lunes, 16 de septiembre de 2013

Mientras senadores de los EE.UU autorizaron un ataque fustrado contra Siria a cambio de dinero, un ex-rehén de rebeldes sirios comenta: "La revolución se convirtió en propiedad de fanáticos y bandidos"

Seguimos identificando a las bestias criminales que se han infiltrado en el movimiento opositor sirio y aquellos quienes les apoyan. Senadores de los EE.UU. autorizaron ataque contra Siria a cambio de un montante total de 728.497 dólares. La autoría de la donación corresponde a la industria militar. Ya comentaba Daniel Estulin, conocido periodista de investigación: a la elite financiera mundial le gustan mucho las guerras porque ganan muchísismo dinero. ¿Y sobre los rebeldes? un ex-rehen liberado aseguró que al "Ejército Libre Sirio" se han unido numerosos bandidos y delincuentes, mientras los líderes de los insurgentes tratan de hacer ver al mundo que forman parte de un movimiento de corte islámico.


"La revolución en Siria perdió su camino y se convirtió en propiedad de fanáticos y bandidos", comenta el corresponsal del diario italiano 'La Stampa' Domenico Quirico, quien pasó 152 días como rehén de los rebeldes sirios.

"Siria se convirtió en un país donde el mal triunfa y prospera y donde muestra todos sus aspectos: la codicia, el odio, el fanatismo y la ausencia de misericordia. En este lugar, cuando un rehén llora todo el mundo se ríe observando el espectáculo de su dolor y lo ve como una señal de su debilidad", escribió Quirico en 'La Stampa' tras salir del cautiverio y volver a su país natal.

Hablando sobre sus cinco meses de encarcelamiento, detalla: "Ellos nos tenían como si fuéramos animales, dormíamos en colchones de paja en pequeñas habitaciones con las ventanas cerradas, a pesar del terrible calor. Nos alimentábamos de los restos de su comida. Nunca había experimentado humillaciones cotidianas relacionadas con cosas tan simples como no poder ir al baño. Creo que sentían una satisfacción profunda al reducir a un hombre occidental a la situación de un mendigo".

Quirico quedó retenido por una brigada anti-Assad el pasado 8 de abril, cuando fue a Al Quseir, una ciudad en las cercanías de Homs, acompañando un convoy del Ejército Libre Sirio que trasportaba suministros al lugar. Los rebeldes que atacaron su grupo se presentaron como fuerzas gubernamentales, pero muy pronto se dio cuenta de que se trataba de una agrupación que formaba parte precisamente del Ejército Libre Sirio .

"El líder del grupo que nos detuvo, un 'emir' autoproclamado, formó su brigada reclutando más bien a los bandidos que actuaban en la zona, no a islamistas o revolucionarios. Daba una apariencia islámica a las actividades criminales de su banda. Estaba vinculado con las Brigadas Farouq y estas tomaron el control sobre nosotros. Las Brigadas Farouq son la mayor unidad dentro del Ejército Libre Sirio y parte del Consejo Nacional Sirio, y sus representantes tienen reuniones con gobiernos europeos. Occidente se fía de ellas, pero sentí en mi propia piel que dentro del revuelo hay un nuevo fenómeno: aparecen grupos tipo bandidos somalíes que utilizan la fachada islámica y el contexto de la revolución para controlar pedazos de territorio, extorsionar dinero de la población, secuestrar a la gente y generalmente llenarse sus bolsillos", denuncia Quirico.