sábado, 9 de mayo de 2015

Cómo curarse del corazón y de problemas cardiacos

He encontrado una web peruana llamada http://www.corazoncalderon.com que asegura que puede curar la insuficiencia cardiaca de forma natural. Algunos de los remedios utilizados consiste en  extracto de alcachofa, noni, hinojo y eucalipto, extracto de ajo, cola de caballo y diente de leon, extracto de camu-camu, toronjil (melisa) y noni, extracto, alcachofa, levadura de cerveza, y hierbas peruanas, extracto camu camu, noni y pepinos de uva, además, de soja y algas marinas. En su canal de Youtube, encontrarás testimonios en primera persona de pacientes que aseguran que este método es efectivo para curar  este tipo de enfermedades.





Remedio casero natural para las arterias - 3 ingredientes que curan arterias obstruidas

Mira el vídeo de Desmontando a Ciudadanos antes de lo que censuren

El autor del vídeo "Desmontando a Ciudadanos" con mas de 700 mil visitas, "RagGLaN", está siendo censurado, bloqueo en facebook y ahora quieren que elimine el vídeo:



También están subiendo fake del vídeo con el mismo nombre para despistar a la gente que lo quiere ver:


jueves, 7 de mayo de 2015

¿JP Morgan está acumulando plata en previsión de un colapso económico mundial?

Excelente análisis de mi colega blogger Skiper sobre el acaparamiento de plata por una de las dinastías familiares dueñas de uno de los mayores bancos del mundo. Esto se acaba, el que tenga entendimiento, que entienda.

Que los de JP Morgan son unos buitres financieros que especulan con los mercados y hunden países económicamente con solo algunos comentarios en la prensa lo sabe todo el mundo, lo que quizás no sepa todo el mundo es que JP Morgan está acumulando desde el año 2012 las mayores reservas de plata física de la historia en previsión a una futura crisis económica.


Sus reservas en plata física pasaron de las 4 millones de onzas a los 55 millones de onzas de plata física acumulada.

Esto sencillamente es algo demencial, un gasto en un metal precioso no valorizado -el oro y otros metales raros valen ahora mas que la plata- de más de un 200%. Este comportamiento bizarro y surrealista no tiene sentido a menos que demos por hecho de que JP Morgan sabe que en breve nos comeremos otra crisis económica de dimensiones colosales y en previsión de la misma está acumulando grandes cantidades de plata.

La jugada de JP Morgan comprando a mansalva plata cara y poco rentable a corto plazo no tiene sentido a menos que se vea en el marco de una crisis financiera y terribles turbulencias económicas, situación en la cual los de JP Morgan se harían literalmente de oro.

El Papa Francisco y la llegada de un gobierno mundial centralizado

5 novelas proféticas que predijeron nuestro futuro



A continuación se presentan cinco novelas de ciencia ficción que han resultado ser proféticas, algunas hasta límites asombrosos en sus detalles y previsiones.


EL MUNDO LIBERADO (THE WORLD SET FREE), DE H.G. WELLS

The World Set Free es un libro escrito en 1914 en el que se imagina un mundo con bombas atómicas, 31 años antes del bombardeo de Hiroshima.

La forma en que H.G. Wells lo describió, como una “explosión continua” que contrasta con la explosión “instantánea” de la dinamita, es muy similar a lo que llamaríamos una reacción nuclear en cadena.

También predijo los efectos generalizados devastadores de la lluvia radiactiva, e incluso la idea de tener una arma nuclear portátil.

Hacia el final de la historia, Wells escribió que habría una proliferación masiva de estas armas entre las superpotencias del mundo, y que esas armas serían llamadas “bombas atómicas”.

Wells, creía que esta guerra atómica inspiraría la creación de un gobierno mundial cuya función sería mantener la paz.

un argumento que se acerca poderosamente a las teorías de la conspiración sobre el establecimiento de un Nuevo Orden Mundial.


NEUROMANTE (NEUROMANCER)

Neuromante, de William Gibson, no sólo dio lugar al género cyberpunk, sino que también predijo con exactitud la creación de la World Wide Web, la realidad virtual, la piratería informática y la obsesión del público por las nuevas tecnologías y la cirugía plástica.

