En un intento de acoplar dos teorías fundamentales de la física, la catedrática de la Universidad de Carolina del Norte Laura Mersini-Houghton ha demostrado que los agujeros negros supermasivos de ningún modo existen y que la teoría del Big Bang es infundada.
Durante las décadas posteriores a la sospecha de Stephen Hawking sobre las curvaturas del espacio-tiempo dentro de los llamados horizontes de sucesos, los físicos de todo el planeta intentaron defender la teoría de la gravedad de Einstein, que admitía la vida de esas anomalías, y la teoría cuántica, que describía las tres fuerzas fundamentales de la naturaleza. Esta última excluía que exista un parte en el mundo donde la información pueda desaparecer, entretanto que la teoría de Einstein suponía que siquiera tampoco la rapidez de la luz es capaz de sobrepasar la gravedad del agujero negro (o singularidad, en el lenguaje de Hawking).
Mersini-Houghton partió del mismo planteamiento: prescindir matemáticamente la paradoja de la información perdida y acoplar las dos teorías. El resultado de sus estudios tuvo un impacto indeseado para aquellos que quieren que los agujeros negros existan, según dice el diario Daily Mail.
Los seguidores de Hawking saben perfectamente que, cuando el combustible de una estrella gigantesca con una masa mucho mayor que la del Sol está a punto de menguar, la estrella colapsa hacia su propio núcleo y forma una singularidad. Nada de lo que se encuentra en sus cercanías (el ya mencionado horizonte de sucesos) puede escapar: ni la luz ni ninguna otra emanación.
Según los cálculos de la astrofísica norteamericano, antes de que un agujero negro se pueda formar, la estrella moribunda se expande y explota. La singularidad tal y como la predijo Hawking nunca se forma, ni mucho menos el horizonte de acontecimientos.
Agujero Negro
Mersini-Houghton argumenta que su alternativa matemática es invariable. Hemos estudiado el problema durante más de 50 años y esta solución nos hace pensar mucho, dijo.
Es más, sus cómputos ponen en duda la veracidad de la teoría del Big Bang, según la cual el universo nació a partir de una singularidad que empezó a expandirse tras una gran explosión producida hace unos 13.800 millones de años. Dado que los cálculos de la profesora imposibilitan la existencia de la singularidad, no habría ningún punto de partida para el Big Bang.
El propio Hawking admitió en una reciente aparición pública que todavía es incapaz de decir por qué existe el universo. Y a comienzos de este año el astrofísico británico publicó un artículo en el que negaba la existencia de los agujeros negros en la forma en la que habían sido concebidos.
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