sábado, 20 de febrero de 2016

Así predicen que será el sexo del futuro

Los expertos en desarrollo tecnológico están empezando a concebir cómo será el futuro del sexo y algunas de las imágenes que nos transmiten, pueden resultar algo chocantes….y no hablamos solo de robots sexuales.


Un reciente artículo publicado en el periódico británico Independent nos habla de algunos de estos conceptos e ideas, que aunque nos son presentadas como una anécdota o una curiosidad tecnológica, realmente nos invitan a pensar en profundidad sobre el sentido que tendrá nuestra vida en el futuro.

A continuación ofrecemos los extractos más interesantes del artículo y concluimos aportando nuestras propias reflexiones, pues el artículo esboza algunos aspectos realmente inquietantes…

El crecimiento del mercado mundial de juguetes sexuales, que ha alcanzado los 15.000 millones de dólares, evidencia una actitud cada vez más abierta a la introducción de la tecnología en las relaciones sexuales.

Por esa razón, el FutureFest de Londres, un evento anual diseñado para explorar cómo impactará la tecnología en la sociedad en los próximos 10 o 30 años, se centrará este año en estudiar el auge de la innnovación científica y tecnológica en el mundo del sexo y las relaciones.


Y es que los expertos en tecnología auguran que los juguetes sexuales de los que disponemos en la actualidad, solo representan el inicio de la gran transformación que experimentará el mundo de las relaciones sexuales en un futuro no muy lejano.

Desde tecnologías que permitirán conocer la compatibilidad del ADN de una pareja potencial con la que mantener una cita, hasta la creación de todo tipo de artilugios tecnológicos que permitirán a las personas estimularse el uno al otro sin el inconveniente de tener que estar en la misma habitación, la esperanza es que todos estos nuevos productos sirvan para cimentar las relaciones y hacernos más felices en el campo del sexo.


Sin embargo, hay otras personas que miran con recelo el desarrollo de todas estas tecnologías, que interpretan como un intento de sustituir el contacto humano, acabando por depender de máquinas para nuestras relaciones sexuales.

ALGUNAS TECNOLOGÍAS SEXUALES DEL FUTURO

CITAS ADN

Más allá de las citas en salas repletas o de establecer citas fugaces a través de aplicaiones móviles, los futuros tortolitos podrán ser capaces de dejar la tarea de encontrar su verdadero amor mediante una prueba de ADN y un algoritmo que nos buscará el partido más viable en términos de apariencia, salud y inteligencia.

MI NOVIO ES UN HOLOGRAMA

Esta carísima tecnología ya existe y permite plasmar una versión holográfica del amante en su sala de estar. Dentro de una década se prevé que la tecnología holográfica será lo suficientemente barata como para tomar una copa o cenar con la pareja (holográfica), a pesar de que él o ella puedan estar en el otro lado del mundo.


EL INTERNET DE LOS GENITALES

Si en el Internet de las cosas se conectan frigoríficos y televisores a la web, podemos esperar que se hará lo mismo en el campo de la sexualidad. Los tecnólogos anticipan la fabricación de implantes o tecnología portátil que permitirá a los amantes enviarse impulsos eróticos entre sí en cualquier momento del día, redefiniendo el concepto de “romance en la oficina”.


REALIDAD VIRTUAL

Ya se empieza a ofrecer en la industria del entretenimiento para adultos, pero la futura realidad virtual irá mucho más allá y tendrá múltiples posibilidades. Por ejemplo, las parejas amantes de los contactos con otras parejas, podrán conocer a otras personas en entornos virtuales.


