El 21 de septiembre de 2010 se publicó en la web rusa Fishki.net
un reportaje sobre la vida diaria de las dirigentes ucranianas de Femen. Entonces este grupo extremista era apenas conocido fuera de Ucrania. El reportaje incluía una serie de fotos, entre las que figura la que veis sobre estas líneas: una pila de libros propiedad de Inna Shevchenko, la líder de Femen. Una imagen que parece no tener ningún interés si no fuese por un curioso detalle.
Un libro racista y totalitario que es ilegal en Ucrania
El detalle en cuestión lo podemos ver en la siguiente ampliación de la foto:
El libro que asoma bajo la libreta de espiral tiene un nombre escrito en cirílico ruso: “Адольф Гитлер”, es decir, Adolf Hitler. Curioso, ¿no? El libro en cuestión es una edición en ruso del
“Mein Kampf” escrito por el genocida nazi. Y una edición con errata incluso en el título, como se puede ver (pone “Main” en vez de “Mein”).
Podéis ver la portada en cuestión aquí:
De las filas comunistas al ultranacionalismo ucraniano
Alguno podrá considerar que el hecho de que la líder de Femen posea entre sus -escasos, por cierto- libros el manual nazi por antonomasia es algo irrelevante. Sin embargo, esa afinidad ideológica no es algo casual entre las dirigentes ucranianas de Femen. Veamos el caso de
Anna Hutsol, una de las fundadoras de Femen en 2008, la pelirroja a la que vemos en esta foto junto al alemán
Helmut Josef Geier (alias DJ Hell), uno de los financiadores de Femen:
Para hacernos una idea de por dónde van las miras ideológicas de ese partido, en 2013 miembros del УНП participaron en una marcha en memoria de
la división ucraniana de las SS “Galichina” en el 70º aniversario de esa unidad nazi. En
una web rusa he encontrado estas dos imágenes de esa marcha conmemorativa (se pueden ver más en
el enlace):
Sobran los comentarios…
Femen manifestándose junto a grupos paramilitares y neonazis
Hutsol no es la única activista de Femen que ha apoyado públicamente al УНП. En esta otra foto, tomada en junio de 2011 y publicada por el periodista francés
Olivier Pechter, vemos a más activistas de Femen con una bandera bielorrusa junto a miembros del УНП (con banderas azules) y del grupo ultranacionalista y paramilitar
УНА-УНСО (con una bandera roja):
Cuando digo que УНА-УНСО es un grupo “paramilitar” no lo digo en sentido figurado. Aquí dos muestras de lo que entienden en ese grupo por “manifestaciones”:
Pechter también publicó otras dos fotos muy significativas de esa concentración en la que participaron las Femen junto a nacionalistas ucranianos. En ésta podemos ver a una activista de Femen sujetando una pancarta de
“Свобода”, otro partido ultranacionalista y antisemita ucraniano:
El “Свобода” fue fundado en 1991 como “Соціал-національна партія України” (Partido Social-Nacional de Ucrania). Tuvo este emblema como primer símbolo, una imitación del
“Wolfsangel”usado por los nazis:
Haciendo buenas migas con un violento skin head
En la citada concentración de junio de 2011, justo detrás de las Femen, vemos a un cabeza rapada:
No es otro que el neonazi Edouard Iholnikov, jefe de las juventudes de “Свобода” en Kiev, según Pechter. Aquí le vemos en junio de 2010 junto a otra dirigente de Femen, Sasha Shevchenko:
Y aquí podemos ver dos fotos tomadas el 9 de mayo de 2011 (un mes antes de la citada concentración de las Femen junto a grupos nacionalistas), publicadas por el blog ruso
Essauty, en las que vemos a Iholnikov reventando un acto en recuerdo de la victoria sobre el nazismo, pateando a una persona en el suelo y lanzando una piedra junto a otros ultranacionalistas ucranianos:
Una burda campaña antisemita de las Femen en 2009
A la vista de cosas como las citadas, empiezan a cuadrar acciones de estas feminazis, como
la denuncia que dirigieron las Femen a la SBU -el servicio secreto ucraniano- contra una peregrinación judía jasídica albanesa en Ucrania en septiembre de 2009, con motivo del
Rosh Hashaná, el año nuevo hebreo. En la carta difamaban a los judíos diciendo que los peregrinos“demuestran un total desprecio por las tradiciones locales” y afirmando que “cualquier intento de socavar nuestra cultura debe ser detenido”, afirmaciones muy cínicas si tenemos en cuenta que están hechas por un grupo aficionado a profanar iglesias y ofender gratuitamente a los creyentes (hasta el extremo de que
Inna Shevchenko derribó una cruz en memoria de las víctimas de Stalinen 2012 con el fin de ultrajar a los cristianos). A las ya citadas difamaciones contra los judíos, además, añadían calumnias contra los peregrinos al más puro estilo antisemita, acusándoles de cometer acosos, agresiones e incluso violaciones, de beber en exceso y de ir con prostitutas. Las calumnias de las Femen fueron difundidas por la prensa local, que sin embargo no recogió la retractación del grupo feminazi, hecha el 22 de septiembre, reconociendo que sus acusaciones no eran ciertas, según denunció el 18 de octubre de ese año
la web del Congreso Judío Euro-Asiático.