martes, 17 de diciembre de 2013

“En 15 años sólo nos quedará el 15% del petróleo”

“Si crees que el mundo no tiene límites eres un ingenuo o un economista”. Antonio Turiel no es ninguna de ambas cosas, ni tampoco un catastrofista, como muchos le etiquetan, sino un físico del CSIC que lleva más de un lustro avisando sobre las duras consecuencias de la escasez energética, en lo que empezó siendo un hobby y casi se ha convertido en un trabajo. La pertinaz crisis económica que azota España y medio mundo es, dice Turiel, un resultado directo e inevitable de la crisis energética.

Plataforma petrolífera en la costa canadiense. Imagen: Mike Baird (CC, Flickr).
Antonio Turiel explicará las implicaciones económicas y sociales del pico del petróleo este miércoles en Madrid.

“En 15 años sólo nos quedará el 15% del petróleo”. ¿Nos deberíamos preocupar?

Más que un hecho es un eslogan y no es mío sino que está acuñado por Manuel Casal. Se trata de mostrar una realidad alternativa más realista y menos agradable que el Horizonte 2020 de la UE, que planeta una reducción de las emisiones de CO2 en un 20% y un aumento de un 20% de la generación de energía renovable. Si no se produce un cambio de tendencia y las compañías petroleras no empiezan a invertir, podríamos encontrarnos en 2028 con un 50% de la cantidad actual de petróleo, aunque si observamos la energía real disponible en ese petróleo sólo sería un 15% de la actual. Por supuesto, todo es reversible, pero la tendencia es innegable.

¿Son realistas los planes energéticos de Europa?

Hay elementos que lo hacen poco creíble. En un escenario en el que el consumo de petróleo cae a lo bestia, sería posible el horizonte 20/20 pero no es deseable porque desataría una pobreza generalizada.

¿Y en cuanto a España?

España no va a en la dirección marcada; durante esta legislatura se han promulgado 7 u 8 decretos para ir minando el sector de las renovables. España tiene un exceso de capacidad de generación eléctrica. En 2008, el año de máximo consumo, España demandaba 45 GW, mientras que ahora tenemos 108 GW. Sobra tanta capacidad que podríamos prescindir de las nucleares perfectamente, pero en lugar de eso se intenta evitar que las renovables crezca más, multando el autoconsumo, y exigiendo unos costes de peaje desmesurados. La presión de los lobbies eléctricos es enorme.

Se pone mucho el foco en la energía eléctrica, pero sólo es el 21% del que se consume en España. Es muy difícil pensar en excavadoras, tractores, barcos o camiones eléctricos. Lo más grave ahora mismo es el petróleo. España está disminuyendo su consumo energético porque no puede competir con otros países por el petróleo disponible, un fenómeno que está pasando en toda la OCDE. El retroceso es un 3% anual desde hace 6 o 7 años.



¿Pueden las renovables suplir en España el descenso del consumo de petróleo?

La apuesta por las renovables está disminuyendo incluso en Alemania. Aquí hay bastante hipocresía, porque mientras se habla de las renovables, las grandes economías están apostando por el carbón. Eso explica por qué en plena crisis económica las emisiones de CO2 está aumentando. Esto es una huida hacia adelante: el combustible del futuro es el combustible del pasado. Mantiene la ilusión de un mantenimiento de la estructura industrial 10 o 20 años más esto hace más peligroso nuestro futuro.

¿Cómo es posible que en un tema tan crítico como el energético haya visiones tan polarizadas, desde los piquistas extremos hasta los cornucopistas, que afirman que hay más petróleo del que jamás necesitaremos?

La teoría económica actual nació en un momento de crecimiento y se desarrolló sin tener en cuenta el medio físico. Entonces no había tantos humanos en el mundo, los recursos eran abundantes y nadie se planteó que el sistema económico está inserto en uno ecosistema más grande. En un medio embrionario, los límites de este sistema no tienen importancia.

¿Nos acercamos al límite?

Ahora mismo hay el equivalente a un cuadrado de 40×40 metros de tierra cultivable por cada habitante del planeta, aproximadamente lo que se necesita para alimentar a una persona. El sistema económico necesita un 2% de crecimiento anual sostenido para mantenerse, es incompatible con los límites. Los adalides de esta teoría proponen son soluciones cada vez más mágicas: el ingenio humano proveerá, que es el equivalente a Dios proveerá, en lugar de reformular la teoría económica.

Quien defiende la cornucopia tendría que argumentar mucho mejor. Las tendencias se consolidan hacia peor.

