Esta vieja casa de madera fue el mismo lugar de mis experiencias: las visiones que he estado recibiendo desde mi niñez, en las cuales se me permitió conocer toda mi vida futura en detalle. En tal momento, yo no sabía que era el futuro. Sólo me percaté de ello cuando vine a cierto lugar que había sido conocido (por las visiones) desde mi niñez, y todo sucedió igual, como también fue en los demás lugares importantes. También sé, que este lugar en el cual he vivido desde que tenía tres años de edad, donde me crie, será el último paso de mi jornada terrena. Es desde aquí –sé la estación del año- que mi alma va a ser tomada al Cielo pronto. El jardín cercano va a ser el mismo lugar de mi sacrificio, el cual he ofrecido a Dios y sé que ha sido aceptado.
Sin duda, la Iglesia temprana vivió un ambiente de gozosa expectativa en el pendiente regreso del Señor. La frase griega “maranatha” era una forma de expresión de bienvenida a éste. Ha sido necesario reprimir algo de su exagerado entusiasmo en la espera de la Parusía pendiente, para que el no esperarlo sea parte de la vida del mundo: no casarse, no trabajar –conocemos esto de las epístolas de San Pablo-: El Señor está próximo, escribe el apóstol. Más tarde, sobre los siglos siguientes, es difícil señalar cuándo, sucedió una disminución del entusiasmo conectado con la Parusía, la segunda venida del Señor. Eventualmente, la Parusía comenzó a ser identificada con el último juicio, lo cual se supone que tendrá lugar al fin del mundo. Así, no nos maraville que el evento esté asociado con un inmenso temor, entonces cualquier presión sobre un advenimiento haría que nadie levantara la cabeza sin susto. Este miedo también alcanzó expresión en algunas canciones litúrgicas como el famoso himno “Dies Irae”: El Día de la Ira.
Todavía Cristo el Señor claramente habló de sus dos venidas, más que de su única venida final. Cuando predijo el castigo que iba a purificar a toda la raza humana y a toda la Tierra en el sentido físico. Él habló de naciones perplejas por el estruendo del mar y de las olas, de los signos en el Cielo: las estrellas que caerán, el Sol que no brillará, la Luna que será eclipsada y todo esto será tan abrumador, que la gente se consternará, como lo puso, en anticipación de lo que está sobreviniendo en el mundo porque al mismo final habrá solamente un remanente de creyentes rodeado por adoradores de Satanás, quien será soltado de su prisión.Entonces este evento no tendría sentido si fuera contenido en el mismo final del mundo porque Nuestro Señor vendría entre tal susto, invocando tal miedo en aquellos que serán de otra manera atacados y perseguidos: LOS ÚLTIMOS MÁRTIRES.
Juan Pablo II claramente distinguió estos dos eventos escatológicos como separados el uno del otro, lo cual podría ser observado durante su reunión con los periodistas en Fulda, Alemania. Allí claramente se refirió a las revelaciones de Fátima sobre las cuales se le preguntó. Dijo su punto de vista: que no sería revelado ahora el tercer secreto porque es tan aterrador en su descripción, si está escrito allí, y estas fueron sus palabras: “que millones de personas perderían sus vidas de minuto a minuto y que los vivos envidiarían a los muertos, entonces ustedes mismos pueden ver que no es ahora el momento adecuado para revelar el secreto”. Y fue él quien dijo allí, precisamente en Fulda, que la Iglesia debería ahora ser purificada por la sangre de los mártires, que es como ha sucedido históricamente, y que no será de manera diferente esta vez. No me pregunte sobre nada más, si usted quiere saber más, él tomó el rosario y dijo: rece el rosario. Ésta es la clave para entender estos asuntos. Cuando estaba preparando el Jubileo para el año 2000, el Papa, muy clara y poderosamente usó las frases sobre “la aproximación de una nueva primavera para la Iglesia” y sobre “un nuevo pentecostés: el descendimiento del Espíritu Santo”. Infortunadamente, el Papa Juan Pablo II, no fue entendido ni escuchado cuando pronunció estas palabras. Estas fueron ignoradas y ocultadas como si no fueran a suceder, porque en ese momento sólo una minoría de la jerarquía de la Iglesia estaba abierta a aceptar el mensaje de la segunda venida de Nuestro Señor, como separado de su última o final venida. No fueron capaces de salir a encontrarlo, a llamarlo: Ven Señor Jesús. Muy pocos en la Iglesia lo hacen.