ROBOTS SEXUALES

Hablamos del posible sexo con robots en los artículos siguientes:




Ghislaine Boddington, encargada de la sección “futuro del amor” de la FutureFest que se desarrollará en septiembre, afirma:

“El objetivo es buscar cosas que aún o existen, pero que sabemos que tendremos en un periodo máximo de 30 años de distancia y ampliar los horizontes”

Ghislaine Boddington

“La forma en que conocemos o interactuamos con la gente por primera vez, muy bien podrá acabar implicando una cita con un holograma o una ventana virtual abierta en el dormitorio de tu novio. Y la forma en que nos damos placer los unos a los otros, se transformará. Si podemos enviarnos correo electrónico entre nosotros, o imágenes y sonidos, ¿por qué no pensar que nos podemos enviar vibraciones o tacto? El mundo del Internet de los Genitales, tiene un amplio camino que explorar, mediante la creación de dispositivos que conectarán nuestros cuerpos, los unos con los otros, desde el interior mismo del cuerpo”

En la actualidad ya existen algunos artefactos “primitivos”, como productos que retransmiten los latidos cardíacos de un compañero debajo del cojín, hasta artefactos sexuales controlados a distancia con una aplicación de smartphone, pero los desarrolladores están considerando tecnologías mucho más sofisticadas, como implantes que podrían activarse cuando un miembro de la pareja piense en el otro.


Cuando hablamos de juguetes sexuales, a todos nos vienen a la mente los artefactos sólidos de los que disponemos en la actualidad, pero de cara al futuro, se habla de juguetes sexuales en forma líquida o en forma de gel, que contendrán en interior millones de robots microscópicos o nanobots, que se aplicará cada miembro de la pareja en sus zonas erógenas y que se utilizarán para estimularse el uno al otro, ya que los nanobots estarán conectados a Internet y responderán a las instrucciones enviadas por la red de forma instantánea.

Boddington afirma: “Las parejas se podrán estimular entre sí mediante un gel repleto de robots microscópicos conectados a Internet y podremos sentir el orgasmo del otro y mejorarlo. Es un concepto de trabajo pionero en el que se está trabajando”

La realidad virtual, que empieza a usarse en la industria de la pornografía, se convertirá en algo mucho más extendido, tal vez con la adición de trajes corporales capaces de estimular todo el cuerpo, como una segunda piel.


Según Boddington: “podemos pensar en los beneficios que ofrecerá esta tecnología en situaciones en las que la gente tiene que estar lejos de sus familias durante largos períodos de tiempo para trabajar. La capacidad de seguir manteniendo un contacto íntimo fortalecerá o preservar las relaciones. También podría ayudar a las personas acacceder a grupos, por ejemplo, a los homosexuales o transexuales, en comunidades o países donde se les reprime o donde es difícil conocer a otras personas con sus inclinaciones sexuales”.

Sin embargo, los investigadores advierten que el desarrollo de estas tecnologías debería sustentarse en un debate sobre ética y moral.

Los críticos han expresado su preocupación de que a medida que la tecnología avance y las necesidades humanas se adapten a ella y viceversa, la gente estará cada vez más tentada a renunciar a la molestia de establecer relaciones con humanos.


Por ejemplo, ya se pronostica la existencia de prostitutas robot para el año 2050.

Una preocupación más apremiante, sin embargo, es la transferencia de prácticas delictivas o potencialmente criminales, como la pedofilia, el acoso o la violación, a áreas como la realidad virtual.

Boddington sostiene: “La realidad es que el 99% de la gente va a querer participar en una vida sexualmente positiva. Pero la sociedad tiene que poner reglas sobre cómo se comporta la gente en los mundos virtuales. El lado oscuro de la sexualidad se mantendrá y necesitamos un debate en profundidad sobre la ética y la manera de vigilar el comportamiento humano en tales entornos”.



La verdad es que algunas de las afirmaciones que realiza Ghislaine Boddington en este texto, llaman poderosamente la atención.

Por ejemplo, nos habla de los beneficios de estas tecnologías “para parejas que están alejadas” o directamente, para “gente que está alejada de sus familias”

Cabe destacar que en estas afirmaciones, la experta en tecnología ha mostrado tener poca flexibilidad mental, o directamente, se ha mostrado como una hipócrita que trata de vendernos las bondades de una tecnología que en realidad ofrece muchas dudas sobre el futuro de nuestras relaciones humanas.

Pensar en el concepto de “familia” o “pareja” cuando estamos hablando del desarrollo de tecnologías que potencialmente alterarán nuestra concepción del sexo y de las relaciones, es no comprender hasta qué punto la propia tecnología moldeará nuestras relaciones y propia la sociedad del futuro.


Hace 100 años, cuando nuestras sociedades estaban aún constreñidas por unos estrictos valores morales y religiosos,cuando el desarrollo economico de un individuo y de su descendencia se basaba en la creación de un núcleo familiar y cuando el contacto y comunicación con otras personas era obligatoriamente presencial, el sexo quedaba principalmente circunscrito al ámbito familiar o a la prostitución, a la que se accedía de forma potencialmente discreta.


En la actualidad, el contacto entre las personas es infinitamente más fácil y abierto, a causa de la evolución de la sociedad, la libertad e independencia de la mujer y el acceso a tecnologías que nos permiten contactar con gran cantidad de personas fácilmente.

Hoy en día, una persona no necesita tener una pareja estable o estar casado para mantener relaciones sexuales y eso explica la proliferación creciente de personas que viven solas, los famosos singles, o la creciente flexibilidad de las relaciones de pareja.

La familia, ya no es el centro neurálgico de la vida sexual.

Así pues, resulta algo absurdo pensar en relaciones de pareja en el futuro, cuando el concepto de pareja o familia tiende a ser cada vez más laxo; además, debemos añadir a ello el desarrollo de tecnologías de Realidad Virtual, combinadas con Inteligencia Artificial o el desarrollo, ya en marcha a nivel conceptual, de chips implantados en nuestros cerebros que nos permitirán conectarnos a Internet con la mente y que podrían incluso permitirnos proyectar una realidad aumentada a nuestro alrededor, alterando directamente, nuestra percepción de la realidad física, como indicábamos en el artículo: EL MÓDEM CORTICAL: LA REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA QUE CAMBIARÁ LA HUMANIDAD PARA SIEMPRE


No hace falta ser demasiado imaginativo para darse cuenta que incluso los robots sexuales, son un concepto anticuado ya en la actualidad.

Creemos que el concepto de robot sexual es anticuado porque su desarrollo corre en paralelo con la evolución de la Realidad Virtual y el auge imparable de la Inteligencia Artificial.

Vamos a ver: lo que convertirá a un potencial robot sexual en algo “sexualmente atractivo”, no será su presencia física solamente, sino su conducta y personalidad, próxima a la de un ser humano, actuando ante nuestros estímulos y necesidades. Y eso implica necesariamente, que deberá estar dotado de una evolucionada Inteligencia Artificial y no limitarse a ser solo un muñeco inexpresivo que se mueve robóticamente y cuyos orificios o apéndices vibran alegremente.


Y puesto que es de prever que el desarrollo de la realidad virtual y la posibilidad de que cope nuestros sentidos irá tan o más rápido que el propio desarrollo de la robótica ( que actualmente ya vemos que no evoluciona tan rápido como muchos creían), es de prever que el tiempo que conviviremos con robots sexuales será más bien corto, pues las próximas generaciones preferirán sumergirse en las maravillas de un entorno fantástico virtual que los rodee por completo y los aísle de la realidad.

Y es que parece extraño que estos “expertos en tecnología” no nos digan algo tan obvio: quizás no lo hacen para que no nos asustemos, pero está claro que en el futuro, gran parte de las relaciones sexuales se producirán con seres completamente virtuales; personajes ficticios creados por diseñadores; puro software que será más barato de crear, copiar, reproducir y actualizar que los carísimos robots físicos, que también deberían estar dotados de ese mismo software para resultar funcionales.


Si se habla del desarrollo de nanorobots que penetrarán en nuestras zonas erógenas para darnos placer y de intercambiar ese placer por Internet con personas que están a gran distancia, es de prever que también se podrá utilizar esa tecnología para darnos placer cuando mantengamos relaciones sexuales con personajes de Realidad Virtual y que esos seres virtuales podrán ser completamente creados por diseñadores, o ser clones de personajes reales famosos, que imitarán su físico, sus gestos y sus voces, o que incluso serán mezclas de diferentes personajes famosos, que podremos componer nosotros mismos y descargarnos de la red en nuestro cerebro o en nuestro dispositivo de proyección holográfica o de Realidad Virtual.

“La cara de Charlize Theron, los labios de Angelina Jolie, el cuerpo de Scarlett Johansson y el trasero de la Khardassian…y le añado la voz que grabé y sinteticé de mi vecina, que me cae muy bien”

Personajes virtuales que podrán ser proyectados en la realidad física mediante realidad aumentada o mediante los hologramas de los que nos hablan y que combinados con tecnologías como los nanorobots, o directamente estimulando nuestro cerebro con microchips implantados, nos harán sentir sensaciones aparentemente reales que no podremos distinguir del resto de sentidos.


Y todo lo que hemos dicho, se queda corto, porque aún estamos concibiendo que mantendremos relaciones sexuales virtuales con seres aparentemente humanos“en la intimidad de nuestra habitación”.

Pero los diseñadores pueden concebir cualquier cosa y la estupidez de las modas puede convertirlo en algo común a nivel social.


El futuro del sexo puede estar plagado de monstruos de tacto fantástico que nos transmitan mil y una sensaciones de diseño y repletos de suculentas bocas-vagina o de tentáculos como penes que penetren virtualmente en todos los orificios de nuestros cuerpos.

Quizás incluso desarrollen algoritmos que nos permitan sentirnos como uno de esos seres ficticios de otro mundo.


Y todo ello, sin entrar en el campo escabroso de las parafilias más extrañas o directamente de las “perversiones sexuales” más retorcidas, que nos podrían permitir despedazar virtualmente a nuestras parejas mientras practicamos sexo, devorarlas mientras estalla en nuestros paladares un sinfín de sabores de creación sintética con cada mordisco, o participar en multitudinarias e infernales orgías de muerte y sexo inconcebibles ahora para una mente mínimamente sana.

Es cierto, quizás pasemos por estadios intermedios en los que haremos uso de nuevos juguetes sexuales en forma de tecnologías como los geles de nanobots o los hologramas, que se solaparán con los actuales conceptos de relación sexual en pareja en el mundo físico.

Pero si nadie hace un esfuerzo por impedir que el estudio a fondo del cerebro humano, la tecnología virtual y la Inteligencia Artificial avancen y transformen la sociedad y la concepción de la realidad con ellas, el futuro que podemos esperar es mucho más extraño e inconcebible de lo que muchas personas creen en la actualidad.

Nos gustaría pensar que al final predominará nuestro instinto más biológico, pero el ejemplo de las nuevas generaciones en un país tan avanzado tecnológicamente como Japón, donde el contacto sexual entre jóvenes está empezando a caer cada vez más en desuso, nos hace pensar que todas estas aparentes fantasías, son mucho más reales de lo que podríamos pensar a primera vista.



Y más a fondo en un artículo basado en los temores del célebre psicólogo Phillip Zimbardo sobre la evolución de la sexualidad entre los jóvenes : LA GRAVE CRISIS MASCULINA: ¿VAMOS CAMINO DE UN FUTURO SIN HOMBRES?

Philip Zimbardo
Ya podemos imaginar un futuro no tan lejano, en el que chicos y chicas casi ni se miren entre sí como objetos de deseo sexual, por no ser tan perfectos como los personajes de realidad virtual que pueden descargarse fácilmente de la red.

Y es que ¿quién querrá meterse en una sudorosa e incómoda relación sexual, repleta de compromisos, con seres imperfectos, peludos, malolientes, con michelines, arrugas, complejos y deseos y necesidades indescifrables, cuando podemos hacerlo con seres de diseño prácticamente perfectos adaptados a nuestras necesidades?

Personajes capaces de hacernos sentir ramalazos de frío en la espalda a la vez que nos inundan de un extraño calor con sus caricias virtuales sobre nuestras zonas más sensibles, mientras nuestra vista se llena de fabulosas lucecitas chisporroteantes y nuestro paladar se inunda del sabor dulce de un snack de chocolate y aromas afrutados creados por el mejor “perfumista virtual”.

Ellas y ellos podrán descargarse su versión virtual de un Brad Pitt gamberro de 25 años dispuesto a dejarlas sin aliento, o bajarse su clon de la Mia Khalifa más traviesa, ajustando el tamaño de sus pechos con un simple movimiento de los dedos.

Y que nadie lo dude: si no nos descargamos la versión Premium, ya sabemos que enmedio del acto sexual o incluso en pleno orgasmo, nos pondrán un anuncio de patatas fritas.


Y todo ello, sin contar que podremos grabar nuestros orgasmos y compartirlos por la red, como si fueran una canción en mp3…incluso con la posible existencia de diseñadores de orgasmos de marca: “el último orgasmo modelo Beckham de Calvin Klein” o “la última creación orgásmica de la reconocida reina del diseño de los sentidos: Menganita”…y siempre bombardeados en nuestra mente con algún consejo propagandístico de las autoridades: “no descargue orgasmos pirata, pueden contener un virus que se introduzca en su cerebro y le impida ver el color rojo o pronunciar las vocales si no paga un rescate”…

Podríamos estar horas y horas dejando volar nuestra imaginación e irnos muy, muy lejos.

De hecho, invitamos a los lectores a que lo hagan y si quieren compartan sus paranoias y visiones sobre el futuro en el apartado de comentarios.


Lo que queremos dejar claro es que nos están vendiendo una versión muy edulcorada y conservadora del futuro de la tecnología, basada en los parámetros actuales.

Como decíamos antes, uno podría pensar que no quieren asustarnos hablándonos de aquello en lo que podemos llegar a convertirnos.

Y es que quizás el futuro sea un lugar maravilloso y repleto de posibilidades; un mundo en el que nuestra mente viaje por infinitos parajes virtuales y la vida sea un viaje constante a los límites de la imaginación.

Quizás, siendo irracionalmente optimistas y en el mejor de los sueños…

Pero la pregunta clave que debemos empezar a hacernos desde ya es: ¿seguiremos siendo humanos?

¿Qué significa ser humanos y qué significará serlo en el futuro?

¿Corremos el peligro de destruir nuestra naturaleza más esencial y de acabar convirtiéndonos en una simple exhalación de software en un mundo virtual de nuestra propia creación?

¿En qué se traducirán los conceptos de élite, de abuso de poder, y de autoridad corrupta que actualmente dominan el mundo, cuando nos encontremos en ese futuro ultra-tecnológico que inundará nuestras mentes y que habrá sido diseñado precisamente bajo el imperio de estas élites?

Y ante todo: ¿existirá el concepto de identidad individual en la mente de colmena que se empieza a dibujar en el horizonte?

Quizás tras las lucecitas embriagadoras que nos venden los futurólogos, en forma de chismes que dan mucho gusto, se esconden sombras muy oscuras, que ni tan solo ahora podemos concebir.

Nadie puede negarlo: estamos ante la época más importante de la historia humana, el momento en el que el ser humano llegará a redefinir su propia naturaleza y tomará las riendas de su propia evolución.

Una época que para muchos puede resultar apasionante, pero que en manos del tipo de personas que manejan el mundo actual, promete ser absolutamente terrorífica…