente de la URSS) de rodillas. Posteriormente aparece en un campo de entrenamiento clandestino para simpatizanes del nacionalsocialismo, donde oficiales del ejercito alemán, adiestran a estos militantes, participando en juegos de guerra con pistolas de pintura. Admite que no le importa usar la violencia y se lamenta que en 1991, es mas probable que haya una guerra civil entre alemanes que una Tercera Guerra Mundial como la Segunda Guerra Mundial pero advierte: Si alguien me dispara yo le devolveré el disparo. Si agarro un catarro, tomo vitamina C, es estrictamente necesario.



También  se demuestra el adoctrinamiento ideológico de jóvenes alemanes, mientras toman unas cervezas  a través de la exposición de documentales y viejas películas en un reproductor de video como el titulado Der Ewige Jude (el judío eterno) cuyo autor  Fritz Hippler reniega su pasado en público pero no en privado, presentando a los judíos como seres inferiores, comparandolos con las ratas; una nación parásita responsable de un largo rosario de crímenes a nivel internacional



Michael Kühnen, junto a otros militantes, acuden a un aeropuerto de Alemania para recoger a un personaje muy singular, Gerard Lauck, el presidente de la NSDAP/AO cuya sede está ubicada en Nebraska (USA). Lauck no duda en mostrarse mas agresivo que Kühnen y asegura lo siguiente: No tengo nada contra el pueblo judio y su cultura pero si intentar exterminar a mi gente, actuaré, si para ello tengo que matar a un judió lo haré y si me dan a escoger entre ser el último hombre blanco sobre La Tierra y matar a un judío, adios judío.



En una entrevista conjunta por Michael Kühnen y Gary Lauck, a la pregunta de si la influencia del movimiento neonazi llega al parlamento europeo, Michal Kúhnen reconoce que si y menciona a un eurodiputado como un camarada que organizó la seguridad de una reunión. Y añade, que el movimiento neonazi no está jerarquizado de forma convencional y advierte que hay células que operan de forma totalmente autónoma y así ha crecido hasta nuestros días. Esta confesión sincera y tozuda de Kühnen, provocó un suspiro de desesperación de Gary Lauck que deja entrever que totalmente cierta.

El documental recoge las conferencias del historiador inglés David Irving, famoso por su negación del holocausto. Afirma que la existencia de cámaras de gas en Dachau fueron construidas después de la finalización de La II Guerra Mundial y que fueron analizadas con métodos de forense. Esta gira de conferencias han sido organizadas por los dirigentes de este movimiento. Al final del documental se muestra a un David Irving  detenido por la policía alemana participar en una manifestación neonazi ilegal. Mientras es introducido en el furgon policial, sus seguidores protestan al grito: ¡La verdad os hará libres!

Mas tarde, David Irving reconoció en el año 2006 que había cometido un error al decir que no hubo cámaras de gas en los campos de concentración nazis, además insistió que de ninguna manera negó que los nazis perpetrasen los asesinatos de millones de personas durante la segunda guerra mundial. Asegura que ha cambiado, pero algunas fuentes consideran que esto no es mas que una estratagema como gesto para pedir clemencia ante el tribunal austriaco que le juzga por dar una conferencia negando el holocausto y la existencia de cámaras de gas. A pesar de todo David Irving se declara culpable de los cargos ante el tribunal.


En el documental, otro revisionista, Ernst Zundel, en rueda de prensa,  afirma que estaba harto de que restregasen una sarta de mentiras en la cara del pueblo alemán que una panda de cochinos judíos había difundido (sic). En 1977 fundó una pequeña editorial llamada Samisdat Publishers con la que publicó varios libros como "El Hitler que amamos y por qué" y "¿Murieron realmente seis millones?", una versión ampliada de la obra de Richard Harwood, al que Zündel agregó los aportes de otros prominentes revisionistas. A través de su casa editorial ha distribuido a lo ancho del mundo una prodigiosa cantidad de libros, folletos, panfletos y boletines; así como también grabaciones de audio y vídeos. Simon Wiesenthal, el famoso "caza nazis" lo ha catalogado como el distribuidor de "literatura peligrosa" número uno en el mundo. Por su negación del holocausto en cuanto a cifras, sufrió persecución en varios paises. El 1 de marzo de 2010, a los 70 años de edad, obtuvo su libertad gracias al incansable trabajo del abogado Herbert Schaller y su defensa en Austria. Abandonó la cárcel siendo recibido con aplausos por parte de un grupo de simpatizantes a la salida de la prisión de Mannheim (Alemania), donde declaró lo siguiente: "Estoy nuevamente libre, después de 7 años, 3 semanas, 3 prisiones y 3 países."

