El cometa ISON se desintegró después de pasar en torno al Sol a inicios de diciembre, pero lejos de desaparecer por completo, dejó una larga estela de partículas y científicos rusos esperan recoger algunas en la Antártida, un lugar con 100 a 1.000 veces menos polvo que en la región ártica, informó hoy Sergey Bulat, líder del estudio del Instituto de Física Nuclear de Petersburgo, según la agencia Itar-tass.
A fines de diciembre, restos del cometa tendrán su máximo acercamiento con la Tierra y además se espera que el 16 de enero, nuestro planeta cruce por donde fue su senda durante su viaje en dirección al Sol.
Cuando la Tierra cruza estos espacios de restos de cometas se observan estrellas fugaces en la Tierra. Los científicos esperan recoger en esos días las partículas de polvo.
Bulat organizó que dos miembros del equipo partieran a la Antártida en la nave de estudios científicos Alkademik Fedorov, la cual se encuentra en el ámbito de la 59 Expedición rusa Antártica, según Itar-tass.
El 17 de diciembre la nave tiene planeado llegar a la parte de Vostok, en la Antártida y se espera que del 21 al 22 de diciembre obtengan la primera parte de la colección de polvo cósmico.
“El cometa ISON surgió en la nube de Oort, grupo de cometas más allá de la órbita de Neptuno, cuya edad corresponde al momento de la formación del Sistema Solar, 4,6 millones de años atrás, entonces sus partículas podrían proporcionar información científica sobre la sustancia, al momento de la formación de nuestro planeta y el sistema (planetario)”, dijo el científico a la agencia.
“La cosa más interesante del cometa es que tiene algunos componentes protorgánicos, compuestos de carbono que preceden al nacimiento de los organismos vivientes”, dijo Bulat a Itar-tass.
Para recoger los elementos de ISON, los científicos cuentan con un polietileno de 1 por 150 metros de largo, estéril que será luego laminado y transferido a San Petersburgo.
Las partes que se esperan recoger son partículas muy pequeñas, dijo el científico, por lo que no se calientan ni explotan al entrar a la atmósfera, como meteoritos y estrellas fugaces.
“Durante la planificación y preparación del experimento del cometa (que viajó) en dirección al Sol esperábamos que durante su movimiento de retorno (diciembre en adelante), la atmósfera de la Tierra reciba las (partículas) más pequeñas, desde micras hasta milímetros”.
El Dr. Bulat recordó que el 26 de diciembre el cometa ISON cruzaría la órbita de la Tierra, pero “su colapso en el camino hacia el Sol puso en tela de juicio nuestros planes”.
El científico aclaró que para esta fecha, ”las partículas del cometa sometidas a calor del sol y la radiación solar, tienen ahora menos información sobre el momento de la formación del sistema solar”.
Las siguientes observaciones serán el 14 de enero. En esta fecha la Tierra pasará entre los restos de la cola del cometa.