Y todo esto se propuso en el año 1984, cuando los PC eran poco más que una máquina de escribir con pantalla y el Internet estaba en su infancia.


RALPH 124c 41

Para un libro que fue escrito en 1911, es difícil imaginar cómo puede llegar a haber predicho tantas cosas que damos por sentadas hoy en día.

La trama del libro es vulgar, pues trata de un hombre enamorado tratando de salvar a la mujer de sus sueños con gadgets futuristas.

Sin embargo, sus descripciones sobre estas tecnologías futuristas es sorprendenteRalph 124c 41 logró predecir las videoconferencias, la energía solar, los tejidos artificiales, las redes sociales, los coches eléctricos, el radar, el vuelo transcontinental, las grabadoras, las películas con sonido y los vuelos espaciales.

No está mal para una serie de cuentos de revista de 1911.


DE LA TIERRA A LA LUNA

Al igual que HG Wells, Julio Verne es bien conocido por sus predicciones exactas.

Sin embargo, su descripción de una misión tripulada a la Luna fue sorprendentemente profética, si tenemos en cuenta que fue escrita más de un siglo antes de la llegada a la luna.

En su libro, De la Tierra a la Luna, predijo que el transbordador espacial se fabricaría de aluminio, que se elevaría desde Florida, con una tripulación de tres personas, y que cuando regresara a la Tierra, amerizaría en el océano antes de ser recogido por un buque de la Marina estadounidense.

El transbordador de Verne tenía cohetes inversos diseñados para desacelerar la velocidad de la nave y costó en la novela, 12.100 millones de dólares para construir, una cifra cercana a los 14.400 millones de dólares de la misión Apolo 11.

Incluso predijo que los astronautas experimentarían la ingravidez en el espacio, algo que en realidad nadie había considerado hasta ese momento.



STAND ON ZANZIBAR

Este libro, escrito por John Brunner, no es tan destacado por lo que predce, como por lo que no predice.

Stand on Zanzibar fue escrito en 1968, y tiene lugar en el año 2010, en un mundo donde las naciones de Europa se han unido formando una unión económica para mejorar sus perspectivas económicas y su impacto en el mundo de los negocios, aunque en la novela, Gran Bretaña permanece fuera de la alianza y en cambio tiende a aliarse con Estados Unidos, algo bastante similar a lo que sucede actualmente.

En la novela, la Unión Soviética ha sido desplazada por China como principal rival económico de Estados Unidos.

El terrorismo se ha convertido en un problema, que de hecho, en la novela planean atacar los rascacielos estadounidenses. Además, en el futuro predicho por la novela, los tiroteos en las escuelas se han convertido en un problema creciente.

En la novela, África es una colección de naciones atrasadas, muy por detrás del resto del mundo, Israel es un importante punto de conflicto en Oriente Medio y Detroit está en ruinas después de que la industria manufacturera se haya ido a pique.

Debido a los problemas de salud que provoca, las ventas de tabaco están cayendo mientras que la marihuana está siendo despenalizada.

La institución del matrimonio se está desmoronando y las personas homosexuales y bisexuales son algo tan común y aceptado por la sociedad que no tienen miedo de aparecer públicamente como tales.

Incluso, en otro acierto de la novela, la gente usa productos farmacéuticos para ayudar a su rendimiento sexual.

Los canales de televisión se han convertido en globales gracias al satélite, y es posible ver emisiones retardadas. Los asientos de los aviones están equipados con pantallas de televisión en el que los pasajeros pueden ver las noticias o vídeos y los documentos informáticos son generados por impresoras láser.

Y por si fuera poco, en una casualidad curiosa, el dirigente de un país africano en el centro de la acción de la novela, Benin, se llama Obomi.

Sin duda, la mente de algunos creadores, es realmente asombrosa, hasta el punto de que parece que vean, aunque sea de forma difusa, los contornos del futuro humano…


Visto en : El Microlector

miércoles, 6 de mayo de 2015

Felipe de Borbón puso los cuernos a Letizia y después de una discusión violenta, unos guardaespaldas y un psiquiatra consiguen dejarla inconsciente según relata la forera Pilar del foro cotilleando.com

Antes de nada, tengo que decir que lo que van a leer la continuación, no es algo de lo que yo me haya enterado por mi cuenta. Este mensaje fue escrito por una supuesta mujer cuyo nick era "Pilar" en un foro llamado http://www.cotilleando.com/ y que aparece publicado aquí en el año 2004, una mujer que asegura disponer de fuentes cercanas a la Casa Real española.

