Según alerta un nuevo informe del Parlamento europeo, los terroristas del Estado Islámico han introducido en Europa armas químicas y biológicas y un verdadero ejército compuesto por centenares de científicos para preparar la guerra con armas de destrucción masiva contra Occidente.
El alarmante documento detalla que Estado Islámico ha reclutado todo un ejército de expertos en química, física y ciencias de la computación y ha pasado de contrabando a Europa material para realizar armas de destrucción masiva en “futuros ataques” en los que se podrían usar materiales químicos, biológicos, radiológicos o nucleares (QBRN).
El informe aconseja a los Gobiernos europeos y a las instituciones de la UE que “estén en alerta”, y consideren “abordar públicamente la posibilidad de un ataque terrorista con materiales químicos, biológicos, radiológicos o incluso nucleares”.
El documento del Parlamento europeo afirma que “Las armas entran en la UE sin ser detectadas”
Otro dato impactante del estudio es que unos 150 casos de tráfico nuclear o radiológico son reportados anualmente y que “las sustancias QBRN han entrado en la Unión Europea sin ser detectadas”.
“Es la amenaza terrorista más grave en 10 años”, recalca el documento.
En determinados medios alternativos se considera que estas declaraciones forman parte de una campaña para infundir miedo entre la población, con el fin de que acepte cada vez más restricciones de sus libertades. Asimismo, dichos medios afirman que estas advertencias podrían indicar la posibilidad de un atentado QBRN de falsa bandera.
Más allá de estas consideraciones, que algunos califican de “conspiranoicas”, uno debe preguntarse: ¿cómo sabe el Parlamente Europeo que las sustancias han entrado sin ser detectadas si de hecho no puede detectar su entrada y por qué, con tanta vigilancia como hay, puede suceder algo así con material tan sensible?