jueves, 11 de junio de 2020

Derribadas estatuas de esclavistas en protesta por la muerte de George Floyd... y me alegro

Una chispa puede quedar en nada, pero también como dijo Mao-Tse-Tung: "Una chispa puede incendiar la pradera". George Floyd era un ciudadano negro cualquiera, por lo tanto cualquiera de los que estamos abajo, podría sentirse identificado con él. En un contexto de pérdida de libertades, destrucción de puestos de trabajo, pequeños negocios, crisis económica,pandemia, somos cada vez más, los que nos identificamos con George Floyd y su mala suerte. Este sistema nos está asfixiando.

Algunos advierten que estas protestas legítimas por el asesinato de George Floyd están alentadas por una elite siniestra que gobierna desde la sombra. La web https://maldita.es/ afirma que es un bulo que George Soros dijese: "Voy a derribar a los Estados Unidos financiando grupos de odio negro. Los pondremos en una trampa mental y haremos que culpen a los blancos. La comunidad negra es la más fácil de manipular"... pero aunque eso fuese verdad. ¿Tenemos que mirar para otro lado constantemente por miedo a una dictadura que no padecemos cada día de forma cotidiana? Varios ciudadanos negros vieron como unos "agentes de policía" se cargaban literalmente a un ciudadano, intentaron socorrerlo. Esos policías no se llamaban David Rockefeller, Henry Kissinger o George Soros. En nuestro día a día, no padecemos la violencia del poder, padecemos la violencia de sus lacayos. Cito textualmente Simone de Beauvoir, escritora, profesora y filósofa francesa “El opresor no sería tan fuerte si no tuviese cómplices entre los propios oprimidos”.

No caigamos en la trampa ultraconspiranoica que cualquier revuelta, rebelión o revolución en un país es por obra y gracia de una elite invisible y que no debemos hacer nada cuando pisoteen nuestros derechos porque así gana el Nuevo Orden Mundial. ¿Qué ganamos nosotros si el status quo nos asfixia de forma progresiva y no nos movemos ni siquiera para mostrar nuestra indignacióǹ en redes sociales?.

El sistema nos ha enseñado desde pequeños a separarnos y a despreciar, ridiculizar e incluso a odiar a otras personas por lugar de nacimiento, raza, género, clase, diferencias políticas, diferencias religiosas, etc. De hecho, leí un comentario que decía que aquellos que protestaban por la muerte de George Floyd en EE.UU en otros países, eran gentuza cuyo único vínculo con el asesinado era el color de la piel y que no tenían derecho a provocar disturbios para mostrar su indignación. No conocemos la historia de las vidas de aquellos manifestantes que provocaron disturbios en Salt y Girona y saquearon un supermercado. A lo mejor tuvieron que vivir episodios de violencia psicológica o física al igual que George Floyd y no los sabemos, porque la gran mayoría no se relaciona con ellos, los ignoran hasta que causan problemas de orden público

Yo he conocido casos de ciudadanos negros en España que fueron agredidos solamente por el color de su piel. Una mujer de Guinea Ecuatorial me confesó lo siguiente: "En España, la gente piensa que los inmigrantes vienen aquí solo a robar. En mi país, la familias están más unidas que las de aquí. En España veo a familias desunidas, hermanos que ni se hablan. En mi país, si alguien tiene arroz suficiente y alguien de mi entorno no tiene, no dudo en compartirlo. "

A raíz de la muerte violenta de George Floyd se ha desatado una ola de protestas y disturbios por todo el mundo que se ha ido extendiendo y ha puesto nerviosos a los gobernantes de diversos países como el presidente de los Estados Unidos Donald Trump.

George Perry Floyd Jr. (Fayetteville, 14 de octubre de 1973-Mineápolis, 25 de mayo de 2020)1​ era músico, afromericano, negro, "nigger", un hombre marcado desde nacimiento por el color de su piel. El 25 de mayo de 2020 cuando un agente policial de Mineápolis le produjo asfixia en su cuello, haciendo presión con su rodilla por entregar, presuntamente, un billete falsificado de $20 dólares. George Floyd repetía que "No podía respirar" al igual que Eric Garner, otro hombre de color asesinado por la policía en 2014 en Staten Island (New York).

No podemos conseguir que George Floyd vuelva a vivir entre nosotros, pero ahora vive dentro de aquellos que no podemos respirar y cada vez somos muchos más los que nos asfixiamos, los que nos asfixian cada vez son menos. Puede, que algún día ruede la cabeza de alguien más que la estatua de Cristobal Colon. Ellos se lo han buscado.












Fuente: https://www.meneame.net/m/Art%C3%ADculos/derribadas-estatuas-esclavistas-protesta-muerte-george-floyd