El artículo  narra la discusión violenta que tuvo Letizia Ortiz siendo princesa con el Príncipe Felipe. El Príncipe Felipe le había puesto los cuernos a Letizia con otra mujer y Letizia lo descubrió. La situación estaba fuera de control. ¿Y que hizo Felipe? Lo que ha visto hacer a sus papás desde niño: Ordenar a sus guardaespaldas que la inmovilizasen, mientras un psiquiatra inyectaba un psicofármaco a Letizia que la dejó inconsciente durante un tiempo.  El por aquel entonces Rey Juan Carlos I ofreció una fuerte suma de dinero (de todos los españoles) a Letizia para que cesase en su empeño de querer ser princesa (y reina) a toda costa, quizá porque sabía que siendo princesa y reina habría más dinero (de todos los españoles) para ella. El relato es para descojonarse de la risa porque parece sacado de  una película de Los Hermanos Marx, de Woody Allen o de Martin Scorsese.


Me estoy jugando literalmente el pellejo por venir a relatarlo, pero un capítulo como este no podía quedarse en el tintero, así que después de arduas discusiones hemos decidido arriesgarnos y colgar este post, procurando adoptar todas las precauciones posibles (nos consta que el plan de censura en Internet auspiciado por Felipe y Letizia sigue en marcha contra la voluntad expresa de los Reyes). Deciros que ahora que la boda se echa encima estamos ante todo indignadísimas por la instrumentalización que esta irresponsable pareja está llevando a cabo con las víctimas del 11-M después de la manera tan abyecta y en la que con tanto cinismo y desvergüenza violaron descaradamente el luto nacional a guardar. A un nivel más mundano estamos muy desanimadas al tener conocimiento de sucesos como el que aquí nos remolca y sabiendo que el príncipe está cada día más intratable, más perdido, más apartado de cualquier código moral o ético comúnmente aceptado en sociedad, sea civil o religioso; particularmente preocupante es su actitud para con la Iglesia. No es que Felipe haya sido nunca un verdadero creyente, (o al menos practicante), en el sentido profundo de la palabra, pues ha hecho siempre lo que le ha dado la santa gana, encontrándose por lo habitual en sus devaneos con el beneplácito y la actitud servilmente aquiescente de los que le rodeaban, autoridades eclesiásticas incluidas, pero hasta que se inició este noviazgo tenía un respeto y un saber estar instintivo frente a los exigencias sociales y espirituales propias de su posición, que provenía sin duda de la educación que en este sentido le había proporcionado el ambiente familiar en el que se había criado. Pero ahora muestra una rebeldía sin concesiones, ríe, ironiza y se burla de cualquier cosa, política, cultura, Dios, lo que sea. Incluso blasfema y prorrumpe a tres menos dos en soeces expresiones que nadie antes le había escuchado pronunciar. Por otro lado Letizia continua desquiciada, cada día más afectada por los efectos secundarios de los preparados que le administran para que parezca más voluminosa, como todo arreglo estético artificial este también se delata a si mismo y por ello la vemos con esa figura física tan descompensada, donde un trasero llenito y perceptiblemente flácido y caído contrasta con esos bracillos de alambre y esa cara tan exageradamente hinchada, desafortunada recomposición facial que resulta aun más forzada tras la aplicación del colorete. Sus desordenes alimenticios continúan en fase crítica y su perdida de masa corporal hace ya largo tiempo que rebasó cualquier límite de seguridad; existen además contundentes indicios que parecen indicar que durante las dos últimas semanas ha comenzado a beber de forma compulsiva, práctica en la que no había incurrido hasta el momento, y que resulta particularmente peligrosa para ella teniendo en cuenta el abultado repertorio de sustancias farmacológicas que le suministran a diario. Su distanciamiento tanto de Felipe como del resto de miembros de la Familia Real continua en aumento, y las broncas entre los novios son cada vez más frecuentes, por lo que el humor de ambos es áspero y violento. Como sucedido menor, deciros que el último día que acudió a la preceptiva sesión de pruebas del vestido de novia una modista la pinchó sin querer con un alfiler y a ella se le escapó una fulminante bofetada, la chica se quedó estupefacta y se echó a llorar, pero otra compañera salió en su defensa y se armó la de San Quintín. Finalmente, con una buena suma de por medio para las implicadas la cosa quedó más o menos zanjada, si bien es verdad que por deseo expreso de Letizia ambas modistas han sido relevadas de su destino actual pero sin perjudicarlas, pues a estas alturas no pueden permitirse ningún escándalo. Pero el asunto que ha motivado este mensaje es el que a continuación paso a relataros; 