Hoy la Iglesia está de alguna manera dividida en su parte jerárquica: la que espera solamente el último juicio, y la otra parte, la multitud, muchos del movimiento de la renovación, que no solamente tienen algunas revelaciones carismáticas privadas no siempre genuinas, y nosotros despertamos agitados por estas profecías contemporáneas, estamos esperando lo que está por venir. Así como algunos creen con una gran expectativa, los otros se ríen de los que se están preparando como provisiones de alimentos para protegerse. Aquí vemos una gran discordia en la Iglesia, por consiguiente no nos maraville que yo, quien ha visto la totalidad de mi vida sobre el trasfondo de la caída futura del mundo y tengo la osadía de predicar estas cosas en mis alrededores, me encuentre yo mismo en este tranquilo lugar, lejos del mundo, de la diócesis y de la parroquia, percibido como alguien que no está mentalmente sano en su juicio, porque predica algo que no es generalmente
aceptado.
Mi conocimiento del futuro me permite examinar los mensajes contemporáneos, evaluarlos y corregirlos, y rechazar los falsos. Y la gente a menudo me busca para pedir consejo en tales asuntos. Yo debo escribir y hablar sobre el tema. Últimamente más y más de aquellos han aparecido en internet. He escrito una novela sobre esta materia. No pudiendo hablar claramente como teólogo, quien debería predicar sobre estos asuntos, desde que he sido descalificado, recurrí a otra forma de poner las cosas. Primero recolecté todos los datos disponibles desde el libro de las Revelaciones, pronunciamientos de Nuestro Señor Jesucristo, mensajes de las apariciones marianas de los últimos siglos, mensajes de los carismáticos contemporáneos, tanto como las visiones en que yo mismo he sido transportado en el futuro. Basado en tales textos y mensajes, escribí una novela titulada “Into a new world with an angel”. He tenido que escribirla usando un pseudónimo peculiar: Ivan Novotny. Como más tarde resultó, apartó a mucha gente en Polonia, me ayudó a evitar cualquier clase de campaña hostil contra mí, que de manera sostenida, habría suprimido la novela. Más tarde escribí una continuación llamada “Entrando en la alegría”, pertinente a los tres años y medio antes del fin de los tiempos y la entrada al nuevo mundo. Aunque hay una descripción de mi propia muerte allí, no significa que tendrá lugar justo antes del final de los tiempos. Estoy esperando de una semana a otra que ocurra, aún este año, si el Señor Dios así lo decide, por supuesto. Esto levanta una sorpresa aún mayor en muchos que se preguntan cómo puede uno saber de antemano el momento de su muerte, en que uno pasa al otro mundo y está acosado hasta los límites. Sin embargo, yo sé que será una muerte de mártir y lo he aceptado así de la misma manera como yo lo vi desde niño. Conozco las caras de las personas que me van a arrebatar la vida, conozco la estación del año y estoy convencido de que todo sucederá como ha venido a mí en el pasado. Así que todos esos detalles también se darán.
Desde que yo ofrecí mi vida a Nuestro Señor alrededor del año 1977 para acelerar la venida del Reino de Dios sobre la Tierra para el triunfo de los Sagrados Corazones de Jesús y de María, y estoy agregando ahora el corazón de José. Así habrá un mundo en que los tres más Sagrados Corazones triunfarán. De alguna manera ellos representan a la Santísima Trinidad: Dios Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, yasí en la Tierra: Jesús, María y José.
