domingo, 12 de mayo de 2013

Esclavos a cualquier precio, no gracias


Hace siglos, la gran mayoría de nuestros antepasados fueron esclavos de Roma y algunos de nuestros "hermanos" les pusieron cadenas. Hubo una rebelión dirigida por Espartaco y al final fue aplastada por el ejercito romano y los esclavos que sobrevivieron fueron crucificados para dar ejemplo. Hoy ya no nos ponen cadenas ni nos dan latigazos para no quedar mal en los informes anuales de Amnistia Internacional. Un sistema está omnipresente en nuestras vidas. Envenenan el agua, el aire, los alimentos y cuando sufrimos enfermedades, nos tratan de curar con mas veneno hasta volvernos locos de atar, nos han obligado a vivir en junglas de hormigón y de asfalto, nos han enseñado que en esta selva gris, se impone "la ley del mas fuerte"; a trepar pisando al que fue alguna vez, nuestro amigo, amable vecino o buen ciudadano porque el pícaro es el héroe para esta sociedad y nadie ya quiere ser una buena persona porque su rentabilidad es cero. Como dijo alguien: no puedes ir de malo porque la gente se asquean y no puedes ir de bueno porque te toman por tonto, en esta vida hay que ser un hijo de puta sino te comen aderezado con perejil como hace el cocinero Karlos Arguiñano.

Esta locura fruto de tratar de sobrevivir a un sistema ideado por una panda de sádicos psicópatas. Eramos esclavos pero teníamos unos privilegios resumidos en un estado de bienestar que está menguando...y yo no percibo el brillo de la luna. Algunos criminales se van a reunir y en un pacto de sangre con el diablo Lucifer nos van a negar una educación digna, una sanidad digna, un trabajo digno...una vida digna. Pacto del euro lo llaman

Nos han robado o quieren robarnos nuestras casas, el coche...el presente y el futuro. Estamos en guerra aunque no entremos en combate con quien nos mandan. Ellos lo quieren todo y como siga así el estado de las cosas, nos vamos a quedar sin nada. Es una guerra sin muertos pero es una guerra a muerte y el ejercito romano avanza inexorablemente y solo encuentra a unos indignados dispuestos a recibir porrazos mientras alzan sus manos en son de una paz forzada porque como bien dijo alguien; las armas las tienen ellos y con sus leyes tienen la sartén por el mango. ¿Quien romperá con su espada nuestras cadenas? A lo mejor ese es el problema...que estamos esperando a alguien que no va a llegar porque permanecemos inquietos pero indiferentes al status quo que se avecina y que nos va a cambiar la vida para siempre.



....Y Espartaco juró venganza después de ser derrotado y prometió que un día volvería a la Tierra en forma millones de hombres...si no has sentido temor al leer esto último, puede que ya sepas lo que eres...uno de esos millones de hombres con los que soñó Espartaco.

Esclavos a cualquier precio, no gracias.