Felipe ha sido infiel a Letizia y ha sido pillado in fraganti. Ha ocurrido hace dos noches. Después de un demasiado tardío y de lo más desafortunado acto institucional (del que ya se han hecho públicos algunos detalles, aunque hubo más), Letizia necesitaba relajarse y quería salir con su madre de compras y Felipe pensó que podría quitársela de encima por unas horas, así que logró convencerla de que fueran ellas dos solas mientras él alegaba quedarse en Palacio charlando con uno de los encargados del parque móvil sobre algunos detalles de la boda. Letizia se fue razonablemente tranquila, pues tiene sobornado a uno de los guardaespaldas de Felipe para que la mantenga informada, lo que no sabe ella es que dicho empleado es fiel al Príncipe y además untado por este con una cantidad mayor para que informe a su favor. Así que en cuanto su novia salió por la puerta Felipe se fue de incógnito a encontrarse con su nuevo lío, que como ya participamos en potencia es una atractiva joven perteneciente a la alta nobleza española y que reside en Madrid, en La Moraleja; risueña y simpática, muy joven, mayor de edad pero apenas, de mohín y hábitos aún adolescentes, chulilla de cara y de figura juncal y elástica, como un olmo joven que ya ha dado de sí todo su largo pero aún no ha comenzado a enramar. Los dos pasaron juntos una tarde feliz, aunque sin sexo, estuvieron charlando y tomando unas copas en una conocida terraza de la zona de Chamartín (en mesa apartada y con gafas de sol, por supuesto). Llegó la noche, y como la pareja pretendía contar a su favor con el hecho de que a falta de tan pocos días para la ceremonia se le estén administrando a la novia sedantes con profusión, concertaron una cita romántica en Palacio (de acuerdo, no muy inteligente, pero ya sabéis donde tiene el grueso de las neuronas cierto personajillo muy ejemplar en el cumplimento de sus deberes); y así después de cenar, un coche con el colaborador más íntimo del Príncipe se llegó hasta la urbanización a buscar a la chiquilla y la trajo a Zarzuela y la introdujo en la habitación de su reciente seductor. Ahora bien, Letizia no dormía esa noche, el por qué lo ignoro, quizás recurrió al viejo truco de esconder las pastillas que le administraban bajo la lengua y no tragarlas, es tremendamente desconfiada y maliciaba algo. 



