sábado, 25 de noviembre de 2017

El atentado terrorista contra una mezquita de Sinaí se convierte en el peor de la historia de Egipto con más de 300 musulmanes muertos



© Mohamed Soliman, Reuters | Un grupo de personas permanece frente a la mezquita de Al Rauda, lugar del ataque, en Bir al-Abed, Egipto, el 25 de noviembre de 2017.

Texto por Federico Cué

Última modificación : 25/11/2017

Según la agencia estatal MENA, al menos 305 personas fallecieron, incluidos 27 niños, como consecuencia del ataque en Bir al-Abed. La fiscalía pública egipcia aseguró que los atacantes eran entre 25 y 30 y portaban una bandera del Estado Islámico.

A través de un comunicado, la fiscalía pública de Egipto vinculó a los atacantes con el grupo Estado Islámico, pese a que hasta el momento ninguna organización se ha atribuido la responsabilidad del hecho.

De acuerdo al fiscal Nabil Sadeq, los fieles “fueron sorprendidos por los atacantes”, entre los cuales eran “entre 25 y 30”, quienes llevaban “la bandera del grupo Estado Islámico y tomaron posiciones frente a la puerta de la mezquita y sus 12 ventanas con rifles automáticos”.

Los hombres armados, algunos con máscaras y uniformes de estilo militar, rodearon la mezquita para bloquear las ventanas y una entrada y abrieron fuego con rifles automáticos, según detalló la declaración de la fiscalía, citando su investigación y entrevistas con sobrevivientes heridos.

Por su parte, testigos del hecho aseguraron que los atacantes lanzaron una bomba al final de las oraciones del viernes en la mezquita de Al Rauda, en Bir al-Abed, al oeste de la ciudad de Arish, en el norte del Sinaí y luego abrieron fuego mientras los fieles trataban de huir, disparando contra ambulancias y prendiendo fuego automóviles para bloquear caminos.

“Cuando comenzaron los disparos, todos corrían y chocaban unos con otros. Pero pude distinguir hombres enmascarados con ropa militar”, comentó Magdy Rezk, una sobreviviente herida, desde su cama de hospital, citada por la agencia Reuters.

De acuerdo a la información de la agencia de noticias estatal MENA, el ataque dejó al menos 305 muertos, entre ellos 27 niños, y 128 heridos.

El ejército egipcio inició una ofensiva contra militantes

Tras el ataque, el ejército egipcio informó que llevó a cabo ataques aéreos y redadas durante la noche contra militantes, considerados como posibles responsables de los asesinatos, que constituyen el ataque más sangriento en la historia moderna de Egipto.

“La fuerza aérea en las últimas horas ha eliminado una serie de puestos de avanzada utilizados por elementos terroristas”, afirmó el ejército, en un movimiento que pareció responder al mensaje del presidente egipcio Abdel Fattah al-Sisi, quien prometió una represalia “brutal” contra las organizaciones extremistas.

En un mensaje televisado horas después del ataque, al-Sisi calificó el hecho de “criminal” y “cobarde” y anticipó que las fuerzas egipcias “se van a vengar por nuestros hijos, para recuperar la estabilidad, y vamos a responder a este acto con una fuerza brutal”.

El asalto a la edificación religiosa sacudió a los egipcios, lo que llevó al gobierno de al-Sisi a reforzar la seguridad en lugares de culto y edificios clave, a la vez que decretó tres días de duelo nacional, el cual empezó este 25 de noviembre.

El norte del Sinaí, una zona mayormente desértica que se extiende desde el Canal de Suez hacia el este hasta la Franja de Gaza e Israel, ha sido durante mucho tiempo un dolor de cabeza para Egipto y es una región estratégica para El Cairo debido a sus delicadas fronteras.

En esa región, el ejército egipcio lleva más de tres años luchando contra el grupo militante local Ansar Bayt al-Maqdis, una vez aliado a Al Qaeda, que en 2014 declaró su lealtad al Estado Islámico. Los ataques en el Sinaí empeoraron después de 2013 cuando al-Sisi lideró el derrocamiento del presidente Mohamed Mursi de la Hermandad Musulmana.

Anteriormente, ese grupo extremista había puesto como objetivos para sus ataques a fuerzas de seguridad y, más recientemente, a iglesias y peregrinos cristianos, aunque atacar una mezquita parece haber sido un cambio de estrategia. No obstante, fuentes locales consultadas por Reuters señalaron que los fieles atacados eran sufíes, a quienes grupos como el Estado Islámico consideran objetivos porque reverencian a los santos y santuarios, lo que para los islamistas es equivalente a la idolatría. El Estado Islámico ya realizó ofensivas contra musulmanes sufíes y chiítas en otros países como Irak.

Egipto suspende la apertura del paso Rafah en la frontera con Gaza

Tras el ataque en el Sinaí del 24 de noviembre, el gobierno egipcio decidió suspender la apertura temporal del paso de Rafah, en la frontera con Gaza, que era esperado por miles de personas en Palestina.

El director de la Autoridad de Cruces y Fronteras de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) en Gaza, Nazmi Muhana, señaló a la agencia Efe que las autoridades egipcias comunicaron que la decisión se tomó debido al ataque.

Para este 25 de noviembre estaba prevista la apertura durante tres días consecutivos de este cruce limítrofe, el único en Gaza que no es controlado por Israel y que Egipto sólo abre durante un total de 17 días al año, tras haberlo clausurado en 2013.

El sábado, los guardias fueron las únicas personas vistas en el paso. El partido gobernante de la región palestina, Hamás, señaló que 30 mil personas han estado esperando la oportunidad de viajar desde Egipto.

Desde Palestina, el rechazo al ataque en el Sinaí fue total. El presidente palestino Mahmoud Abbas condenó “con firmeza” el hecho, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) expresó su “conmoción” ante el “brutal asesinato” y Hamás reprobó el suceso “en los términos más enérgicos”.