Concerniente a los conocimientos que me fueron dados sobre los eventos por venir, cómo este mundo maravilloso, llamado por algunos el nuevo paraíso en la Tierra, vendría a darse. La primera etapa de esta parusía será la justicia que Cristo ha predicho: tomándonos a todos por sorpresa, como un relámpago que brilla en el este y al mismo tiempo aparece en el oeste. Así será la venida del Hijo del Hombre. El aparecerá con gran poder sobre las nubes rodeado por ángeles y santos, como lo hemos podido saber por los escritos de los santos y místicos.Una mística ortodoxa, Vasula Ryden, nos da una descripción comprensiva de la primera etapa del castigo del mundo, conocida en español como “el Aviso” o “the warning”, como fue mencionado muy claramente en las revelaciones de Nuestra Señora de Garabandal, donde la Madre de Dios también predijo este evento. Aún la fecha exacta fue revelada a una de las niñas videntes, quien va a darlo a conocer varios días antes de que el evento tenga lugar. Su nombre es Conchita González. Yo no había tenido la menor idea sobre ello, y fue una noche, en las oraciones de la iglesia donde servía como párroco, alrededor de la medianoche, fue allí donde experimenté una especie de rapto, y cuando estaba regresando de éste, me di cuenta que había sido una clase de juicio particular en el cual todos los seres humanos habían tomado parte conmigo al mismo tiempo. Y fue tan aterrador y al mismo tiempo tan real, que salí de la iglesia y comencé a mirar en todas las direcciones, buscando alguna clase de confirmación sobre esto. Al final, como no hubo ninguna confirmación, la gente estab durmiendo, los perros estaban ladrando, entendí que esto había sido concedido sólo para mí.
Algún tiempo más tarde, alrededor de un año más tarde, tomé parte de un retiro para miembros del Movimiento Sacerdotal Mariano en San Marino –Italia-, predicado por el Padre Gobbi. Yo pertenezco a este movimiento. Fue allí donde recibí de un sacerdote alemán, un libro en francésescrito por el padre Eusebio García de Pesquera : “Garabandal: Hechos y Fechas”. Cuando comencé a leerlo, fui sacudido, porque en el marco de las revelaciones de Garabandal, encontré la confirmación de que la Parusía consistirá en varias etapas. Se podría decir que iniciará desde la aparición de Cristo en las nubes y el juicio que se dará en el Aviso, “The Warning”, hasta la venida del fin de los tiempos. Porque Cristo no vendrá sólo por un momento. Pero entonces precisamente comenzará la venida de su Reino sobre la Tierra.
El Aviso consistirá en dos etapas: la primera de ellas gozosa para aquellos que nunca han conocido a Cristo, ya sea porque no han tenido enseñanzas anteriores, o porque no han tenido contacto con su Iglesia. Ellos lo verán en toda su belleza, en toda su majestad en todo su resplandor, obviamente rebajado a lo que nuestros ojos humanos puedan observar en una mirada de tal gloria, y en un momento, Cristo se dará a la tarea de juzgar en un juicio muy parecido al que tiene lugar después de la muerte. Muy probablemente incluirá gente de todas las edades, ya seamos adultos o niños mayores de ocho años, o que hayan entrado en la edad de la razón. Todos veremos una clase de película ante nuestros ojos, que describirá nuestras vidas. Lo que estamos sosteniendo en ese momento, a nadie le importará, lo que somos o cuáles sean las circunstancias externas en que nos encontremos. Uno solamente estará absorbido por esa visión, en un examen de nuestra vida entera ante los ojos de Dios. Aquellos que estén espiritualmente preparados, en una relación cercana con Cristo, viviendo en su gracia, no tendrán nada que temer. Aunque ellos hayan visto sus pecados, han recibido los sagrados sacramentos, lo más probablemente, no tendrán nada que temer. Si los han recibido de manera desordenada, estarán perplejos y tendrán un incentivo para hacer un trabajo más intenso con ellos mismos: Si Tú mi Dios me amas tanto y yo espero tanto en retorno, yo deseo esforzarme en el trabajo de la transformación para Ti, para Tu Reino.Por otro lado, estarán los que no sólo han vivido alejados de Dios, sino que son hostiles hacia Dios, que han luchado contra Él. Están también aquellos que han sido esclavizados y poseídos por Satanás, están tan poseídos por él, que no son capaces de estirar sus manos hacia Dios y pedirle su misericordia. Ellos actúan bajo la influencia de una imagen distorsionada de Dios, porque Satanás distorsiona esta imagen. Ellos ven a Dios como un ser cruel, ausente, distante en sus vidas, y aún si Dios se aparece a ellos como el mismo amor, lo rechazarán. Para tales personas será su muerte. Este será el juicio relacionado a su muerte.
