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Una afición cada vez mas conocida y ejercida es la gestión de un huerto urbano o maceto huerto. Se trata de "olvidar" o "disimular" un poco el asfalto y el cemento en las ciudades, cultivando pequeños -o no tan pequeños- huertos en espacios urbanos, normalmente en macetas o jardineras de diverso tamaño y forma, en domicilios particulares, ya sean terrazas, patios, balcones, áticos y, quien tenga la suerte, un trozo de suelo.
También hay iniciativas de este tipo en zonas como parques, solares, etc, algunas incluso organizadas por los respectivos ayuntamientos, y estos espacios se suelen ceder durante un tiempo para que los "agraciados" puedan ejercer su hobby. Y digo agraciados porque siempre hay mas candidatos que plazas disponibles. Pasado ese tiempo, nuevos entusiastas se ocuparán del huerto urbano en cuestión.
Me suena haber visto huertos urbanos en colegios, en plan experimento a nivel de clase o de grupo.
Sea como sea, todo huerto necesita ser abonado. También los urbanos. Hablo de huertos, pero este abono también sirve para el jardín, para plantas ornamentales.
La inversión es mínima. Se necesitan muy pocas cosas para hacer compost.
El procedimiento que expongo a continuación no es el único -y probablemente tampoco sea el mejor- pero es el que utilizo con éxito para hacer el compost de mi huerto urbano. En realidad, no habrá grandes diferencias entre este método y el de cualquier otro. El proceso es básicamente siempre el mismo
El proceso de compostaje
El proceso de compostaje consiste en apilar -hacer un montón- con cierta clase de materiales y dejarlos fermentar o descomponer bajo unas condiciones mas o menos controladas de humedad, aireación y temperatura. Se someten a compostaje los restos vegetales y el estiércol principalmente. La fermentación corre a cargo de microorganismos que hay siempre presentes en el suelo, en los mismos materiales a compostar, en las herramientas...e incluso en nuestras manos. Microorganismos no nos van a faltar.
El compost se suele hacer por lotes: Se inicia en una fecha determinada y estará listo en un tiempo determinado.
Tiempo de compostaje
Ese tiempo dependerá de muchas cosas. En el mejor de los casos se tarda un mínimo de 4 meses, siendo lo normal de 6 meses a un año. Por regla general, el compost progresa mas lento en invierno que en verano. Es por esto que interesa hacer lotes mas bien grandes, que puedan cubrir las exigencias del huerto para todo el año, ya que no estamos seguros de poder hacer dos lotes anuales. Bien está la cosa si hacemos un lote anual.
Quiero subrayar un hecho determinante a la hora de acelerar el proceso, y que no se le suele dar mucha importancia:
Cuanto más pequeños sean los trozos del material que aportemos para compostar, tanto más rápido será ese compostaje.
La diferencia puede medirse en meses e incluso años. Aquí tenemos -como no-, a la Ley de Murphy: Cuanto mejor sea el proceso, mas trabajoso nos resulta. Picar todo el material, especialmente si se hace a mano, puede ser un poco tedioso. Afortunadamente, vamos a manejar cantidades pequeñas porque hablamos de pequeños huertos. Es fácil entender que una patata entera no se va a descomponer con la misma rapidez si se echa entera, que troceada.
Aquí, la clave está en la superficie expuesta a los microorganismos. Los materiales son "atacados" por dichos microorganismos mas bien en su superficie. Pero si cortamos una patata en dos, ahora aparecen dos superficies nuevas: Las del corte. Y con cortes sucesivos de cada una de las partes, cada vez mas superficie, por lo que el compostaje se realiza con más rapidez.
Muchísimos fenómenos físicos y químicos están sujetos a este hecho:
- Un radiador térmico es mas eficiente si tiene gran superficie.
- Cuantos mas finos los ingredientes, mas viva es una pólvora
- El carbón activado tiene una granulometría finísima, por eso absorbe tanto.
- Te quemarás mas severamente con NaOH en polvo que en lentejas
- Un electrodo es mas eficaz a mayor superficie, no a mayor masa.
- ...y así, un montón de fenómenos. El compostaje no escapa a esta "norma".
La "otra" opción es no complicarse dividiendo los componentes, o dividirlos en trozos mas grandes, y simplemente hacer lotes mas grandes, previendo que el compostaje durará el doble o el triple. Por ejemplo, dos años.
Materiales aptos para hacer compost
Hay de dos tipos:
1) Material "Verde", es decir, material fresco, que contiene humedad y va a proporcionar el nitrógeno al compost.
2) Material "Seco", con muy poca humedad y proporciona carbono.
Es importante que haya una buena relación entre ambos tipos, verde y seco, para que el compost sea de calidad. Si nos excedemos aportando material verde, el exceso de nitrógeno simplemente se escapará del compost en forma de compuestos amoniacales, quedando el compost bien equilibrado de forma automática. Por eso, si tenemos duda, es mejor "pasarse" con material verde que con el seco.
