- La presidenta chilena, Michelle Bachelet, ha declarado la zona de catástrofe.
- Ha cancelado un viaje oficial que tenía previsto hacer a Argentina.
- El fuego ha devastado unas 850 hectáreas, ayudado por el viento.
- Es el peor incendio de la historia de la ciudad y la vecina Viña del Mar también está en alerta roja por el incendio.
Doce personas han fallecido, entre ellas un menor, más de 10.000 han sido evacuadas y cerca de medio millar de viviendas han quedado destruidas por un incendio que desde las últimas horas del sábado afecta a varios cerros del puerto chileno de Valparaíso, informaron este domingo fuentes oficiales.
Alrededor de 700 damnificados permanecen albergados en escuelas habilitadas.
Además, cinco personas fueron atendidas por quemaduras en los centros hospitalarios de la ciudad, de las que dos fueron trasladadas a Santiago por la gravedad de sus lesiones, según fuentes médicas.
El ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, ha permanecido en el principal puerto chileno, a 120 kilómetros al oeste de Santiago, que se encuentra en estado de excepción y ha sido declarada zona de catástrofe por la presidenta, Michelle Bachelet.
El siniestro, que abarca ya unas 850 hectáreas, comenzó como un incendio forestal en el camino La Pólvora, pero el fuerte viento hizo que se propagase a las zonas pobladas de los cerros La Cruz, El Vergel, San Roque, Las Cañas y Mariposas.
La luz del día ha permitido el despliegue de una docena de aviones y helicópteros para combatir desde el aire los focos del incendio, "de forma más eficaz por la ausencia de viento", dijo a radio Cooperativa Pablo Mira, director regional de la Corporación Nacional Forestal (Conaf).
Por segunda noche consecutiva, los seis albergues habilitados de manera urgente en Valparaíso volverán a acoger a unas 1.200 personas que han perdido su casa y ni siquiera tienen dónde pasar la noche.
Comité de emergencia
La presidenta Bachelet, que durante este domingo encabezó un comité de emergencia en Valparaíso y recorrió los albergues y zonas afectadas, sostendrá este lunes una reunión en el palacio de la Moneda, en Santiago, con varios de sus ministros, para analizar la emergencia en la ciudad portuaria.
Bachelet firmó en la noche del sábado un decreto declarando el estado de excepción y zona de catástrofe en la ciudad, azotada por el peor incendio de su historia. Además, las autoridades declararon la alerta roja tanto en Valparaíso como en la contigua ciudad de Viña del Mar.
Al igual que sucedió días atrás con el terremoto ocurrido en el extremo norte del país, que causó seis muertos y graves daños materiales, la mandataria decretó rápidamente el estado de excepción constitucional, lo que otorga a las Fuerzas Armadas el mando para garantizar el orden y la seguridad, además de coordinar las labores de evacuación.
La catástrofe en Valparaíso ha alterado la agenda de la mandataria, que este martes tenía previsto viajar a Argentina, en la que iba a ser su primera visita oficial desde que hace un mes retornó a la presidencia de Chile.
El Gobierno apoyará a los damnificados con un bono equivalente a 370 dólares.
Durante la noche de este domingo y la madrugada del lunes, unos 900 policías resguardarán el orden y la seguridad en Valparaíso, que está bajo el control de las Fuerzas Armadas desde que anoche la presidenta Bachelet decretó el estado de excepción a causa de la catástrofe. El responsable del Interior informó de que han sido habilitados lugares de acopio para recolectar materiales de construcción, ropa y alimentos con los que ayudar a las familias afectadas, que este mismo domingo, con sus casas todavía en ascuas, comenzaron a retirar los escombros.
El ministro Peñailillo detalló que el Gobierno apoyará a los damnificados con un bono equivalente a 370 dólares para que puedan comprar ropa y otros artículos de primera necesidad, y también les entregará herramientas para reconstruir sus casas.
La previsión es que, si se mantienen las condiciones meteorológicas, para mediados de la próxima semana el incendio esté totalmente extinguido, por lo que las brigadas aéreas y terrestres seguirán trabajando en los próximos días.
Pero mientras la veintena de helicópteros e hidroaviones y los 1.500 bomberos y brigadistas forestales luchan denodadamente para dominar los nuevos focos de incendio que se han avivado con el viento y mantener el resto bajo control. A última hora de la tarde del domingo, las autoridades ordenaron el desalojo de las viviendas del cerro Ramaditas, en la parte alta de Valparaíso, donde se reactivó el incendio.
Por otro lado, un total de 187 reclusas del centro penitenciario femenino de Valparaíso fueron trasladadas a las cárceles de San Joaquín y San Miguel, ubicadas en Santiago.
Ningún brigadista herido
El director ejecutivo de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), Aaron Cavieres, declaró a CNN Chile que hasta el momento ningún brigadista ha resultado herido durante las labores de extinción de este incendio, que comenzó la tarde del sábado en un área forestal y rápidamente se propagó a cinco cerros habitados.
Hemos sido constructores y arquitectos de nuestros propios peligro
El responsable de la Conaf pidió a la población que estos días no encienda fuego, porque además de la catástrofe de Valparaíso, los brigadistas están combatiendo otros dos incendios en la zona, uno en San Antonio y otro en Pichilemu.
En tanto, la empresa de agua potable Esval anunció este domingo un corte en el suministro en Valparaíso y la vecina ciudad de Viña del Mar, con objeto de atender la demanda provocada por los incendios.
"Somos una ciudad demasiado vulnerable. Hemos sido constructores y arquitectos de nuestros propios peligros", declaró este domingo al Canal 24 Horas el alcalde de Valparaíso, Jorge Castro, quien se declaró "impotente" ante la emergencia que desde el sábado ha calcinado cinco cerros poblados.
Las autoridades han suspendido las clases para el lunes en toda la ciudad, situada a 120 kilómetros al oeste de Santiago y donde habitan unas 250.000 personas.