domingo, 18 de agosto de 2013

Destripando los anuncios de Benditos bares de Coca-cola y Hotel Venecia de Trivago

Muchos se preguntan por qué la gente no reacciona ante los brutales recortes a los que somos sometidos a diario y se extrañan de la reacción tan mansa de la población contra los responsables de la crisis económica. Durante muchísimos años, hemos sido víctimas de una ingeniería social sin precedentes, donde valores como la libertad, la justicia o la solidaridad han sido eclipsados por otros valores tales como el placer material, la seguridad, el individualismo, el confort, el  bienestar personal a cualquier precio.

Los ciudadanos hemos sido víctimas en su mayoría del denominado el efecto Pigmalión que ha sido usado magistralmente por  el sistema y uno de sus tentáculos, los anunciantes publicitarios, para conseguir que muchos ciudadanos hagan propios, los valores que promueven los anunciantes de las empresas y del sistema, influyendo sobre los ciudadanos, tanto en su forma de pensar como en su toma de decisiones. Lo terrible, es que somos bombardeados a diario por estos anuncios.

Hotel Venecia

Los anunciantes de Trivago idearon un spot publicitario digno de ser escrutado. Mientras suena una canción dulce y envolvente que trata de hacerte olvidar la mierda de vida que lleva el espectador, aparece una chica con una voz cálida y sugerente, que realiza una búsqueda un hotel a través del buscador web de Trivago. La chica del anuncio describe con su voz, una serie de comodidades que debe tener el hotel deseado para pasar sus vacaciones.

En apariencia, la protagonista no estaría dispuesta a renunciar a su placer individual, en aras de conseguir un objetivo común ni a realizar algún sacrificio en aras de un ideal. Al finalizar, después de disfrutar de un baño con espuma, termina retozada entre almohadas en la cama del hotel de sus sueños. Ella lo deja claro: De aquí no me sacan ni con los pies delante para ayudar al prójimo: primero yo, segundo yo, tercero yo...



Benditos bares

La compañía de refrescos Coca-Cola ha realizado una serie de spots polémicos, dos de esos spots, piden que los espectadores (los ciudadanos españoles) retomen la confianza en los "políticos extraordinarios". Mas de uno, se preguntó al ver estos anuncios, si existe algún intercambio de favores entre Coca-Cola y la clase política. Ni creo ni dejo de creer.

El anuncio "Benditos bares" sigue la linea de los spots que hacían apología de la clase política española pero esta vez, el mensaje es mas sutil. Los anunciantes dibujan una situación de crisis sostenida, donde algunos bares, lugares de encuentro por antonomasia de los españoles, se ven abocados al cierre. Se pide a los ciudadanos que actúen de forma solidaria y acudan incluso con mas frecuencia a consumir en este tipo de locales.

Un mensaje cansino de la clase dirigente política española, es que en tiempos de crisis, hay que arrimar el hombro, se transmite la idea de que todos estamos en el mismo barco, que hay que ser solidarios y estar unidos ante los difíciles tiempos que se avecinan; un mensaje sutil y cínico que esconde los intereses de la clase dirigente política española que lucha por sobrevivir y por perpetuarse en el poder y en donde a los miembros de la  clase del 99% le tocaría jugar un papel de "tontos útiles". Les recuerdo que a nuestros políticos no les importamos, solo les importa mantener su posición y sus privilegios. Pues bien, el anuncio de "Benditos Bares" pone como motivo para ayudar a los dueños de los bares, que en uno de ellos, se redactó la vigente Constitución Española, como de una indirecta se tratase, nos animan a sostener un régimen decrépito, ineficiente, corrupto y autoritario.

Se pide a los espectadores que contribuyan a la supervivencia de los bares y del actual regimen politico en España (monarquía && PPSOE) equiparando su supervivencia con la "supervivencia de nuestro modo de vida". Lo siento, pero la monarquía y el PPSOE no está en el mismo barco que los millones de ciudadanos que asisten indefensos a la ruina del estado de bienestar del pasado.



Nosotros somos lo que pensamos, nosotros podemos determinar la realidad si tenemos el arrojo de llevar a cabo juntos nuestras ideales, nuestros proyectos, nuestros sueños. Solo el pueblo, puede salvar al pueblo y si éste consigue alcanzar el poder político, puede determinar el modelo económico y tratar erradicar todo tipo de injusticia social. El futuro es nuestro si es cierto, que sabeis pensar. Para despertar de forma colectiva, hay que dejar de escuchar cualquier intento de manipulación que anteponga el bienestar de las multinacionales y de la clase política. Sus intereses no pueden ser los mismos que los nuestros. La clase del 1% ha declarado la guerra a la clase del 99% y de momento van ganando... por ahora.