Kate Bowler es la autora del libro "Bendito: Una historia del Evangelio de la Prosperidad en América", que es la adaptación de su tesis doctoral, lanzado hace poco en los EE.UU., cayó como una bomba en el medio evangélico y fue el tema de la edición de septiembre de la influyente revista Christianity Today, según publica Gospel Prime.
La autora dice no escribir sobre un punto de vista teológico, la investigación incluye elementos de la historia, la sociología e incluso la psicología. Bowler se ha dedicado a investigar la influencia de este tipo de predicación en las iglesias evangélicas, entrevistó a pastores, visitó varias mega iglesias, tubo que leer docenas de libros y llegó a la conclusión que: La predicación de la prosperidad predomina en los púlpitos. Pero no sólo en los EE.UU., que va en paralelo con varios países, desde Brasil a Singapur, pasando a Nigeria.
Aunque en algunos lugares se presenta como "predicación de salud y la
riqueza", "confesión positiva" o "teología de la dominación", el enfoque
es el mismo: tener riqueza y buena vida aquí y ahora. La mayoría
de estos predicadores tienen sus propios programas de televisión,
escriben libros sobre el tema y atraen a mucha personas con sus
mega-iglesias. Y parece que a la gente les gusta más y más.
El movimiento que ofrece la prosperidad para todos los que tienen fe, se sobrepuso a la antigua predicación basado en el arrepentimiento y el cambio de vida.
Bowler es actualmente profesora en la Escuela de Teología de Duke, la
Universidad fundada por la Iglesia Metodista, pero que hoy forman
alumnos en el estudio de las diferentes religiones.
Según la investigadora, desde finales del siglo 19, los predicadores enseñaban que "la prosperidad venía de Dios" lo que ayudó a difundir diversos aspectos culturales del "sueño americano." Es decir, con la determinación y la perseverancia todos pueden algún día ser ricos.
Con pasar de los años, la predicación se modificó, hasta que en 1970 consolidaron un modelo que se utiliza en la actualidad. Fe = Inversión + autoayuda.
Los cultos que enfatizaban en la curación y milagros también ayudaron
en la formación teológica. Por último, en algunos lugares más que en
otros, el énfasis en la obra de los demonios como el principal obstáculo
a ser superado por el cristiano.
Citando estudios, Bowler dice que el 17% de los evangélicos estadounidenses reconocen ser parte de ese movimiento, que todos los domingos atrae a millones de personas a las mega-iglesias. Otro dato alarmante es que dos tercios de todos los evangélicos del mundo se encuentran en iglesias evangélicas que predican la "teología de la prosperidad", aunque la mayoría ni siquiera han oído hablar de él.
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