En el momento del Aviso, millones morirán y los que mueran serán aquellos poseídos por el amor a sí mismos y al mal. Los que permanezcan en la Tierra estarán divididos en dos categorías: aquellos que ya he mencionado, los penitentes,y aquellos que primero han resuelto corregirse a sí mismos, pero que su resolución no ha sido suficientemente fuerte para perseverar. En un instante, Satanás regresará trayendo con él siete peores que él mismo, y los dejará poseídos hasta el máximo grado. Así esta gente se convertirá en los perseguidores de la Iglesia. El tiempo de los mártires, que Juan Pablo II mencionó en Fulda, tomará lugar. La Iglesia será purificada por su sangre.
No será una persecución larga. Después del Aviso, cerca de un año, el Señor Dios intervendrá en la historia del mundo y llevará a cabo el Milagro predicho en Garabandal y descrito de manera similar en Medjugore. El milagro se presume será parecido a la nube que caía sobre la Tierra, bajo la cual los israelitas vagaron por el desierto para encontrar refugio: la columna de nube que los condujo por cuarenta años. Cuando ellos salían de sus tiendas en la mañana, ellos miraban hacia la Tienda del Encuentro, cuando veían a la columna de nube colgando sobre ella, volvían a entrar a sus tiendas y esperaban hasta que la columna se levantara sobre la Tienda del Encuentro. Ellos la seguían hasta que se paraba de nuevo. En la noche a su vez, la columna de nube parecía una columna de fuego, semejante a la columna del Milagro que fue predicho en Garabandal en el monte de las apariciones. Durante el día la columna de nube va a tocar el suelo y durante la noche vendrá a ser una columna de fuego. Se supone que el Papa, desde donde se encuentre, va a ver esta columna, y también se va a ver en Medjugore en la montaña de las apariciones llamada Podbr. Será como el Dedo de Dios señalando sobre la Tierra y proclamándole al pueblo: “Se les ha dado una oportunidad final para arrepentirse y reconocer mi autoridad paterna sobre ustedes mostrándoles mi amor”. Y esto es de alguna manera un ultimátum a la humanidad. Aquellos que ignoren este ultimátum serán sacados repentinamente de esta Tierra y Dios dejará solamente a aquellos que sean dignos de entrar en su Reino en la Tierra. No sabemos sin embargo, en qué momento colocar los castigos predichos por Nuestro Señor Jesús. Estos probablemente tengan lugar entre el Milagro y la columna de nube y los llamados Tres Días de Oscuridad. Probablemente terminarán con la limpieza del Castigo y la purificación de la Tierra. Una hermana religiosa conocida mía, vio esos Tres Días de Oscuridad: ella los describe como días en que los demonios será soltados del infierno y tomarán forma visible. Saldrán a atrapar a todos aquellos quienes les pertenecen, y así la Tierra será limpiada de esa gente.
