El descubrimiento confirmaría que las islas Azores no son más que las cimas de las montañas de una isla mayor que se hundió
La misteriosa pirámide de 60 metros de altura hallada a unos 40 metros bajo el mar del Atlántico, en las islas Azores, por el marinero Diocleciano Silva y veterinario de profesión, parece estar alineada con los cuatro puntos cardinales, similar a la Gran Pirámide de Egipto, según las lecturas batimétricas (relieve del fondo marino).
“La pirámide tiene una forma perfecta y aparentemente orientada por los puntos cardinales”, dijo Silva a los medios de comunicación locales y afirmó haber verificado que en aquella zona, existía un promontorio que subía y descendía geométricamente.
A raíz de este misterioso hallazgo, efectuado el pasado 19 de septiembre, la Radio y Televisión de Portugal (RTP) ya evoca la existencia de la Atlántida.
El descubrimiento de Silva confirmaría que las islas Azores, situadas a unos 1500 kilómetros al oeste de la costa de Portugal, no son más que las cimas de las montañas de una isla mayor que se hundió, tal como citaba Platón, “más allá de las columnas de Hércules”, como se le llamaba al estrecho de Gibraltar.
Según los cálculos, la misteriosa pirámide ha permanecido debajo del agua 11.000 años como mínimo desde la última edad de hielo.
Ahogada y desaparecida por siempre
De acuerdo con la cronología de Platón, la civilización de la Atlántida existió hace unos 12.000 años, tiempos aquellos en que la Tierra salía de Era del Hielo y la zona situada al norte de las islas Azores poseían glaciares que retenían una considerable masa de agua, lo cual ubica el nivel de los océanos y mares en unos 120 metros (promedio) por debajo de la superficie marina u oceánica actual.
Hace unos 10.000 años, cuando se produjo el deshielo, toda esa masa de agua se volcó de golpe sobre el Océano. En apenas un día y una noche la Atlántida, habitada por millones de personas de una adelantada civilización y cuyo centro neurálgico debió estar muy cerca de las islas Azores, se hundió en el fondo del Atlántico. Todos sus habitantes se ahogaron y fue totalmente destruida para siempre, adoptando el apodo de el Continente Perdido. Su historia ha inspirado a diversas expediciones en busca de sus restos.
En los últimos años se han encontrado estructuras megalíticas y antiguas construcciones de piedra en cada una de las nueve islas que integran las Azores. Uno de los hallazgos es una pirámide escalonada de 13 metros de altura, en el área de Madalena, en la isla Pico. La estructura tendría más de 7 mil años de antigüedad y evidencia que la descubierta en septiembre de este año, con dimensiones mayores a las de un estadio de fútbol, no es la única prueba de que las islas Azores estuvieron pobladas miles de años antes de que llegaran allí los portugueses.