HSBC: Los crecientes precios del petróleo se han convertido en una nueva fuente de preocupación para los inversionistas y poco a poco eclipsa la cuestión del impago de Grecia, escribe en su informe el banco británico HSBC.
Si la tendencia alcista del 'oro negro' continúa, la débil recuperación de las economías desarrolladas puede verse socavada completamente. Los países en desarrollo también se verán afectados, ya que les espera un nuevo repunte de la inflación, afirma la entidad.
En los últimos días, los precios del petróleo subieron a máximos históricos y se acercan rápidamente a la marca de 2008, cuando el precio era de 147 dólares por barril.
El motor del crecimiento es la tensión en torno a Irán y, según el economista jefe del HSBC, Stephen King, además de la escasez de petróleo, hay una serie de factores geopolíticos que representan una amenaza. En particular, el programa nuclear iraní, una eventual guerra con Israel y la posibilidad de que Teherán cierre el Estrecho de Ormuz, entre otros.
Además, un factor poderoso es la abundancia de dinero. "Si el volumen de dinero sigue aumentando, entonces el valor de estos fondos se reducirá en relación con los activos reales", dijo el economista.
La tensión con Irán empuja los precios del petróleo
Hasta que la situación en Medio Oriente sea intensa, los precios del petróleo permanecerán en niveles altos, afirman los analistas.
"La experiencia demuestra que la tensión en la región siempre contribuye a que el precio del oro negro dé un salto", indicó King.
Sin embargo, en el HSBC creen que incluso ante la ausencia del componente geopolítico los costos del petróleo continuarán en aumento. Ahora el crecimiento económico se produce principalmente en los mercados en desarrollo y esto va a contribuir a aumentar el consumo de petróleo, lo que repercutirá en los precios.
Al mismo tiempo la intriga sigue pendiente: si Irán decide bloquear el Estrecho de Ormuz y consigue mantenerlo cerrado durante varios meses todos los que está tratando de salir de la crisis se hundirán en ella aún más.
Los altos precios de petróleo siempre han socavado el crecimiento de la economía global y en este caso el problema de la deuda griega pasaría a un segundo plano.