jueves, 1 de agosto de 2013

Volcán Baru despertará - Sueño de Clementina (Panamá)

23/07/2013 


Dios les bendiga. Quisiera compartir con ustedes un sueño que el Señor me dio el domingo 31 de marzo de 2013, en horas de la madrugada aproximadamente como a las 2:00 AM.

Para empezar debo decir que soy panameña y vivo en la ciudad capital de Panamá. 

Durante los días 29, 30 y 31 de marzo de 2013 me encontraba en una provincia distante de la capital, como a 8 horas de distancia (vía terrestre), fuimos un grupo de hermanos cristianos de la congregación a la cual pertenezco. 

Llegamos a un lugar muy alto en la provincia de Chiriquí, específicamente ese lugar se llama “Volcán”, porque ahí está el volcán el más grande del país; pero hasta ahora el mismo no ha registrado actividad alguna desde hace muchísimos años.


En el sueño, yo me veía con el grupo de hermanos en la falda del volcán y todos apreciábamos la hermosa vista del lugar, era un día precioso. 

De repente yo comienzo a ver como se agrieta la tierra y comienza a temblar, y al mirar la cima del volcán veo a dos personas en la cúspide (parecían figuras angelicales), y comienzo a ver como el volcán hace erupción y tira piedras incandescentes y gran cantidad de lava, la cual bajaba rápidamente; la gente comenzó a correr pero muchos eran alcanzados y quemados. En cuestión de segundos todo era un caos, fue algo muy terrible. 

Yo corría por una carretera, y de momento, me fui elevando y elevando hasta llegar a un lugar que era un gran salón, mis pies apoyaban sobre algo que parecía ser las nubes y había una gran puerta y en la entrada había un gran ángel (yo sabía que era de alto rango). 

Enseguida él me habló y me llamó por mi nombre y me dijo: “¿qué ves?”, yo le dije: “veo muchos ángeles” y le pregunté: “¿qué hacen?”, fue ahí que él me permitió sentir un gran dolor en mi corazón y comencé a llorar. 

Los ángeles estaban preparados para algo grande; pero yo solo lloraba, podía sentir el dolor en mi corazón por lo que estaba ocurriendo.


El ángel me dijo: “mira abajo, ¿qué ves?” y yo estaba tan espantada por lo que veía no quería ni hablar, pero le pregunté: “¿dónde están mis pastores, mi esposo, mi familia, mis hermanos en Cristo, dónde están?”, el ángel me dijo: “no están aquí”. 

Yo lloraba desconsoladamente; comencé a ver como pocas personas eran subidas a ese lugar y yo podía sentir gran tristeza y el ángel me dijo: "a este lugar no vendrá nadie cuyo corazón esté lleno de orgullo". Yo le dije: “pero mi familia y mis hermanos ¿dónde están?”, él me dijo: “sólo cinco han sido hallados dignos de venir a este lugar”, yo le preguntaba quienes eran, yo los quería ver; pero no se me permitió (Esos cinco a pesar de no verlos yo sabía que eran hermanos de mi congregación). Pero yo insistía con mi pregunta de donde estaban los demás, porque ellos conocían la Palabra y la enseñaban, y el ángel me dijo: "sí la conocían, la enseñaron, pero sus corazones estaban llenos de orgullo, no perdonaron y no han sido dignos",de inmediato supe y comprendí lo que estaba ocurriendo. 

Entonces le pregunté: ¿y dónde está la iglesia?, ¿por qué muy pocos han subido a este lugar? y él me contestó: "porque cambiaron mi Palabra por otras doctrinas y están lejos de mí. Sus corazones están llenos de orgullo, soberbia y altivez". 


Otra vez me dijo: “Mira, ¿qué ves?” y yo decía: “el volcán los quema” y él me dijo: "ustedes siempre dijeron que ese volcán estaba muerto, pero yo te digo que lo que Dios ha creado tiene vida y vida para siempre". 

Luego aquel ángel me dijo: "cuida tu corazón para que seas digna de venir a este lugar". 

Ese sueño me conmovió tanto y el impacto fue tan fuerte que tenía temor, comencé a orar y a preguntarle al Señor qué había sido ese sueño, no podía volver a conciliar el sueño, luego de mucho rato me quedé dormida y nuevamente volví a tener el mismo sueño hasta que desperté como a las 4:30 AM. 

Quiero compartir esto porque creo con todo mi corazón que los ayes de Dios tocará a muchas naciones y Panamá no escapará y hay que estar preparados. Nosotros siempre decimos que Dios nació en Panamá porque gracias a Él aquí no suceden grandes desastres y que estamos bendecidos, pero sé que pronto llegará un tiempo de estremecimiento.

Clementina
Panamá