viernes, 6 de septiembre de 2013

Supervivencia a base de canibalismo, no gracias

En ciertos círculos survivalistas, se ha debatido ampliamente este tema de forma cruda (y nunca mejor dicho). Desde aquí, considero que se debe  tratar de sobrevivir a toda costa pero de una forma ética, sin estar apegado en exceso a la vida.

Me han sorprendido y no gratamente, los comentarios en Internet de individuos que sin pasar hambre ni estar en una situación desesperada ya piensan en comerse al vecino. Personalmente, me negaría a formar parte de un grupo de supervivencia formado por personas, que escudándose en un survivalismo radical malentendido, contemplen la posibilidad de matarte a traición, para después asarte a la parrilla y poner un trozo de tu carne recién hecha en su plato de comida. Por supuesto,  alguno de ellos, se sentirían indignados y dolidos al leer estas líneas, entre otras cosas porque expongo a los cuatro vientos su manera de pensar depravada y abyecta... piensa mal y acertarás. Algunos creen que es en una situación extrema, cuando las personas sacan lo mejor y lo peor de sí mismos, pero no aprecia ninguna virtud  en aquellas personas que solo prestan atención a su supervivencia; pues son egocéntricos, egoístas, insolidarios, temerosos y traicioneros. En caso de hambruna preferiría estar alejado de algunos sujetos a mil kilómetros de distancia, en caso de que la comida escasease.


El libro canibalismo ocasional escrito por Shiguro Takada se ha convertido en un libro de culto para aquellos que contemplan esa posibilidad como algo necesario, en caso de hambruna  y restan importancia al canibalismo, argumentando que si te resulta abominable es debido a tu código moral y hasta hacen distinciones entre practicar canibalismo activo: matar a personas para después comérselas y el canibalismo pasivo que sería comer carne humana de personas ya fallecidas.


También los hay que apoyan su opinión favorable al canibalismo, después de haber visto películas como "Viven". Hay que dejar claro, que los supervivientes de ese accidente aéreo ocurrido en los Andes, jamás se les había pasado por la cabeza que se verían obligados a practicar la antropofagia antes del siniestro. Aquellas personas que hacen apología del canibalismo en Internet, no tienen nada que ver con de otras personas que practicaron canibalismo por ansias de supervivencia física producidas en circunstancias excepcionales y que ellos no esperaban; puesto que su actuación fue improvisada y no premeditada.

¡Viven!, la historia de  los supervivientes de Los Andes

La película  ¡Viven!, , que está basada en el aclamado libro de Piers Paul Read escrito en 1974: Alive: The Story of the Andes Survivors (Vivos, la historia de los supervivientes de Los Andes), que a su vez está basado en las entrevistas realizadas a los supervivientes del accidente del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya.



16 de los 45 pasajeros sobrevivieron al desastre. La película incluye algunos incidentes de ficción para añadirle acción a la historia. Según el superviviente real Fernando Parrado, asesor activo durante todo el rodaje, el hecho «exactamente como pasó hubiera sido imposible de filmar y hubiera sido imposible de ver» debido a la dureza de los sucesos que tuvieron lugar durante y tras el accidente.

La película narra la historia de un equipo uruguayo de rugby, el Old Christians Club de Carrasco, cuyos miembros eran estudiantes de Colegio Stella Maris de Montevideo, y de sus amigos y familiares. Todos ellos se vieron envueltos en un accidente aéreo al estrellarse su avión en los Andes el 13 de Octubre de 1972. Los supervivientes tuvieron que recurrir a la antropofagia (mal llamado canibalismo) para subsistir.

Se prestaba especial atención a la estructura social que se mantenía entre los miembros del grupo... Marshall... juega con los detalles sociológicamente fascinantes y las ambigüedades de los personajes en favor de la acción, el heroísmo y una vaga religiosidad que se esparce sobre la historia como azúcar molido».