Y tuvo razón. Así que de madrugada se levanta y se pone en marcha hacia el dormitorio de Felipe; cruza varias estancias y camina por el solitario y oscuro jardín como un espectro fugado del castillo de Hamlet, arropada tan solo por un vaporoso e inmenso salto de cama (no quiero pecar de preciosista, pero lo cierto es que la brillante blancura de la prenda deslizándose ingrávida por entre las alargadas sombras de los espesos macizos confería a la escena unos tintes de lo más fantasmal), y accede finalmente al ala central de Palacio por una puerta lateral, la misma que acostumbra a usar cotidianamente para tomar la fortaleza al asalto en sus razzias nocturnas. Se dirige prestamente al cuarto de su amado y antes de llegar, con el instinto de un animal salvaje al que se pretende burlar, olisquea algo y acelera el paso. En su recta final oye claramente murmullos de pasión que disparan todas sus alarmas; ahí dentro, con Felipe, hay alguien más, alguien que no es un camarero ni un amigo ni su madre, alguien que está (¿lo diré?) trajinándose a su hombre; presa de una furia sobrehumana empuja el picaporte con todas sus fuerzas y se encuentra cara a cara con el desastre; su prometido y una maldita zorra que a ella le han presentado en alguna parte están pegándosela delante de sus narices. Y Felipe, que la ha oído entrar, hace un quiebro imposible a medio revolcón sacando cada parte de su cuerpo de donde la tuviera metida y pega un salto estilo Houston que le sitúa a casi un metro por encima de aquel revoltijo de pelo lacio y moreno, almohadas, retazos de piel mórbida, braquitas de color fucsia y ropa de cama. Durante una fracción de segundo aquello parece una escena congelada de Matrix, de esas en las que la cámara realiza el giro completo de 360 grados. Cuando el espaciotiempo reacciona, Felipe cae a plomo todo lo largo que es sobre su nueva favorita, que solo gracias al auxilio de su juventud, una alimentación sana y equilibrada y las clases de tenis consigue zafarse ágilmente hacia un lado, y que arrastrada por la propia inercia de su movimiento y la onda de choque provocada por su amante al aterrizar sobre el colchón es literalmente catapultada sobre el borde de la cama, cayendo al suelo hecha un ovillo entre las sábanas de Holanda, únicamente un pequeño milagro evita que se deje una oreja colgando del tirador de la mesilla. Y es verla Letizia en el suelo y arrojarse sobre ella con los largos y esqueléticos brazos extendidos y todas las uñas por delante gritando como una posesa; de nuevo tan solo gracias a sus rápidos reflejos consigue la chica salvar los ojos, dando un revés instintivo a su rival que la arroja contra la cercana pared. A todo esto los músculos de Felipe, reaccionando por fin a la orden de moverse madurada durante casi un segundo de profunda reflexión en su lejano cerebro, le conducen a situarse entre ambas contendientes para tratar de separarlas, pero es demasiado tarde; Letizia, cuya nariz deja escapar un ligerísimo hilillo encarnado como consecuencia del último manotazo recibido, ya ha olido la sangre, y lanza un enloquecido viaje sobre la yugular del príncipe que este consigue esquivar por milímetros, recibiendo un puntazo de refilón en el hueso de la clavícula; sin pensar en lo que hace Felipe suelta la mano y Letizia recibe un impacto en plena cara que la deja virtualmente groggy, aunque aun tiene tiempo con sus últimas fuerzas de dirigirse trastabilleando hasta la mesilla para tratar de volcar la lámpara (tipo quinque Luis XV, de las que pesan) encima de la cabeza de su adversaria, encontrando tan solo el aire porque esta última viendo el percal hace ya largas décimas de segundo que brincó disparada hacia la salida, sin acordarse por supuesto de lo que llevaba puesto cuando entró en la habitación; así que completamente desnuda abre la puerta de un tirón y se encuentra cara a cara con dos guardaespaldas, uno de ellos en calzoncillos, con las pistolas cargadas y apuntando al cielo, como en las películas, que se disponían a entrar a patadas después de oír las señales del alboroto desde sus dormitorios; la chica, que no está como para que nadie la retenga, pasa a través de ellos y huye pasillo adelante a toda carrera. Y los guardaespaldas, al entrar, se encuentran con Felipe sujetando a duras penas a una Letizia que sigue aullando de forma demoníaca; entre los tres consiguen inmovilizarla sobre la cama y el príncipe llama por el interfono al psiquiatra de su novia para que acuda tan raudo como pueda. Mientras, sus Majestades los Reyes, que como todo Palacio han sido arrancados de su mejor sueño por la escandalera, se dirigen también rápidamente hacia la escena del crimen, en pijamas y chanclas, los batines a medio abrochar, seguidos por una quincena de agregados a la jarana formada por cocineras, mayordomos, expertos en protocolo y demás personal. Y al enfilar el último tramo de pasillo, ¿con quien diréis que se cruzan?, pues con nuestra espigada muchacha, que como recordareis huía despavorida tal y como Dios la trajo al mundo del lugar de los hechos; por supuesto que la chica no se detiene, aparta a empellones a todo quisque y continua corriendo; aquí sale de nuestra historia, no sabemos como se las arreglaría la otra noche para llegar hasta su casa, aunque nos consta que llegó sana y salva. Finalmente el grupo accede a la entrada de la estancia y se queda de piedra; la cara de todo el mundo es de poema; la que llamaba la atención era sin duda la de la Reina, con sus grandes ojos azules abiertos de par en par; El Rey, con la mandíbula desencajada, mira patidifuso al tendido; sobre la cama, tres hombres corpulentos sujetando a duras penas a una mujer que se retuerce y blasfema y lanza espumarajos por la boca (como en aquella película, no me viene...¿os acordáis vosotros?). El psiquiatra se adelanta y entre los cuatro consiguen hacerle tragar varias píldoras tranquilizantes, pero como tardan algo en hacer efecto tienen que permanecer aun unos minutos más inmovilizándola. Cuando la tensión de sus miembros comienza a relajarse, las mentes más lúcidas y expertas reaccionan y ponen en marcha la Operación Silencio; encierran a todo el personal en una sala cercana y proceden a realizar la habitual charla sobre seguridad nacional y razones de Estado, mezcla de intimidación y soborno, con la que pretenden asegurarse la lealtad de los testigos. 



Y los Reyes se quedan solos en el dormitorio con su hijo, el psiquiatra, Letizia medio inconsciente y un par de guardaespaldas. Felipe evita la mirada de sus padres, balbucea algo entre dientes y agarrando sus pantalones sale a escape del lugar con destino desconocido; y desconocido sigue siendo hasta ahora, solo se sabe que apareció al día siguiente y ordenó a su edecán que le sirviera el desayuno en su cuarto. Entre el psiquiatra y los dos gorilas (no os hacéis idea de lo que puede pesar un cuerpo en circunstancias como esas, hasta el suyo) llevan a Letizia a sus aposentos, donde duerme dando respingos (y eso que tenía encima suficiente dosis de calmante como para convertir a un potro de carreras en la mula Francis) por unas cuantas horas. Cuando despierta, dos psiquiatras expertos flanqueados por cuatro auxiliares de clínica se pasan media mañana reunidos con ella intentando convencerla de que renuncie a sus planes de venganza, y tras sedarla de nuevo convienen en que podrá asistir a una reunión con Felipe y el Rey, siempre que se tomen las precauciones oportunas. Y de esa forma y a toda prisa (pues tenían que acudir a más eventos, entre ellos una corrida (de toros), se termina llevando a cabo; al parecer Felipe intenta librarse de ella y el Rey presiona en este sentido, ofreciéndole una suma astronómica por su silencio y su desaparición de escena. Pero Letizia, con una calma glacial y mirándoles fijamente a los ojos, les manifiesta su inquebrantable voluntad de contraer las anunciadas nupcias con el Príncipe y ser la Reina de España, y amenaza con hacer público todo este incidente (y muchos más) si alguien intenta interponerse en su camino. Comen y dan una penosa impresión en el acto de la Comunidad que por supuesto es minuciosamente manipulado. Por la tarde, Letizia, ya repuesta y bajo los efectos de los ansiolíticos (y aprovechando que el panoli de su novio es un infeliz que se derrite en cuanto ella le hace un par de cariñitos, pues lo cierto es que pese a todo le tiene en un puño), representa de nuevo su papel a la perfección, bajo los silbos y pitos de la mayor parte de la concurrencia de Las Ventas. Y hoy salen para Dinamarca; ella está exultante, ha llenado siete maletas grandes para cubrir apenas treinta y seis horas y planea que su aparición en el bodorrio escandinavo desplace de primera plana las torturas de Irak o las batallas en Gaza, por supuesto que no está dispuesta a dejar que la novia le robe el protagonismo. Y tras algunas hipócritas y extemporáneas escenificaciones más, llegará su turno. Habrá pues boda, y tras las sonrisas forzadas adivinaremos muecas de ambición, infelicidad y desesperanza. 


Bueno, pues esto es lo que hay; dentro de una semana en la Almudena, bajo las nuevas pinturas (que una amiga mía llama pintadas) del Altar Mayor (bueno, sin ofender, yo no soy crítica de arte, prefiero no opinar; además, a caballo regalado (¿copiado?)...a mi las pinturas de abajo no me parecen tan malas, aunque mis gustos son bastante más clásicos; la modernidad de las vidrieras si que me sobrepasa, pero...en fin, siempre nos quedará la música, tan original, tan inédita, tan inspirada...) se llevará a cabo la ceremonia, si Dios no lo remedia. A nuestro alrededor, comentarios de todos los tonos, pero ninguno favorable. Incluso tengo un par de amigas que están a vueltas con eso de que la novia es la Gran Ramera del Apocalipsis, la mismísima Antivirgen, (Apoc. de San Juan, cap.17), teoría que he oído ya comentar por varias fuentes, dicen que todo les cuadra, que la pareja está maldita hasta los tuétanos y que el día D (Z) se desatarán sobre El Foro truenos, rayos y centellas. A mí la verdad, aún siendo católica y apostólica y creyendo en el cielo y en el infierno, ese planteamiento me parece bastante pasado de rosca, tampoco se trata de demonizar a nadie (aunque haya quien se lo merezca), si bien es inquietante la cuestión de como va a mantenerse en su lugar una Reina a quien sus súbditos consideran una ramera de proporciones bíblicas, pues está claro que a niveles más terrenales la situación es de lo más preocupante; continúan saliendo a la luz sin descanso datos, informaciones, entrevistas sobre lo precipitado e impropio de este enlace y sobre el pasado de Letizia, aquí, en Méjico, en Irak, es un goteo continuo que irá a más para convertirse en una riada, por que es cierto lo que dijo Don Juan y antes que él otros muchos hombres ancianos y por ello (casi todos) sabios, que el pasado es siempre presente y ese pasado será a la larga un lastre demasiado pesado para la Monarquía. 

Porque el pueblo español puede modernizarse tanto como el que más, pero nunca va a dar el visto bueno a una golfa vacía y acaparadora como Reina (ni a un golfo fatuo y egoísta como Rey), a una pareja que se va de tapadillo a organizar bacanales al Caribe mientras “sus” ciudadanos guardan el preceptivo duelo a sus difuntos. Es incuestionable que han de pesar más veinte siglos de latín en las corvas que siete meses de bulas de colorines en Hola; este pueblo puede matar a Dios y hasta arrojar su cadáver a la fosa común, pero no va a perdonar que los mismos celadores de su cementerio violen su tumba y saquen sus despojos del féretro para colgarlos en lo alto del Mayo y pasearlos por las calles de Madrid el próximo día veintidós; el pitido de esta olla express es cada vez más ensordecedor, no veo nada claro que futuro le cabe esperar a esta cocina, pero seguro que me alegro de no ser parte de los que tienen que ocuparse de ella. Al tiempo. 

Y hablando de cocinas, aprovecho este post para reiterar nuestro llamamiento a la cacerolada, una forma de protestar pacífica, cómoda (cada uno la puede hacer desde su casa), contagiosa (seguro que cuando el vecino distraído se entere de la razón por la que estáis aporreando el perol de hervir el pescado con semejante entusiasmo se une a la fiesta) y que no se puede instrumentalizar fácilmente. Y aunque no estemos de acuerdo con que haya grupos que quieran usar el sentir popular para tratar de llevar el agua a su molino, estaremos presentes en las concentraciones antiboda convocadas en nuestra población; ateos, creyentes, de derechas, de izquierdas, anti-Felipistas, republicanos, cada uno con su bandera, sin banderas, todos unidos para denunciar esta grave equivocación para nuestro país. Adelante, se lo debemos a mucha gente. (El alcalde nos da ese día transporte gratis para que el rebaño vaya a hacer bulto (¿ya recelan?); bien, pues utilicémoslo para acudir a dichas concentraciones; ay, alcalde, alcalde, de otras muchas cosas estamos necesitados en la Villa y ExCorte antes que de ir a babear a la Almudena para mayor gloria de cuatro cortesanos de vía estrecha (¿o es que vais a arrojarnos encima las sobras del banquete para que las rebañemos sobre el asfalto, quizás hasta un pedacito de esa tan traída y llevada tortilla desestructurada” para que los que solo existimos para pagar también podamos degustarla?; no se por qué me da en la nariz que la de la tortilla va a ser la menor de las desestructuraciones que nos esperan). 

Por lo demás, deciros que tenemos elementos de nuestro grupo que acudirán como invitados por derecho propio a la ceremonia y si ocurre algo digno de mención haremos lo imposible por contarlo. Un saludo a todos. Hasta cuando sea. 

PD Una nota más ligera; se dice que si Pilar será esta, la otra o el de más allá; bueno, voy a daros una pista que es rigurosamente cierta; la persona que ha escrito este post tiene los ojos genuinamente verdes (de nacimiento).