domingo, 15 de diciembre de 2013

The Wall Street Journal 'critica el déficit fiscal catalán y acusa al Estado español de asfixiar las autonomías para maquillar el déficit

El president de La Generalitat  de Catalunya Artur Mas, ha anunciado un referéndum para el día 9 de noviembre de 2014 con el objetivo de consultar a los catalanes sobre el futuro político de Catalunya y su vínculo con España. Para ello, se harán dos preguntas: ¿Quiere que Catalunya sea un Estado?' Y si es así, ¿independiente?. Este anuncio del presidente de La Generalitat catalana ha desatado las iras del estado español pero también ha levantado voces en la prensa internacional justificando la decisión de la mayoría de los partidos catalanes por boca de Artur Mas, porque España camina sin rumbo de la mano del gobierno del PP de Rajoy.


The Wall Street Journal ' defiende Cataluña en la pugna para cumplir con los objetivos de déficit y acusa al Estado de asfixiar las comunidades autónomas para maquillar las cuentas. En un artículo firmado desde Barcelona por Raymond Zhong, el diario estadounidense critica el discurso recentralizador del gobierno de Mariano Rajoy y le acusa de malgastar con grandes inversiones, como por ejemplo el AVE. "Los catalanes saben de primera mano que todos los caminos-y todos los trenes de alta velocidad-van a parar a Madrid", dice el subtítulo de la información. El título es: "Por qué España no hará reformas".


Zhong asegura que España no aplicará las reformas que ha prometido a Bruselas y acusa al gobierno de Mariano Rajoy de querer intervenir las autonomías en un "juego político" para "distraer" de las "reformas que realmente podrían ayudar a los gobiernos regionales a mejorar sus déficits ".

El gobierno de Mariano Rajoy, dice el artículo del The Wall Street Journal ', ha asegurado a los mercados que impulsará el crecimiento y las reformas. Pero el texto apunta que en Cataluña "muy pocos confían en que Madrid haga lo correcto". "Por ahora, las pruebas están de parte de los desconfiados", destaca Raymond Zhong, que cita la reforma laboral como ejemplo. "El señor De Guindos escribió en The Wall Street Journal 'en enero que el objetivo de Madrid era tener dos contratos: uno a tiempo completo y uno por los temporales. Pero las reformas de febrero no redujeron el número de contratos. Al contrario, van a crear uno nuevo ", lamenta.

El texto da voz a las reivindicaciones de Cataluña y el gobierno sobre el déficit fiscal y critica que el Ejecutivo de Mariano Rajoy intente culpar a las autonomías de todos sus problemas de déficit. De hecho, apunta que Madrid puede hacer que sus propios incumplimientos de déficit parezcan "más pequeños, y los de los gobiernos regionales más grandes, simplemente quedándose con más ingresos".

"El resultado", según el diario es que Cataluña, "base de la industria de España y uno de los distritos industriales más importantes en Europa" cada año pierde una media del 9% del PIB que entonces es "redistribuido o gastado por Madrid" . El articulista alerta de que "en ninguna parte en Europa o América del Norte las transferencias intranacionales son de este tamaño".

El The Wall Street Journal 'considera que la amenaza del Estado de intervenir las autonomías es "un juego político" para distraer sobre las reformas que debería aplicar el propio ejecutivo central, y que ayudarían a mejorar las cuentas de las comunidades. El articulista se pregunta si no es "un poco osado" el gobierno de Madrid por "inflamar los sentimientos separatistas" en Cataluña con amenazas de intervención. El texto cita a la economista Germà Bel que acusa Madrid de aplicar las mismas políticas "de control centralista" de siempre, porque están "en los genes del Estado español".

Además, el diario destaca que el gobierno de Rajoy no está aplicando tantas reformas ni recortes como el ejecutivo de Artur Mas. "Barcelona ha recortado los sueldos de los funcionarios, Madrid no", recuerda el texto, que cita el consejero Andreu Mas Collell para defender que corresponde al gobierno central aplicar determinadas reformas. El diario también pasa revista a las inversiones en infraestructuras del Estado, que tiene "más aeropuertos internacionales y más kilómetros de autopistas que ningún otro país en la Europa continental" y sólo es superado en trenes de alta velocidad para China.