Entre los materiales verdes tenemos:
- Restos de vegetales de la cocina, y también del huerto. Los mercados también son un buen punto para conseguir gratis grandes cantidades de este material para quienes prefieran iniciar un lote arrancando con mucha cantidad de material. Debemos evitar los cítricos, pues bajan demasiado el pH.
- Posos de café
- Restos de infusiones, incluyendo la bolsita, en su caso.
- Estiercol: Vaca, caballo, oveja, conejo, pollo, ... en fin, de animales herbívoros, pero evitaremos los de las mascotas carnívoras (gatos, perros) por no ser apropiados para el compost ya que contienen agentes indeseables que no serán destruidos a pesar de los 60ºC de la fase termofila, y esto hay que tenerlo en cuenta si las plantas a ser abonadas son alimentarias y no ornamentales.
- Algas, especialmente la "posidonia oceánica", que es esa típica alga en forma de cinta que se deposita en las playas tras un temporal. Son muy ricas en minerales.
- Podas de cesped.
- Material "verde", del que abandonan en los mercados
- Material "verde", del que abandonan en los mercados
Y entre los materiales secos, están:
- Hojas secas. Es mejor fragmentarlas y aportarlas en no mucha cantidad, pues alargan el proceso de compostaje.
- Paja: Otro material que además de aportar carbono, evita que el compost esté demasiado húmedo.
- Serrín: Se entiende que tiene que ser de madera sin químicos.
No debemos aportar:
- Grasas ni aceites, ni restos de guisos que los lleven
- Carne
- Pescado
- Lácteos
- Huevos
Estos materiales provocarán mal olor y atraerán roedores e insectos indeseables...
- Por supuesto, tampoco pondremos nada que no sea orgánico.
El recipiente, la compostera
Para hacer compost casero, una solución bastante a mano es usar un cubo de basura, de plástico, de los denominados de "comunidad" que tienen una capacidad de 100L. Será mas que suficiente.
Cubo de basura de 100L, con taladros en lateral y base |
Al cubo le hice taladros en los laterales, y en la base. El diámetro de los taladros es de unos 6mm. Estos taladros permiten la aireación del interior, pero impiden que el material se salga fuera del cubo. Un buen compostaje debe realizarse en condiciones de oxigenación.
Los taladros de la base sirven también como drenaje para dar salida al exterior a los zumos o exudados que se formarán en algún momento del proceso, especialmente al principio, tras el aporte inicial de material, sobretodo si el aporte ha sido grande. Si la compostera no está sobre el terreno -que será lo más probable- y para evitar manchar el suelo, se puede situar el cubo sobre una bandeja o similar para recoger dichos zumos. Yo lo pongo sobre una bandeja redonda de las usadas como soporte de macetas, que se venden en un vivero o tienda de material de jardinería.
Llenando la compostera
Podemos hacer un aporte inicial grande -como hice en el vídeo- para que arranque la fase termófila, o podemos hacerlo poco a poco, según vayamos disponiendo del material.
Compostera casi llena |
En el primer caso, hay que organizarse y disponer de cierta intendencia, para poder tener todos los materiales verdes en un plazo de tiempo relativamente corto para evitar que alguno de ellos se estropee. Los materiales secos (paja, serrín, hojas secas) son menos problemáticos en cuanto a conservación y pueden tenerse desde bastante tiempo antes.
Yo actúo así:
Material verde: Si tu huerto no es grande, o no es momento de disponer de restos vegetales, y por supuesto, ninguna cocina doméstica puede generar varios kilos de este material en cuestión de 2-3 días, lo mejor es la opción "mercado", como puedes ver en el vídeo.
Posos de café: Ese bar o restaurante amigo...
Estiercol: Merece la pena buscar algún sitio donde tengan animales y puedas conseguir aunque sea un par de cubos de estiércol.
Una vez todo el material reunido, iremos echándolo a la compostera procurando alternar distintos tipos de material. Es decir, no pondremos todo el café de golpe, todo el estiércol de golpe, todo el verde de golpe. Aunque luego lo mezclemos, es mejor alternar los distintos materiales.
Ya se comentó antes la conveniencia de dividir los trozos grandes de material en trozos mas pequeños. Esto atañe al material verde (restos de hortalizas) y a la paja. El resto de materiales ya viene de por sí bien fino o dividido.
Una vez llena la compostera...
La situaremos en un lugar al abrigo de la lluvia y donde no le de el Sol directo. La tendremos destapada para que la aireación sea máxima. Es probable que acuda la mosca de la fruta, que es inofensiva pero supone una molestia. Se puede limitar su presencia poniendo en la cima del compost algún material que -si bien deja respirar al compost- supone una barrera para la mosca. Pueden servir: hojas secas, un poco de paja, hojas de periódico hechas una bola...cualquier cosa menos cerrar la compostera con su tapa.
