Una niña adolescente inglesa denuncia que fue víctima de terribles palizas, abusos sexuales, violaciones además de haber sido obligada a abortar en varias ocasiones. Teresa vivió en un entorno sórdido en el que se sacrificaban animales y seres humanos. Esta niña fue dejada en manos de una mujer mayor que formaba parte de una red de decenas abusadores de la elite inglesa y pertenecientes a un culto luciferino, fue obligada a tener sexo con varios hombres además de animales como perros y burros. El programa menciona que se registraron 21 casos de este tipo, niños que eran obligados a permanecer en cajas de madera con arañas y gusanos entre excrementos y orina.
Los peores abusos ocurrían en una especie de mansión o castillo por parte de personas muy poderosas y ricas, pero también confiesa que fue drogada e incluso en ocasiones golpeada hasta quedar inconsciente, para no recordar la ruta hasta el lugar donde ocurrieron los abusos. Ella relata como sacrificaron a un hombre, abriéndolo en canal desde la garganta hasta el estómago durante una ceremonia macabra.
En ocasiones, un par de médicos y una enfermera de esta secta aberrante, después de practicarle abortos, le obligaban a comerse los fetos. Para deshacerse de los cadáveres de los sacrificios, agarran los cuerpos y los huesos y los colocan en una tina grande
Los informes médicos del programa de TV "60 minutos" indican que las confesiones de Teresa no son producto de un enfermedad psicótica ni de su imanación. Algunos de sus abusadores fueron detenidos por la policía por las denuncias de Teresa y fueron a juicio por violación.
Fuente: http://nomoriridiota.blogspot.com.es/2017/12/si-las-elites-comen-ninos.html