viernes, 24 de febrero de 2017

Un gran tsunami podría preceder al Reinado del Anticristo según profecías coincidentes de la Virgen de Fátima y San Patricio

Las profecías de San Patricio (del siglo III) al parecer también mencionan los eventos vistos en 1944 por la última vidente de fátima en Tuy (Pontevedra) sobre un gran tsunami antes de la última gran persecución de la iglesia por el anticristo.

Y no sólo eso, una serie de profecías dadas sobre irlanda en varios siglos diferentes hablan del mismo fenómeno. Esto demuestra que la virgen está dando el mismo mensaje desde hace siglos.

Los mensajes y visiones de Sor Lucía De fátima

Como ya es conocido, Sor Lucía fue testigo de una visión de un tsunami devastador que al parecer es el preludio de la Pascua final de la iglesia que se detalla en el tercer secreto y que describe el martirio de un Papa perseguido junto con el clero, religiosos y laicos, en lo que puede interpretado como la última persecución de los cristianos por el Anticristo.

Sor Lucía de Fatima

Parece que lo que contiene la aparición en 1944 en Tuy está relacionado de alguna manera con la interpretación del mismo secreto que Nuestra Señora había pedido a Sor Lucía que escribiera como Tercer Secreto con esta indicación:

“… Vive en paz y escribe lo que se te manda, pero no lo que te he dado a entender sobre su significado”, aludiendo que la misma Virgen le había revelado el significado de esa visión a Sor Lucía.

Si esta aparición de 1944 en Tuy está relacionada de alguna manera con el contenido del mismo Tercer Secreto, entonces deberíamos comparar en integrar lo que se ha encontrado en ambas visiones como la descripción de la luz deslumbrante de Dios:

“Sentí mi espíritu inundado por un misterio lleno de luz que es Dios y en Él he visto y oído: la punta de un lanza-llamas que se desprende, toca el eje de la tierra y [la tierra] se sacude: montañas, ciudades, pueblos y aldeas con sus habitantes están enterrados.

El mar, los ríos y las nubes están fuera de sus límites, se desbordan, las inundaciones arrastran con ellas, en un remolino, casas y personas en un número que no puede ser contado; es la purificación del mundo del pecado en que está inmerso” (aparición en tuy, 3 de enero de 1944).

Y la otra parte a integrar es la relacionada con el Tercer Secreto:

“… Y vimos en una inmensa luz que es Dios: algo semejante a cómo la gente aparece en un espejo cuando pasan ante él; un Obispo vestido de Blanco que teníamos el presentimiento que era el Santo Padre. Otros obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subiendo una montaña empinada, que en su parte alta había una gran cruz de maderos toscos como de alcornoque con la corteza”… (Tercera Parte del Secreto de Fátima)

Parece que las descripciones mencionadas arriba sobre la deslumbrante luz que representa el resplandor de Dios, están hechas para ser observadas de un lado al otro con el objeto de proporcionar al lector algún tipo de indicador cronológico en cuanto a la secuencia de los acontecimientos del final de los tiempos que figura en el Tercer Secreto.

En el tercer secreto, se nos indica que la última persecución que hará el Anticristo a los cristianos sucede luego de una visión de la luz de Dios, mientras que en la aparición del año 1944 el aspecto del resplandor de Dios es seguida por un evento catastrófico, un tsunami.

Por ello, si se conectan estos dos eventos, entonces el tsunami visto en la visión de 1944 se puede relacionar de alguna manera en el final de los tiempos con la persecución de los cristianos por el Anticristo.


Similitud con las profecías de San Patricio

Esta secuencia de eventos también aparece en una antigua profecía atribuida a san patricio, que establece que 7 años antes del fin de los tiempos, el mar destruiría Irlanda con el fin de proteger a los irlandeses del reinado del Anticristo.

Esta profecía se remonta a documentos originales que datan del siglo VII que se basan en el El libro de Ultan, una fuente ahora perdida, anteriormente escrito por un discípulo del mismo San Patricio.