Probablemente estos eventos estén mencionados en el tercer secreto de Fátima, en la parte que todavía no ha sido revelada: una nación se levantará contra otra, un reino contra otro reino, habrá terremotos en diferentes lugares, fuego y humo lloverán desde el cielo y las aguas de los céanos se tornarán en vapor, cayendo como lluvia desdelas nubes. Nadie podrá pararse sobre sus pies, millones de personas perderán sus vidas hora tras hora. Juan Pablo II dijo minuto a minuto, pero se refiere al mismo secreto, al mismo evento. Los vivientes envidiarían a los muertos. Me fue dada la oportunidad de vivir viendo ese Castigo, pero siendo yo un niño, no recuerdo mucho de esto aparte de la atmósfera de espíritus infernales que llueven sobre la Tierra que ha sido sometida a unas terroríficas convulsiones. Yo miraba la Tierra desde una gran altura y así fui capaz de tomar en una sola mirada el hemisferio norte cubierto con nieve y cuando vino la primavera, todo fue transformado en un instante. La gente se llenó de alegría. Salió cantando himnos al Señor en gratitud por haberlos preservado y haberlos llevado hasta los umbrales del Nuevo Mundo. Solamente puedo decir con visiones a ojo de pájaro, que fui consciente del paso de la Tierra a través de esas convulsiones horribles, involucrada la Tierra en alguna clase de guerra y explosiones posiblemente nucleares, que en algún momento estuve bajo la impresión de que dejaría de existir, de que simplemente se partiría
Más tarde también vi castigos específicos. Uno de ellos fue un enorme meteoro que golpeaba la Tierra, llegando a ser meteorito. Es un meteoro en el aire y meteorito cuando golpea un objeto. Así que cuando fui levantado en el cielo, capaz de mirar a este enorme meteoro hacia el cual los habitantes de la Tierra habían disparado posiblemente dos misiles, quefueron apartados por alguna mano, perdiendo el objetivo. Entonces era obvio que el meteorito debería haber golpeado la Tierra.
Recuerdo el susto precedente, algo como un conteo regresivo de los minutos y segundos y probablemente el golpe causando un terremoto. Aunque no recuerdo la conexión entre uno y otro. El terremoto lo estaba experimentando aquí en esta casa en la cual hay una capilla en el sótano donde terminaremos nuestra reunión de hoy. Yo estaba acurrucado en una esquina y corriendo en medio de un movimiento de la Tierra, o un sacudón de toda la casa, que la dañó parcialmente, porque el yeso estaba cayendo del techo y las escaleras estaban probablemente cubiertas y fragmentadas.
Yo describí lo mejor que pude sobre eso en la novela “introducido al Nuevo Mundo con un Ángel”. Aquí mi lenguaje es bastante inapropiado para describirlo porque solamente podemos hacerlo en categorías que conocemos del mundo que nos rodea. Así, cómo describir por ejemplo, nuevos ropajes, los cuales no han sido todavía conocidos por alguien que tenga uno. Como uno deja las viejas ropas que se están despedazando después de haber sidopreviamente parchadas. Estoy vestido en los viejos ropajes y digo: “imagínese que estoy usando unas ropas invencibles”. Ahora, cómo las puedo describir. No es fácil, porque será el espíritu, no la materia, lo que llenará el mundo purificado y renovado.
Entonces, la transformación del Espíritu fue lo que Nuestro Señor vio cuando habló del advenimiento de su Reino y no solamente en la manera en que los judíos lo esperaban, sino Él tenía en mente el Reino del Espíritu. “Si alguno me ama, – dijo-, guardará mi palabra, y mi Padre lo amará y vendrá a él, y habitará dentro de él.” Ese será el reinado de Dios en las almas. Cuando Él reine en las almas de la gente, también reinará en el mundo circundante. Toda la naturaleza será transformada con nosotros. No solamente vendrá a ser amigable al hombre, quien en este momento está rodeado de plagas, gusanos, enfermedades y microbios que están destruyendo al hombre. Pero cuando hay fe en Dios, el nuevo Israel recibirá una promesa similar a aquella del viejo Israel: Si ustedes me obedecen, Yo los bendeciré.
Esta misma bendición se hará manifiesta en todo el mundo que nos rodea, en nuestro estado físico y en el estado de toda la naturaleza a nuestro alrededor, que será transformada
Como en las visiones de mi niñez, yo puedo decir que yo vi mi propio jardín, en el cual estamos sentados ahora, en tres etapas:
Primero aparecía como era en el tiempo de mi padre, yo no sé si todavía como niño, pero estaba lleno de colmenas de abejas sin limpiar, hermosamente cuidadas como parte de los árboles.
Más tarde lo vi en un estado total de descuido, como está ahora, abandonado, sobrecrecido, árboles muriendo, ramas nuevas comidas por el cáncer, desintegrándose por la enfermedad.
