Para muchos científicos y políticos, a partir de la década de 1950 la energía nuclear se convertirá en la tecnología del futuro. Empresas energéticas de todo el mundo quieren utilizar su capacidad para generar electricidad. Sin embargo, muchas plantas nucleares sirven para producir plutonio, un componente de las bombas atómicas.
Además del peligro explosivo del plutonio, también contamina el medio ambiente.
Millones de litros de aguas contaminadas fluyen hacia el Mar de Irlanda desde la central nuclear estadounidense "Three Mile Island". Además, varios accidentes en centrales nucleares contribuyen a enturbiar su imagen de energía limpia y pacífica. Los ecologistas se movilizan y en la década de 1970 se gesta el "movimiento antinuclear" que desde Alemania se extiende a todo el mundo.