ROMA, 05 Sep. 13 / 05:21 am (ACI).- El famoso sacerdote exorcista de la Diócesis de Roma y del Vaticano, Gabriele Amorth, aseguró que quienes apoyan la intervención militar contra Siria, están siendo instrumentos del Diablo para sembrar el mal en el mundo.
En España, Los partidos políticos PP, PSOE y UPyD se han mostrado a favor de la intervención militar de EE.UU contra Siria. |
“Estos que quieren la guerra en Siria son instrumentos del diablo”, señaló el P. Amorth el 4 de septiembre en declaraciones al blog Stanze Vaticana, del canal de televisión italiano Tgcom24.
“El Señor es un Dios de paz, quiere la paz, quiere el amor entre los hombres, quiere la solidaridad y la ayuda, de modo que el rico ayude al pobre. Y Satanás es quien quiere la muerte y la guerra”, afirmó.
En relación a la jornada de ayuno y oración así como la vigilia convocadas por el Papa Francisco para pedir la paz en Siria y el mundo el próximo sábado 7 de septiembre, el exorcista dijo que sin duda “molestará al diablo, y no solo a él”. “Prefiero no dar nombres”, añadió.
“El Papa tiene el objetivo de influir. ¿De qué modo? Como un Papa, orando por la ayuda de Dios, este es el modo de actuar los cristianos. No con bombas para contrarrestar otras bombas, sino con oración para contrarrestar las bombas”, dijo.
El Padre Amorth |
El sacerdote, de 88 años de edad, explicó que la intervención armada en Siria que defienden algunas potencias mundiales, no solucionaría la amenaza del uso de armas químicas en el país, sumido en una guerra civil desde hace más de dos años.
Hasta el momento el régimen de Bashar al Asad y los insurgentes no llegaron a ningún acuerdo de paz y, además, los diarios especializados en el tema señalan que entre los insurrectos habrían participación de movimientos extremistas islámicos pagados por petroleras en Qatar y Arabia Saudita.
La intervención armada “no está justificada, porque tengo presente la frase que dijo el Papa Pio XII para evitar la segunda guerra mundial: ‘Todo está perdido con la guerra, todo se puede salvar con la paz’. Todos los sistemas violentos deberían ser condenados”, concluyó el P. Amorth.