jueves, 16 de enero de 2014

Antiabortistas en España: la minoría que se hizo oír

Con este artículo no pretendo abrir un debate a favor o en contra del aborto. Solo pretendo destacar el logro de los grupos antiabortistas al imponer su criterio al resto de la sociedad española siendo una minoría. ¿Cómo eso es posible? A los que no tienen las cosas claras les toman por tontos. Hay que darse cuenta de ello.


En una encuesta publicada por el periódico El País, a la cuestión sobre si la mujer debe tener derecho a elegir libremente la interrupción de su embarazo, solo el 11% de los ciudadanos se posicionaron en desacuerdo frente al 86% que si estaban a favor. Lo mas llamativo, es que entre los votantes del PP, solo el 25% apoyaba la intromisión del estado en el derecho de una mujer embarazada a abortar,  frente a un 68% de los votantes del PP que prefiere que el estado se mantenga al margen en esta cuestión.

Muchas veces, me he topado con debates dialécticos entre personas que propugnan un cambio radical en el estado de las cosas y aquellos que les llevan la contraria y pugnan para que nada cambie. Los argumentos que niegan que cualquier cambio sea posible son variados: los ciudadanos que luchan por una revolución son una clara minoría, esos ciudadanos no representan la realidad social del país, por lo tanto, no tienen derecho a llevar a cabo ningún cambio en el modelo de estado sin permiso de la mayoría silenciosa. En estas condiciones, lo que no puede ser no puede ser y además es imposible. De ser cierto sus argumentos, ¿Cómo explican que los antiabortistas radicales que solo representan el 11% de la sociedad española y el 25% de los votantes del partido en el gobierno hayan conseguido influir en el gobierno para reformar la ley del aborto?


Los antiabortistas que consiguieron esta hazaña, son en su mayoría católicos y conservadores, que se relacionan de forma endogámica, ciudadanos dogmáticos que viven en un entorno, donde se promueve unas ideas acordes con las directrices de la Iglesia Católica. Su conciencia está por encima de la opinión de la mayoría silenciosa y su postura está alejada de cualquier posible consenso con sus contrarios, que permita buscar una solución salomónica. 

Los antiabortistas agrupados en diferentes asociaciones y plataformas como El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), la ONG Save the Children, Asociación Unidos por la Vida o la plataforma Hazte Oír , presionaron de forma constante al gobierno del PP para que tomase cartas en el asunto, lo cual no les resultó difícil, muchos de sus activistas están ubicados en puestos clave dentro del actual partido gobernante y que podía obrar el milagro. Los antiabortistas apostaron fuerte, jugaron duro y al final ganaron la partida a los proabortistas y aquellos ciudadanos que querían la ley del aborto no se modificase. Los proaborto no estaban unidos como una piña para hacerles frente y además no gozaban de mayoría parlamentaria. La reforma de la ley del aborto auspiciada por el ministro Alberto Ruiz Gallardón contó con el asesoramiento de grupos ultracatólicos y expertos antiabortistas  que trazaron el camino a seguir a su ministerio. Una victoria parcial a pesar de no haber conseguido todos sus objetivos. Los llamados provida aseguran que continuarán luchando para hacer posible la quimera de la prohibición total del aborto en España. 


Se escucharon voces dentro del PP contrarias a la reforma de esta ley, pero alzar la voz de forma tibia no es suficiente para que te hagan caso, algunos de ellos, pudiendo emitir un voto en contra no se atrevieron a romper la disciplina de partido. Los sectores mas conservadores del Partido Popular se indignaron ante las críticas, aduciendo que dentro del PP se promovía la defensa de la vida, pero la encuesta de el periódico El País deja claro que el sector antiabortista radical es una minoría. Rajoy ha intentado silenciar un debate dentro del PP sobre el aborto ¿Por qué? El miedo del PP a perder la fidelidad de sus votantes mas conservadores pesa como una losa, y mas cuando el PP ha incumplido prácticamente la totalidad de su programa electoral ¿Qué van a perder a los votantes de centro? Quizá ya hayan perdido a muchos de sus votantes moderados. A fin de cuentas, estos votantes nunca se agrupan para formar  lobbies y presionar al gobierno de Rajoy para que cumpla algunas de las promesas que figuraban en su programa electoral. Puestos a gozar del favor de unos o de otros: "Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca." (Apocal.3:15-16 edic.Reina Valera 1960). 

Ejemplos como éste, invalidan la tesis de que para que el estado promueva tus intereses, hay que confiar ciegamente en la democracia y el sufragio universal, que solo si una postura es apoyada por una mayoría social y parlamentaria, puede prevalecer sobre otras posturas contrarias... es simplemente, mentira.


No hay democracia participativa en España ni cargos electos que, con su toma de decisiones representen la voluntad popular; porque muchos ciudadanos prefieren las sesiones de hipnosis que les proporciona el fútbol, la telebasura y otros opios del pueblo, mientras delegan la toma de decisiones en personas que luego se atreven a criticar tarde y mal. La mayoría de los ciudadanos creen tener una opinión formada sobre diversos temas pero no la hacen valer. De la indolencia de muchos, se aprovechan unos pocos para mantenerse en el poder, sacar todo tipo de réditos o imponer sus puntos de vista al resto de la población.

Fuente: http://www.elblogdecremacatalana.blogspot.com.es/2014/01/antibortistas-la-minoria-que-se-hizo-oir.html