Durante una de esas conferencias grabadas por el equipo de investigación se encuentra con Anthony Hancock, un editor inglés, cuya editorial suministra libros de temática nazi y revisionista del holocausto para el National Front y para toda la escena nazi mundial. Trata de negar su identidad y afirma llamar  Mr. Carter ante Michael Schmidt que sonríe al reconocerle en la foto de un periódico.

El periodista danés Michael Schmidt después de escuchar los diversos argumentos de los revisionistas y negacionistas del holocausto en los campos de concentración,  se decide a buscar el testimonio de alguien que no fuera víctima sino verdugo y finalmente lo encuentra en Dinamarca. Thies Christophersen (1918 - 1997) fue un revisionista alemán ya fallecido, autor del libro La mentira de Auschwitz en 1974, donde niega que Alemania exterminara a millones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial.  Este libro, presenta el campo de concentración de Auschwitz casi como un centro de recreo. El reconoce que llegó a seleccionar prisioneros  para trabajar y lo hacía mirando el blanco de sus ojos. Cuando se le pregunta por las cámaras de gas, Thies Christophersen responde con una enigmática sonrisa: En mi informe no se hace mención alguna a la existencia de cámaras de gas. El periodista Michael Schmidt remarca que omitir datos sobre la existencia de una serie de cámara de gas no equivale a decir que no existiesen y la cara de póker acompañada de la misteriosa sonrisa de Thies Christophersen apuntan a que el autor para no verse obligado a mentir, decidió obviar la existencia de las cámaras de gas. Mas tarde, reconoce que escribió ese libro, para defender a su gente de los ataques recibidos por las acusaciones de crímenes de guerra y que decepcionaría a sus amigos si contase lo que realmente allí sucedió. A partir de la publicación de su libro fue víctima de persecución y víctima de varios ataques con ácido, incendios y otros atentados contra su vida y su propiedad.

Aunque el periodista danés Michael Schmidt, en los créditos finales del reportaje, deja un mensaje de advertencia: Esta vez, nadie podrá decir que no ha sido avisado.


La violencia de las células neonazis en Alemania se sigue reproduciendo hasta nuestros días. Hace poco se descubrió a 3 individuos que formaban parte de un grupo autodenominado Resistencia Nacionalsocialista (NSU) y sembró el terror de forma discreta, causando hasta 10 asesinatos, 2 atentados con bomba, más de una docena de atracos durante el periodo 2004-2006. Decidieron poner fin a la existencia de la célula. Los dos hombres se suicidaron, según la versión oficial con un arma, y después volaron con explosivos la casa donde residian pero la mujer sigue con vida y se le señala como autora de la voladura de la casa, entre otras razones, para borrar pistas. Se encontraron unos dvds entre los escombros  que contenian la reinvidicación de  sus acciones violentas, en el video aparecía como la pantera rosa, con un mapa de Alemania con los lugares señalados donde se cometieron los atentados. Aseguran que la banda Resistencia Nacionalsocialista (NSU) no está desarticulada y amenazan con que el resto de sus miembros, siga cometiendo atentados.
Estos individuos, cuyas edades superan ampliamente la treintena,  forman parte de la hornada de neonazis surgida en la década de los 90, con la caida del muro de Berlín. Los servicios secretos alemanes se habian fijado en ellos pero no les prestaron la debida atención y eso supuso que continuasen sus acciones, sin levantar demasiadas sospechas del movil racista de los crímenes. Casi todos los asesinados eran turcos y el caso se conoció como los asesinatos de los döner. La policía seguramente pensó que eran meros atracos o asesinatos relacionados con ajustes de cuentas entre miembros de la comunidad turca; craso error.



Autor: Judas