“Estas son las tres oraciones de San Patricio que fueron entregadas a nosotros por los Hibernians, suplicando que todos debemos ser recibidos el día del juicio, aún si nos arrepintiéramos en los últimos días de nuestra vida:

Que él no debiera ser encerrado en el infierno.
Que las naciones bárbaras nunca tendrían dominio sobre nosotros.
Que nadie nos conquistará, esto es por los escoceses, siete años antes a la fecha de juicio. Porque siete años antes del juicio el mar los destruirá”.

La oración que “ninguna nación bárbaras” tendrá dominio sobre Irlanda, hasta el momento ha demostrado ser cierta en el hecho de que sólo ha sido conquistada por naciones cristianas.

Esta predicción de los últimos tiempos con la inundación de Irlanda se asocia a menudo con otras profecías también irlandesas.


Más profecías que Irlanda sufrirá una catástrofe y será cubierta por el mar

una serie de profecías extrañamente coincidentes, dadas a través de varias centurias, hablan de una catástrofe en la que el mar cubrirá a irlanda, siete años antes del final, o el día del juicio.

“Siete años antes del último día el mar sumergirá a Irlanda en una inundación” (San Columba)

Varias profecías de santos y otros místicos identifican que el final de la Época será precedido por un evento trágico en Irlanda. Sin embargo, un sano escepticismo es siempre de orden, cuando leemos profecías que dicen tiempos específicos.

Después de todo, con respecto a su regreso, Jesucristo advirtió:

“Nadie sabe el día ni la hora, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.” (Marcos 13:32)

Acá hay otra más:

“El mar vendrá sobre Irlanda siete años antes del Día del Juicio” (San Nennius)

¿Es inconcebible que un terremoto con un tsunami posterior pueda engullir una isla como Irlanda? ¿Quién lo sabe, sino Dios?

Sin embargo, el 26 de diciembre de 2004, un terremoto submarino liberó energía equivalente a 23.000 bombas atómicas del tipo de las lanzadas en Hiroshima, bajo la superficie de la tierra. Esta fuerza causó una serie de olas asesinas en todo el Océano Índico, que viajaron tan rápido como un avión a reacción. El terremoto de magnitud 9,0 fue el de mayor magnitud en 40 años y el tsunami que generó viajó 3.000 millas hasta África.

Cerca de 230.000 personas fueron encontradas muertas. Tal vez podría haber sido un evento del tamaño de Irlanda.

Y otra más:

“El mar abrumará a Irlanda siete años antes de la sentencia” (Leabhar Breac)

Las predicciones son sorprendentemente consistentes. Por alguna razón, un tsunami en Irlanda, al parecer, sigue emergiendo de la profecía.

¿Podría ser que una falsa profecía se haya repetido a ciegas a través de siglos por personas santas? Tal vez. ¿O estas predicciones se produjeron en forma independiente? Es difícil saberlo.

Pero lo consistente es que coincide con la visión que tuvo Sor Lucía de Fátima.


¿Una razón espiritual para el tsunami?

En algunas versiones, la profecía de San Patricio se expresa así:

“El mar inunda a Irlanda siete años antes del final

para que el diablo no pueda pronunciarse sobre ese pueblo” (San Patricio)

Esta profecía identifica una razón espiritual para la tragedia anunciada.

Según la antigua tradición profética cristiana, el período de la tribulación en los últimos tiempos en la que se considera el ascenso al poder del anticristo, tendrá una duración de un total de siete años.

El hecho de que la profecía de San Patricio predice que el mar destruirá Irlanda siete años antes del final de los días para proteger a los irlandeses del reinado del Anticristo, sugiere que la Bestia asciende a dominar el mundo, como consecuencia directa de un hecho en la naturaleza, una inundación catastrófica, que posiblemente sea causada por el colapso de algún volcán o un terremoto, o hasta quizás una explosión atómica.

La Bestia surge, por tanto, literalmente desde el caos de la mar como lo dice el Libro del Apocalipsis:
“Y vi una bestia que sube del mar, con diez cuernos y siete cabezas, con diez diademas sobre sus cuernos y nombres blasfemos sobre sus cabezas” (Ap 13, 1)

¿Quizás la razón sea la pérdida de fe?  ¿Podría el (posible) cataclismo ser causado por el rechazo generalizado de la fe, objetivado por ejemplo en irlanda?

Una vez más vemos la corrección que el Cielo quiere crear con las amenazas de cataclismos.