Finalmente, la tercera etapa de la existencia de los jardines, los vi como será en el nuevo mundo. Era tan hermoso, por todas partes pequeños pasajes llenos de flores. La gente trabajaba allí con alegría. Llenos de frutos completamente desconocidos para mí, extraños a nuestros climas, más típicos del clima mediterráneo, varias clases de palmas crecían allí. El clima va a cambiar en Polonia y va a ser un clima templado en todo el mundo. Bien, primero y sobre todo la esencia de este nuevo mundo es que será descrito como materia iluminada por el espíritu.
He vivido esto muchas veces, primero podría ser expresado como un espíritu tan poderoso que irradia la materia, tan luminiscente, tan lleno de color, levantándonos hacia Dios, llenándonos de alegría. Es difícil de describir, no hay nada que se le pueda comparar, como si toda la naturaleza y sus alrededores brillaran con una nueva iluminación. Me imagino estar en un pedazo de Cielo porque también supongo que estará iluminado por el Espíritu del Amor. El Sol no se necesitará allí.
La gente deberá trabajar para alcanzar esa clase de mundo. Aún si se paran delante de Dios en el tiempo del Aviso, cuando estén ante su juicio, ellos deben sostener esta maravillosa perspectiva del mundo al cual van a entrar con alegría, alabando a Dios con himnos por las grandes cosas que Él ha hecho para ellos.
Ese será un mundo magnífico, un mundo que adora a Dios. Si ellos no tienen esta perspectiva de lo que sucederá cuando Cristo venga repentinamente, como un relámpago y su juicio caiga sobre ellos, se encontrarán en un pánico espantoso, incapaces de levantar sus corazones. Como Cristo dijo a Santa Faustina que Polonia iba a preparar el mundo para su segunda venida. Era lo mismo para ella, un espíritu de Polonia vendría a preparar la chispa, es algo extremadamente importante. Supongo que por eso estamos hablando aquí ahora.Y me gustaría mucho que esta entrevista filmada se difunda alrededor del mundo, para que el sufrimiento a través del cual he tenido que ir y todavía tendré que pasar mediante el ofrecimiento de mi sacrificio final, alcance los frutos de la esperanza.
Desde que yo he descubierto mi llamado al final de mi vida, parece que Dios está mostrándome que vendré a ser testigo de una realidad todavía desconocida a la gente. Soy un testigo listo a dar mi vida para testificar, que lo que yo estoy diciendo aquí, ahora, es verdad. Yo tomo a Dios por testigo, el Dios en quien he vivido y me he movido y es dueño de nuestro ser, El que ha creado este mundo para nosotros y que es temporalmente creído por nosotros, el Dios que más tarde creará el nuevo y hermoso mundo. Yo tomo a Dios por mi testigo de que lo que yo estoy diciendo es verdad hasta el punto de que yo seré capaz de conocerlo como lo aseguro con certeza. uando la gente está preparada para la cruz, pasar a la otra orilla sobre el puente del Aviso “The Warning” este juicio terrible seguido por los castigos que acompañan al mundo entero junto con terremotos y erupciones volcánicas, entonces irán a través de todas esas experiencias estando preparados para ello.Este llamado mío, más vívido en los últimos meses, es una clase de derivación de lo que yo he llamado una chispa que Dios quería encender en Polonia para preparar a la gente. Podría ser agregada a aquella llama cuyo nombre es Juan Pablo II quien consagró al mundo a la Divina Misericordia, después de haberlo consagrado al Corazón Inmaculado de María. Pero yo ardientemente deseo que esto tenga un significado práctico, el resto sucederá desde el otro lado, cuando mis perseguidores se abalancen sobre mí, esos satánicos que tomarán mi vida terrena de acuerdo con la voluntad de Dios. Yo prometo ayudar a todos a cruzar ese puente hacia el nuevo mundo desde el otro lado.
