Ayer mismo, un votante confeso del Partido Popular me confesó en mi taxi que el único camino cívico a la situación “que se nos viene encima” habría de pasar irreversiblemente por un pacto PP-PSOE, ante lo cual no pude más que responderle:
—¡Caramba! ¿Qué fue entonces de aquel PSOE corrupto que nos llevó a la ruina y hundió España?— dije tirando del argumentario Popular del último lustro.
—Ya, pero es que los de Podemos son peores.
—¿Peores que qué?
—Al menos el PSOE demostró ser fiel a la Constitución.
—¿A qué artículos exactamente? ¿Al Artículo 47 que dice que todo español tiene derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada? ¿Al 128 que dice que toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad estará subordinada al interés general? ¿O al 135 que se cargaron de un plumazo presionados por los grandes inversores?
—Podemos quiere controlar los medios de comunicación, igual que en Venezuela.
—Veamos… ¿quién dirige actualmente la agencia EFE? José Antonio Vera, exdirector de La Razón. ¿Quién dirige los informativos de TVE? Álvarez Gundín, exsubdirector de La Razón. ¿Quién dirige TVE? Sánchez Domínguez, excolumnista de La Razón. Todos ellos, en fin, nombrados sin consenso por el Partido Popular.
—No es lo mismo y, en cualquier caso, si gana Podemos será la hecatombe.
—¿Podría concretar un poco más?
—Yo tengo muchos más años que usted. Sé de lo que hablo. Estos quieren arrasar el país. ¡Mire el Pablo Iglesias ese! ¡Mire qué pintas se gasta!
—Acabáramos. Las pintas de Pablo Iglesias. Haber empezado por ahí.
–Seguro que acaban robando, como todos.
–Presunción de culpabilidad en diferido. Otro argumento de peso, qué duda cabe.
–Cuando le quiten su propia casa, ya lo lamentará.
–¿Se refiere a los bancos?
–No, no. Podemos. Dicen que van a expropiar todas las segundas viviendas.
–¿Pero cuándo y dónde han dicho eso?
–Lo escuché el otro día en 13TV.
–¿Emitieron declaraciones de Pablo Iglesias diciendo eso?
–No, no. Lo dijo un contertulio.
–Mire, déjelo.
–Se nota que es usted de Podemos, ¿eh?
–Yo no soy de nadie, caballero. Cuando ultimen su programa electoral lo leeré, y si me convence, tendrán mi voto. Pero, con independencia de algo tan lógico como es votar unas ideas u otras, no es ni medio normal el linchamiento al que están siendo sometidos. He escuchado auténticas barbaridades sobre ellos que luego han resultado ser falsas, o se han potenciado con la peor de las intenciones. Y esto sólo denota la baja calidad democrática que aún arrastra el país.