Otra profecía aún más oscura atribuida a San Patricio parece predecir lo impensable: un momento en que Irlanda perderá su fe en Cristo.

Lamentablemente, esta profecía prácticamente describe el estado actual de la isla, que, en gran medida, ahora rechaza la fe católica romana. Lo que antes era una parte inseparable de la identidad nacional irlandesa, ahora está sujeto a la calumnia de un creciente anticlericalismo por los medios irlandeses que se han filtrado con más amplitud en la sociedad de hoy.

Los irlandeses están en una carrera de máxima aceleración alejándose de la fe de sus padres, como sucede en todos los rincones de europa.

La profecía aparece en el capítulo CLXXV del Vita por el hagiógrafo cisterciense Jocelyn de Furness (1175-1214)

“El hombre de Dios ansiosamente y con seriedad deseaba y rogaba que se le permitiera certificar el presente y el futuro estado de Hibernia, a fin de asegurar su fe y el valor de que sus trabajos estaban entregados a vista de Dios.

Entonces el Señor escuchó el deseo de su corazón, y le manifestó por una revelación evidente, porque mientras él se dedicaba a la oración, le abrió el corazón y su mente y vio a toda la isla como si fuera una llama ascendente de fuego hasta cielo; y oyó al ángel de Dios que le decía: ‘Tal cual en este momento es Hibernia ante los ojos del Señor’

Y después de un momento contempló en todas partes de la isla como montañas de fuego se extendían hasta los cielos. Y de nuevo después de un pequeño momento contempló como si éstas fueran velas encendidas, y luego una oscuridad cubrió todo y contempló tenues luces, y al final contempló carbones de mentiras ocultas por aquí y por allá y como eran reducidas a cenizas que aún ardían.

Y el ángel añadió: ‘Lo que tú ves que aquí se muestra es cómo estará el pueblo de Hibernia’.

Entonces el santo, en un gran llanto a menudo repetía las palabras del salmista: ‘Sea lo que se aparte de Dios para siempre ya no podrá rogar su misericordia porque llego a su fin desde generaciones en generaciones. ¿Será que Dios olvidará ser misericordioso, y cerrará su misericordia por su disgusto?’

Y el ángel le dijo: “Mira hacia el lado norte, por el lado derecho en lo alto estarás contemplando cómo la oscuridad se dispersa en la luz que a partir de entonces se levantará’.

Entonces el santo levantó los ojos, y en un primer momento vio una pequeña luz que surgía en Ulydia, la cual desde hace mucho tiempo se mantenía en la oscuridad y al fin se dispersó, iluminado con sus rayos a toda la isla.

Luego el corazón del santo se llenó de alegría y con exaltación dio gracias por todas las cosas que se le habían mostrado; y entendió la grandeza del ardor del fuego de la fe cristiana, la devoción y el celo de la religión con los que los isleños se quemaban.

Por las montañas de fuego entendió que eran hombres santos que por sus milagros y por sus virtudes destacaban en sus predicas y en sus ejemplos. Por la disminución de la luz, la disminución de la santidad. Por la oscuridad que cubrió la tierra, la infidelidad que prevalecería incluso en él mismo” (Ver aquí para la Vita de San Patricio por Jocelyn de Furness).


Esta profecía atribuida a San Patricio también parece estar asociada con la gran apostasía presagiada en la escritura donde se habla acerca de una decreciente desaparición de la fe de los cristianos hacia el fin del mundo.

También hay una profecía de Tsunami en Inglaterra

Tampoco la vecina Inglaterra se escapa de terribles predicciones sobre un posible tsunami. En 1630, fue hecha otra profecía:

“Vi a una tierra tragada por el mar y cubierta de agua, pero después vi que poco a poco, el mar se retiró y dejó la tierra visible, y las partes superiores de las torres y torretas de las ciudades emergieron y parecían más hermosas que antes de ser tragadas por el mar, y se me dijo que era Inglaterra” (Padre Balthassar Mas)

Y aquí vemos funcionar la esperanza. Este es el premio luego de eliminado el mal, que se puede eliminar antes, por acción de los propios hombres, o porque el cielo deja pasar un evento catastrófico que producirá la “limpieza”.

Fuentes: