Un volcán en Corea del Norte, responsable de una de las mayores erupciones de la historia, ha hecho que científicos del hermético régimen, de Estados Unidos y de Reino Unido se unieran para monitorear su actividad.
El volcán se ubica en la frontera entre Corea del Norte y China, y
ha estado inactivo la mayor parte del tiempo desde su erupción un poco
más de mil años atrás.
A pesar de estar en la cima de la lista de grandes erupciones, el monte Paektu sigue siendo oscuro y enigmático.
Los detalles de este esfuerzo de cooperación internacional fueron descritos en la revista Science.
Un grupo internacional de geólogos comenzó a trabajar en el volcán tras una ola de actividad sísmica reciente que podría indicar su despertar.
"La erupción del milenio"
Sorprendentemente, el volcán es relativamente desconocido en Occidente, y no ayuda el hecho de que se lo denomine de distintas maneras.
En China se le conoce como Tianchi o Changbaishan, su nombre coreano es
Baegdu-san o monte Paektu, mientras que los japoneses lo llaman
Hakuto-san.
Alrededor de las dos terceras partes del volcán se encuentran en
Corea del Norte y el resto se ubica en territorio chino, y se calcula
que 30.000 turistas visitan la parte china cada día, el doble del número
de turistas que llegan al monte Fuji en Japón.
El volcán explotó en una gran erupción en 940 a.C., conocida como la "erupción del milenio", que lanzó cenizas a vastas distancias.
Las mediciones de depósitos de cenizas que se realizaron en Japón indicaron que fue una de las dos más grandes erupciones volcánicas conocidas en la Tierra desde esa época, sólo comparable a la erupción de Tambora en Indonesia, en 1815 a.C..
El doctor James Hammond, del Imperial College de Londres, y el profesor
Clive Oppenheimer, de la Universidad de Cambridge, han iniciado un
estudio en colaboración con científicos de Corea del Norte con el
objetivo de comprender la estructura de la cámara de magma subterránea
situada debajo de la montaña volcánica.
Al explicar los orígenes del proyecto, Hammond dijo: "Toda la región está bastante preocupada por el volcán ya que ha mostrado signos de actividad.
El equipo desplegó una serie de sismómetros que pueden registrar los
temblores de tierra asociados con el movimiento de magma debajo del
volcán.
El estudio ayudará a los científicos a entender por qué el volcán está
allí, que es algo así como un misterio geológico, y por qué la roca se
derrite en su corazón, posiblemente alimentando una amenaza futura.
Este no es el único volcán con el que Oppenheimer y Hammond han investigado en circunstancias difíciles. Han estudiado volcanes que se sitúan en la frontera de Eritrea y Etiopía.