Con respecto a la primera parte de la pregunta, de cómo nosotros personalmente deberíamos alistarnos, yo responderé como sigue. Tome en cuenta todos los aspectos de su vida y cumpla los requerimientos de Cristo. Esta es la forma más simple de ponerlo. Cuando Cristo el Señor venga, él no nos mirará con una mirada severa, más bien nos sonreirá y elogiará. La mejor manera es hacer una confesión general, esto es, prepararnos para una confesión de la vida entera. Esto aplica tanto para aquellos que se confiesan a menudo, como para aquellos que no han practicado el sacramento de la penitencia por muchos años. Hay una posibilidad entonces de que éstos vivan en grave pecado. Cuando Cristo venga y les muestre su realidad interna, ellos lo verán con terror, como la mística ortodoxa Vasula Ryden ha escrito: “que ellos han estado amamantando en su alma una serpiente infernal”. La gente no alcanza a estar consciente de tal realidad porque Satanás los ha enredado tanto, ha silenciado tanto su consciencia, simplemente los ha persuadido convenciéndolos de que están casi salvados. Ellos tienen que tomar una hoja de papel y un lápiz y orar al Espíritu Santo y a su ángel guardián y permanecer con este papel hasta que venga todo a su mente y lo escriban allí, en algún orden por supuesto. Esto constituirá un examen escrito de conciencia el cual deberán llevar más tarde consigo para sentarse delante de un sacerdote en confesión. La razón por la que esta confesión es tan importante es porque quizá hemos estado recibiendo el sacramento de la confesión desde nuestra niñez pero no hemos hecho una firme resolución de no pecar más. Otros, que han hecho cola para confesarse, nosotros estamos allí también, en casos cuando alguien está tan subyugado por alguna clase de adicción y su alma está quebrantada por algún espíritu maligno, parece ser confortada cuando esta persona hace una confesión de cuaresma, pero si ella ha resuelto no pecar más. Si la persona no ha hecho una resolución firme de no pecar más, no será absuelta de esta falta aunque el sacerdote le diga “yo te absuelvo”. Eso no quiere decir que uno pueda garantizar, ante Dios, un sacerdote, o uno mismo, que nunca va a volver a pecar –esto sería orgullo- pero debería estar dispuesto a no pecar más, por lo menos al momento de la confesión.
La segunda condición es confesar el pecado de manera precisa. Todos saben que dejar de confesar un pecado grave resulta en la retención de la absolución, no importa cuál sea la razón, tanto como la carencia de arrepentimiento que a menudo es la causa que impide la absolución. Cuando una persona viene a la confesión sin compungirse, atormentada por sus pecados, si no tiene una relación con Cristo, ella va y busca un sacerdote como si estuviera sentada en una cafetería. Padre, yo hice estos y esto hacetantos años, algo así, completamente inconsciente de lo que es el sacramento de la penitencia. Realmente significa venir a la cruz del Gólgota, a aquellas numerosa heridas de la Sangre del Redentor para que caigan sobre mí. Esto es lavarse en la Sangre del Cordero y es aproximarse al Redentor y disculparse con Él por estas heridas que hemos infringido en Él por nuestros pecados. Cada uno de los hombres de alguna forma lo ha torturado a su manera propia. Así que un verdadero arrepentimiento es lo que antes de cada confesión debe haber: una profunda inmersión en la pasión de Cristo, la contemplación profunda de sus detalles. Una profunda contrición puede estar invocada al decir: Señor, cuánto sufrimiento he causado en Ti, yo no sé, pero he venido a pedir tu perdón que es un misterio, si Tú me mostraras yo probablemente moriría de miedo, si Tú me mostraras las heridas que he infringido en Ti con mi propia mano.
La reparación de Dios y del vecino puede ser prolongada pero si uno no ha manejado esto aquí en la Tierra, deberá ser hecho en el purgatorio después de la muerte. Sin embargo, hay una sexta condición al sacramento de la penitencia, no menos importante que las cinco catequísticas que conocemos, sin las cuales la reconciliación con Dios no es posible: esta es la reconciliación con otro ser humano, y así, el perdón desde la profundidad de nuestro corazón. Obviamente, uno puede estar en conflicto con alguien por años y no haber perdonado suficiente a la persona y quizá debería pedirle perdón. Estas son dos cosas diferentes: Yo perdono cuando me siento completamente inocente, yo perdono desde el corazón, yo perdono al otro si lo trato como si fuera mi amigo y no un enemigo, yo le hablo con amor.
