jueves, 7 de noviembre de 2013

Un hombre canadiense se come a su perro para no morir de hambre a pesar de que le había salvado la vida momentos antes frente al ataque de un oso

Hace tiempo escribí un artículo contrario al "canibalismo ocasional premeditado" que defienden algunos survivalistas en caso de hambre intensa y prolongada. Yo l tengo claro: la supervivencia física no puede ser un cheque en blanco para cometer atrocidades ni para matar a seres humanos (sean seres queridos o desconocidos) o animales. Desde un punto de vista emocional es terrible comer la carne un ser humano, pero todos sabemos que muchas mascotas son mejores compañeros que muchos individuos de "apariencia humana" que nos encontramos al salir de la calle. Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre pero parece ser que algunos survivalistas son los peores enemigos del perro y no les importa sacrificar a su mascota para tener una cena copiosa. Recuerdo un debate en un foro, en el que algunos survivalistas mostraban su intención en comerse a sus mascotas (perros, gatos, etc) en caso de falta de comida. Aquello me indignó bastante y recientemente ha aparecido en los medios  una noticia que cuenta la historia de un hombre, que prefirió comer a un perro, que era su propia mascota, antes de comer insectos, hierba, hojas y cortezas de los árboles. Con el agravante de que ese animal no solo no le causó algún daño sino que además le salvó la vida momentos antes frente al ataque un oso. Algunos survivalistas apoyaron la iniciativa de este individuo de matar a su perro con una piedra, justificando que gracias a eso, sigue vivo y en caso de no encontrar comida, el perro hubiere podido comérselo a él. 

Ya me dijo un hombre que trabajaba en un matadero: "Al poco tiempo de trabajar allí, descubrí que había personas que personas que merecían vivir y personas que no merecían morir" (en referencia al sadismo que empleaban en matar a los animales, pudiendo provocarles una muerte mas indolora)

Un excursionista se vio obligado a comerse a su perro para evitar morir de hambre mientras estaba perdido en un bosque canadiense. Anteriormente, el perro le había salvado la vida al ahuyentar un oso.


Marco Lavoie, de 44 años, mató y se comió a su pastor alemán después de que un oso le destruyera la canoa y echara a perder todas las provisiones de alimentos que llevaba. Lavoie estuvo perdido durante tres meses en el bosque a casi 800 kilómetros de Montreal, en Quebec, según informa la agencia de noticias canadiense QMI. 

El pastor alemán ahuyentó al oso y salvó a su amo, pero Lavoie se vio obligado a matar a su leal amigo con una piedra tres días más tarde tras buscar comida en vano, declaró una fuente a QMI. 


Expertos en supervivencia elogiaron al excursionista por haber usado la razón en una situación extrema, y explicaron que en el helado clima del norte canadiense las fuentes de comida son muy escasas. También recalcaron que, de haber esperado más tiempo, podría haber estado demasiado débil para dominar al perro. 

Lavoie, que según los rescatadores perdió casi la mitad de su peso corporal, fue hallado la semana pasada cerca del río Nottaway por un equipo de rescate que lo sacó del lugar en helicóptero. El hombre, en estado agonizante, solo alcanzó a pronunciar una frase: "Quiero otro perro", relata 'Daily Mail'. 

"Sobrevivió porque tomó las decisiones correctas. Comerse a su perro fue una de ellas", dijo el autor de guías de supervivencia André François Bourbeau. 

"Cuando el hambre es insoportable, aceptamos ingerir alimentos que en otras circunstancias no comeríamos", dijo Bourbeau.