martes, 17 de enero de 2012

Regocíjense cuando el cielo explote porque sabrán que Yo vengo

La web http://www.jesushabla.com/  que expone los mensajes de la vidente cristiana europea que prefiere guardar el anonímato, pide que se vuelva a leer el mensaje del Domingo 2 de octubre del 2011 a las 15:00 hrs.

Mi muy querida y amada hija, los patrones del tiempo están cambiando ahora, así como otro signo de que los tiempos están por cambiar. Otros cambios serán experimentados. El sol empezará a vibrar, en la delantera al mundo, mientras está siendo preparado para el GRAN AVISO. 


Mi cruz aparecerá primero. Estarán conmocionados pero esto ha sido dado como una señal, para que así ustedes puedan preparar sus almas y pedir redención por los pecados que han cometido. Haciendo esto, ustedes no sufrirán durante el GRAN AVISO. 

Recen, recen, recen, Mis seguidores por todas partes. Regocíjense cuando el cielo explote, porque ustedes sabrán que Yo verdaderamente vengo al mundo. Al fin la humanidad no podrá negarme a Mí. Mi amor irradiará en cada rincón del mundo, mientras trato de atraer a todas las almas en todas partes. 

Este evento será tan inesperado, que el mundo se detendrá con gran conmoción. Cuando lentamente se recuperen, muchos todavía estarán inseguros acerca de lo que ha pasado. Mientras Yo vengo, así también lo harán Satán y sus demonios del infierno, que tratarán de devorar las almas de Mis hijos. Eso es por lo que debo urgirles a todos ustedes para que rocíen sus casas con Agua Bendita y tengan candelas benditas por todas partes. Deben mantenerse protegidos. 

En el camino les pido esto, recen por todos los que no pueden encontrar en su corazón, el aceptar la verdad de Mis enseñanzas. Recen especialmente por aquellos que hacen tremendos esfuerzos para negarme, aunque están consientes de Mi crucifixión para salvarles. 

Recuerden que morí por cada uno de ustedes, para salvarles. Recuerden que esta vez vine de nuevo a salvarles, a cada uno de ustedes, ni a uno excluyo. 

Ahora es su oportunidad hijos, de asegurarse un lugar en la era de paz en la Tierra. ¿Por qué no querrían ser parte de esto? ¿Por qué alguien, sabiéndolo, escogería las profundidades del infierno en cambio de este gran regalo? 

Regocíjense, recen, den gracias a Dios Padre por esta gran advertencia. Abracen este don con amor y gozo en sus corazones.

Su Salvador, Jesucristo