Las previsiones de Malthus y del Club de Roma, dos siglos después, se demostraron erróneas al no considerar los avances tecnológicos…

Sin embargo, no están apareciendo las fuentes maravillosas prometidas. El petróleo lleva 8 años bajando. Hace diez años se decía que los biocombustibles iban a aportar el equivalente a 4 millones de barriles, pero el precio de sus externalidades en incalculable: mermar la cantidad de alimentos de la gente, problemas alimentarios, sobrexplotación de los acuíferos…

Hace 5 años el salvador del mundo eran los petróleos pesados, como las arenas bituminosas en Canadá y Venezuela, pero necesitan tanta cantidad de agua y gas que no resultan rentables o factibles. Ahora la gran apuesta es el fracking, tan costoso que no es rentable económicamente, están perdiendo dinero a mansalva, es una burbuja que ya está explotando en Estados Unidos.

Es una continua huida hacia adelante, sin ver que todos estos recursos duran muy poco, y que al final no cubren el grave problema que nos acecha. Quien defiende la cornucopia tendría que argumentar mucho mejor. Las tendencias se consolidan hacia peor.

Una de las negaciones más virulentas al peak oil vino por parte de The Economist, con un artículo muy difundido que sostenía que el estancamiento de la producción petrolífera venía por la reducción de la demanda, introduciendo un nuevo concepto: el pico de la demanda…

El argumento del pico de la demanda es viejo, tiene por lo menos diez años. Su argumento es que no falta petróleo sino que no queremos tanto y por eso no se extrae, como en el cuento dela zorra y las uvas. En realidad lo que está pasando es que el precio es muy elevado y cada vez más gente no se lo puede permitir. Yo tengo amigos en Estados Unidos que tienen que decidir si van a hacer la compra al centro comercial o van a trabajar porque no pueden hacer ambas cosas, una situación que se empieza a ver en España.


“La era de piedra no acabó por falta de piedras y la era del petróleo no se extinguirá por falta de petróleo”. Jeque Yamani, fundador de la OPEP.

Es cierto: petróleo hay mucho. El problema es que la economía no se puede permitir sacarlo, porque perdería dinero y energía en el proceso. Existen límites a la mejora de la eficiencia y no estamos muy lejos de los límites termodinámicos de esa mejora.

¿Por qué crees que la energía solar no puede, hoy por hoy, reemplazar completamente a los combustibles fósiles? ¿Acaso no es el petróleo “sol embotellado”?

Es sol embotellado pero en un proceso muy poco eficiente. El petróleo es un producto de la maceración de las algas verdes y su eficiencia es un 5%. Este producto tardó millones de años en acumularse en los fondos marinos. Ahora mismo, la Humanidad consume en un año el equivalente a 1 millón de años de energía solar, aunque si le aplicas el reductor del 5% sería el equivalente a 50.000 años de radiación.

Por otra parte las placas solares tienen una eficiencia, no deja de ser una energía muy difusa el gran problema es recolectar esta energía que está muy distribuida y con gran entropía, para convertirla en una energía de alta intensidad, que es lo que exige un sistema productivista como el nuestro: gran cantidad de potencia en poco tiempo.

Al leer tus artículos, uno no puede evitar sentirse un poco deprimido. ¿Cabe la posibilidad de que estamos equivocados? ¿Y si estamos leyendo los datos con la óptica de nuestro pesimismo natural?

Nadie tiene la verdad absoluta. Casi todos los analistas manejamos los mismos datos, aunque la interpretación que da cada cual es particular y, a veces, opuesta. Podría pasar que apareciera una fuente alternativa que nos hace permitir acceder a una fuente de energía ilimitada, pero incluso en ese caso existiría el problema de la degradación, tal y como lo planteó el astrofísico Tom Murphy: Vamos a suponer que existe una fuente de energía ilimitada, y que aplicándola logramos un crecimiento económico del 2,7% anual. Pues bien, esto supondría multiplicar el tamaño del sistema por 10 cada siglo. El problema es que toda esa energía se tendría que disipar y, como sabemos, todo se acaba quemando en forma de calor. El resultado es que al cabo de 300 años la temperatura de la tierra se elevaría unos 30 grados y en 500 años los océanos se hirviesen sólo por el calor que emiten las máquinas. Estaríamos condenados a la autoextinción.

“La Humanidad consume en un año el equivalente a 1 millón de años de energía solar, aunque si le aplicas el reductor del 5% sería el equivalente a 50.000 años de radiación”

Por tanto, ¿sólo nos queda el estancamiento o el decrecimento?

El crecimiento continuo e infinito es el sueño húmedo de los economistas, una mentalidad que deberíamos erradicar. Cuando miras atrás te das cuenta de que la mayor parte de los últimos 10.000 años hemos vivido en una fase de estancamiento. No estoy abogando por un retorno a la Edad Media, pero sí al uso sostenible de los medios, aprovechando esta época de bonanza que aún disfrutamos para establecer los cimientos de nuestro futuro como especie.