Ingredientes (para 4 personas):
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2 aguacates maduros (de preferencia Hass) 
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1 tomate (jitomate) maduro, sin semillas y picado finamente 
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¼ de cebolla blanca, picada muy fino 
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1 chile serrano o jalapeño, picado (ajusta al gusto) 
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Unas hojas de cilantro fresco, picadas 
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Jugo de ½ limón o lima (para darle frescura y evitar que se oxide) 
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Sal al gusto 
Preparación:
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Preparar los aguacates: 
 Parte los aguacates por la mitad, retira el hueso y saca la pulpa con una cuchara.
 Colócala en un molcajete (mortero de piedra) o en un tazón.
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Machacar: 
 Aplasta la pulpa con el tejolote (o un tenedor) hasta obtener una textura cremosa, pero sin dejarla totalmente lisa —el guacamole tradicional conserva algunos trocitos.
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Agregar los ingredientes frescos: 
 Incorpora el tomate, la cebolla, el chile y el cilantro. Mezcla suavemente para no romper demasiado los trozos.
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Sazonar: 
 Añade el jugo de limón y la sal. Prueba y ajusta el sazón si hace falta.
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Servir inmediatamente: 
 Sírvelo fresco, acompañado de totopos (nachos de maíz), tacos o carne asada.
 Si necesitas reservarlo, cúbrelo con plástico de cocina tocando directamente la superficie para evitar que se oxide.
📝 Consejos:
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No se usa ajo ni crema en la receta tradicional. 
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Algunos añaden un poco de granada o trocitos de mango en versiones regionales, pero el guacamole clásico lleva solo los ingredientes de arriba. 
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El toque esencial es el cilantro fresco y el chile: sin ellos, pierde su carácter mexicano. 
 
 