Ubicación de la compostera completamente terminada. |
Ya sólo queda vigilar la humedad, voltear de vez en cuando ...y esperar.
Fase termófila
Una vez hecha la pila de compost, los dos primeros días, hay una actividad a cargo de microorganismos mesófilos a temperatura moderada. Después, la temperatura se eleva por encima de 40ºC y comienza la fase termófila. Ahora es el turno de los microorganismos termófilos.
Dependiendo de la cantidad -y del tipo- del material aportado, y también de las condiciones ambientales, arrancará (o no) la fase termófila, y lo puede hacer tan pronto como al día siguiente de haber hecho el montón, siendo habitual que lo haga al segundo o tercer día después de hecho el montón. En este vídeo a mí me tardó unos cuatro días en alcanzar 58ºC. El comienzo de esta fase se reconoce porque el interior de la pila de compost se calienta, pudiendo alcanzar los 60ºC. Esta fase es deseable (aunque no imprescindible) porque se destruyen patógenos y ocurren reacciones en el compost que lo hacen madurar mucho en pocos días.
Se alcanzaron 58ºC... |
El calor generado no siempre es fácilmente detectable, porque ocurre en el interior de la pila. La periferia o parte externa del cubo apenas se calienta. Puedes saber que esta fase ha comenzado insertando un alambre o varilla metálica en el compost. Dejas pasar unos segundos y la extraes. Al tacto, por su temperatura, sabremos si la fase termófila ha arrancado o no.
La fase termófila solo arrancará si la pila supera cierto tamaño. Este cubo de comunidad de 100L, a medio llenar, ya tiene porte suficiente como para que esta fase tenga lugar. Doy fe.
Esta condición de alta temperatura se mantiene por unos días -no muchos- y en esta ocasión me duró ocho días. Hablo de pilas de tamaño pequeño como las que vamos a hacer nosotros. Una pila de varios metros cúbicos -en cambio- puede mantener el calor durante semanas.
Tras esta fase, es normal que el nivel del compost baje incluso a menos de la mitad. Es opcional volver a hacer otro aporte de material para aprovechar el volumen del cubo y hacer mas compost. Tras lo cual volverá a arrancar la fase termófila...y volverá a bajar. He llegado a hacer hasta cuatro aportes en la misma compostera a fin de llenarla.
Fase de enfriamiento o maduración
Terminada la fase termófila, la temperatura desciende hasta igualar a la ambiental.
Los microorganismos mesofílicos, que dominaban el panorama antes de comenzar la fase termófila, vuelven a retomar el protagonismo y lo harán hasta el final.
Esta fase supone la mayor parte del tiempo en la elaboración del compost.
Durante esta fase, vigilaremos la humedad:
Si la pila está bien ubicada a salvo de la lluvia, no debería encharcarse nunca.
Y si no le da el Sol directo, tampoco debería secarse. Si a pesar de todo vemos que está demasiado seca la regaremos sin excedernos, removiendo para distribuir la humedad.
También en esta fase debemos voltear el contenido para airearlo, y evitar compactaciones y pudriciones. La periodicidad mínima para voltear el compost será de una vez al mes. Mejor cada quince días.
Los microorganismos los tenemos asegurados: Están en todas partes, y serán los que conviertan el material original en compost. Si tenemos suerte, podemos encontrarnos con organismos "superiores" que nos ayudaran en el compostaje, como pueden ser lombrices, hormigas, caracoles y babosas y algunos insectos. Algunas modalidades de compostaje explotan y se sirven de algunos de estos "visitantes", como es el caso del vermicompostaje, que se vale de la lombriz roja californiana.
Cómo reconocer el compost terminado
El paso del tiempo ya es un indicativo de cómo debe ir nuestro compost.
Vamos a reconocer cuándo el compost está listo cuando:
- No podamos reconocer los materiales que aportamos al principio
- El color sea uniforme (marrón o casi negro) y no "de colores" como al principio.
- El olor es agradable, huele a tierra y no a basura. (Quien lo diría si se tienen en cuenta los materiales desde los cuales se partió).
Compost terminado de uno de mis lotes, hecho con anterioridad a este artículo del blog. |
Conservar el compost terminado.
Se puede guardar en bolsas bien cerradas. Yo lo dejo en un cubo igual que la compostera pero sin orificios.
A la hora de abonar...
Esparcir sobre el terreno o sustrato a razón de 1-2 Kg por cada metro cuadrado.
Incorporar el compost escarbando un poco en lugar de dejarlo en la superficie.
El mejor momento para abonar es otoño-invierno. Si se inicia un lote en abril, estará listo precisamente para esas fechas.