Otro caso es cuando yo estoy en falta y se me pide por mi perdón. Esto es, discúlpeme y perdóneme, y solamente después de haber solucionado esto con toda la gente es cuando yo puedo venir a Dios. En el caso de las terribles heridas infringidas mutuamente por uno y por otro, si ellos van a seguir sin resolver estos problemas y reciben a Nuestro Señor en la comunión de manera sacrílega por muchos años, ellos van a ver el estado de sus almas en descomposición y es por esto que ellos deben reflexionar sobre el asunto y cumplir esas condiciones. Cristo les mostrará una película, una ilustración de todas sus vidas. Es por eso importante reparar por lo que hemos hecho nosotros personalmente, reparar por el daño a los demás. Como más tarde no habrá ocasión de hacerlo, no habrá dinero, el mundo no será como lo conocemos ahora, quedaremos con las manos vacías. Si no hemos hablado de esto, pero esto es exactamente como la humanidad entrará en el nuevo mundo, humildemente, inclinando la cabeza delante de Dios, pero con las manos vacías, porque el Señor Dios tomará todos los juguetes con los cuales las personas han estado llenando sus vidas, incluido el internet, la electricidad, las redes de transporte, etc. La Tierra silenciosa, la Tierra sumergida en oración, la Tierra que pertenece a los hombres, que ha sido inmersa en sus manos con respeto.
Habrá que labrar la tierra con las manos para cultivar algunas plantas para el sustento, y no habrá tiendas, ni supermercados, nadie podrá ir a comprar comida. Esta será la forma en que la humanidad comenzará su vida en el Nuevo Mundo, en condiciones primitivas, compartiendo todo lo que cada cual tiene y puede hacer. Puede ser una caja de fósforos, pero no habrá tiendas. Yo podría conseguir o si usted podría darme dos fósforos. Así que yo puedo pedirle a usted que me dé un fósforo o que si usted tiene una antorcha operada manualmente y ésta da luz, yo la necesito, y ésta irá de una persona a otra. Y se le preguntará, ¿tienes tal cosa? Y quizá podría necesitarla, y las cosas serán compartidas.
Así que yo regreso a cómo deberíamos ayudar a los demás para entrar en la parusía. Nuestra Señora de Fátima nos habló claramente mostrando el infierno a los niños, y también durante su juicio mucha gente verá el infierno que merece. Otros verán el purgatorio y unos pocos el cielo. En el Aviso (The Warning) por un momento todos verán el lugar en el cual se encontrarán después del juicio. La Madre de Dios mostró a los niños el infierno y al mismo tiempo también les mostró su propio Corazón punzado con las espinas de los pecados. Ella dijo: Ustedes han visto el infierno a donde muchos van porque nadie ha ofrecido un sacrificio o han orado por ellos. Ella pone en primer lugar el sacrificio, la cruz apostólica que debemos tomar por el bien de nuestros vecinos, quienes están parados al borde de la pérdida eterna.
Cuando era adolescente fui llevado al umbral del Cielo, conducido a una Tierra donde no existía el tiempo ni el espacio. Ese fue el mismo momento de la muerte. No estoy enfocado en el momento del sufrimiento o del martirio, pero mi mente está completamente inmersa en que estoy ascendiendo hacia un final feliz, con alegría. Con tales bases he escrito sobre el martirio y sobre lo que debe ser deseado por la gente, más que ser alarmados por esto. He escrito recientemente en internet a los sacerdotes: ustedes deben prepararse para el martirio porque los poseídos, los satánicos golpearán primero y principalmente contra nosotros. Hay un entusiasmo en las parroquias y éste es un momento muy importante principalmente para los feligreses que desean proteger a sus párrocos de la muerte y a sus iglesias de la destrucción, que deben organizar rosarios perpetuos día y noche. La madre de Dios nos da un arma protectora. Si en tales comunidades se pueden conformar grupos que recen el rosario, entonces los satanistas no serán capaces de irrumpir en las iglesias y destruirlas. La gente debe empezar a prepararse para ello ahora, a través de la conversión personal, sobrellevando un sacrificio.