Aún recuerdo como ocurrió la reciente guerra de Iraq; durante meses los ciudadanos de todo el mundo, fueron sometidos a un intenso bombardeo informativo, anunciando que el régimen de Sadam Hussein, disponía de "armas de destrucción masiva". Sadam Hussein decidió invitar a los inspectores de la ONU para que comprobasen en territorio iraquí y en medio de acusaciones de espionaje por parte del antiguo régimen iraquí abandonaron el país. Finalmente, Iraq EE.UU inició la Guerra de Iraq. El conflicto bélico costó la vida a mas de 100.000 civiles iraquíes y aunque EE.UU declaró que la guerra había finalizado, el pueblo de Iraq sigue sumido en el caos. Y al final, los que convirtieron Iraq en un infierno sobre la tierra, durante años, reconocieron la no existencia de esas armas de destrucción masiva. Los arquitectos de la destrucción saben que la mayoría olvida rápidamente sus mentiras.
Pero EE.UU no se detiene y sigue jugando sucio. A través de los medios de comunicación occidentales, cuyos dueños son unos oscuros personajes que se ocultan detrás de una cortina, tratan de manipular la opinión pública internacional. En el caso de Irán, los medios propagan la idea de que el programa nuclear del régimen iraní no se destina a fines civiles sino a fines militares. En el caso de Siria, se insistió una y otra vez que el régimen sirio de al-Assad ha usado armas químicas contra la población de su país. incluso ex-militares de inteligencia estadounidenses advirtieron al gobierno estadounidense de la falsedad de las acusaciones y el propio gobierno estadounidense reconoció que no tiene evidencias irrefutables sobre el uso de armas químicas.
John Kerry cometió el desliz, al decir que existía una posibilidad de frenar la intervención militar estadounidense contra territorio sirio, que al-Assad entregase su arsenal de armas químicas. Unas declaraciones que fueron aprovechadas por Rusia, para proponer a Siria, que pusiese su arsenal de armas químicas bajo control internacional, algo que el régimen de Damasco aceptó, entre otras cosas, para dejar sin argumentos al gobierno estadounidense. EE.UU y los que apoyan la intervención militar estadounidense, se quedaron con la miel en los labios por la maniobra de Rusia, secundada rápidamente por Siria. No se lo esperaban, y en el fondo de sus corazones, desean que haya guerra, aunque no lo dicen abiertamente por no quedar mal ante la opinión pública. No es de extrañar, que El presidente Obama asegurase que aún era pronto para saber si el plan ruso de entrega de armas químicas por parte del régimen sirio tendría éxito y John Kerry advierte que la promesa de entrega del arsenal de armas químicas por parte de Damasco no era suficiente. Es un claro ejemplo, de que Occidente va a seguir boicoteando el régimen de Damasco, presionándolo hasta buscar un recodo, que le sirva de pretexto para atacar el régimen sirio. Existe un factor de desestabilización evidente, corrió`el rumor de que los rebeldes sirios estaban preparando un ataque contra Israel, usando armas químicas desde territorio sirio controlado por el régimen de al-Assad. El gobierno de Israel reconoció que los rebeldes sirios estaban en posesión de armas químicas. Ningún país en Oriente Medio ni las diferentes milicias armadas que hay en la zona, están dispuestas a recibir una bofetada en una mejilla para continuación, poner la otra mejilla para recibir otra bofetada.
Y en el ojo del huracán, se encuentra al-Assad que ha advertido a EE.UU con lo peor si ataca Siria y Obama ha recogido el guante del desafío y ha advertido a Siria, que todavía se mantiene predispuesto a atacar militarmente su país y Rusia trata de templar la situación advirtiendo a EE.UU que un ataque a Siria, supondría una explosión del terrorismo.
Estoy en contra de la guerra contra Siria, un conflicto bélico en Oriente Medio, implica la persecución de la minoría cristiana en Siria, una escalada de atentados terroristas por todo el mundo, una III Guerra Mundial, millones de muertos y heridos, el colapso económico mundial, la subida del precio del petróleo y el gas natural. Pero hay algo mas, Nicholas Rockefeller confesó a Aaron Russo, que la oligarquía financiera mundial había fijado su objetivo en derrocar el actual régimen de Irán, que es el fiel aliado de Siria y no puede permitirse el lujo de dejar caer al régimen de Damasco, porque sería situarse en una situación de indefensión ante EE.UU e Israel.
Y si creen que no existen mas motivos para estar en contra de la guerra en Oriente Medio, se equivocan. Existe un motivo que le afecta directamente. Nicholas Rockefeller comentó a Aaron Russo que el objetivo final de todo este plan que siembra destrucción y muerte, es la implantación de un chip RFID en humanos, para tener bajo control todo el dinero que circula mundialmente y para esclavizar a los ciudadanos. "Si alguien protesta se le apaga el chip" se jactó Nicholas Rockefeller, ante el estupor ingenuo de Aaron Russo, que le preguntó si no se daba cuenta del daño que causaba a la gente.
Y si creen que no existen mas motivos para estar en contra de la guerra en Oriente Medio, se equivocan. Existe un motivo que le afecta directamente. Nicholas Rockefeller comentó a Aaron Russo que el objetivo final de todo este plan que siembra destrucción y muerte, es la implantación de un chip RFID en humanos, para tener bajo control todo el dinero que circula mundialmente y para esclavizar a los ciudadanos. "Si alguien protesta se le apaga el chip" se jactó Nicholas Rockefeller, ante el estupor ingenuo de Aaron Russo, que le preguntó si no se daba cuenta del daño que causaba a la gente.
La agenda del Nuevo Orden Mundial se va cumpliendo, aunque con un retraso considerable causado por la oposición tenaz de países no alineados con su política internacional. Y los ciudadanos deben sumarse a esa oposición contra la instauraciòn de una dictadura global, que parece sacada de una una novela de George Orwell. Hoy son los sirios las víctimas, pero algún día no muy remoto seremos todos nosotros.
Esta paz momentánea es una farsa. Habrá guerra en Oriente Medio, si o si pero aún guardo una ligera esperanza de equivocarme... y ojalá me equivoque.
Esta paz momentánea es una farsa. Habrá guerra en Oriente Medio, si o si pero aún guardo una ligera esperanza de equivocarme... y ojalá me equivoque.