Uno de los principios de Paracelso fue: «Únicamente un hombre virtuoso puede ser buen médico»
Para él la Medicina tenía cuatro pilares:
- Astronomía.
- Ciencias naturales.
- Química.
- El amor.
Me encontré con el oráculo de Paracelso y no pude evitar llevarlo conmigo. Ayer lo use por primera vez para apoyar la búsqueda de un personaje secuestrado en México, a través de mi amigo vidente y reconocido psicógrafo peruano Renato Portal mas adelante descubriremos con detalle los progresos de la búsqueda.
Mientras tanto conozcamos más a cerca de este Oráculo de Paracelso.
“También los signos, los caracteres y las letras
tienen su fuerza y su eficacia.
Si la naturaleza y la esencia propia de los metales,
la influencia y el poder del Cielo y de los Planetas,
la significación y la disposición de los caracteres,
signos y letras, se armonizan y concuerdan
simultáneamente con la observación de
los chas, tiempos y horas,
¿qué es lo que impediría que un signo
o un sello fabricado convenientemente
no poseyera su fuerza y su facultad de operar?
Los caracteres, las palabras y los sellos
poseen en sí mismos una fuerza secreta
nada contraria a la naturaleza
y que no tiene ningún vínculo
con la superstición”.
Paracelso en “Archidoxia Mágica”
Cartas Oraculares inspiradas en las profecías de Paracelso y la Geomancia.
¿Pero quién fue Paracelso?
En el siglo XVI, precursor de la ciencia moderna, médico alemán y filósofo, Paracelso escribió extensamente sobre medicina, química, astrología y teología. Estudió y practicó la alquimia y fue precursor de la homeopatía.
Sus escritos contenían elementos de la magia, a la vez sus métodos estaban basados en un enfoque científico con respecto a los estudios médicos realizados.
Suizo de nacimiento, hijo del médico y alquimista alemán Wilhelm Bombast von Hohenheim y de madre suiza.
Desarrolló investigaciones en el campo de la mineralogía. Viajó en busca del conocimiento de la alquimia. Produjo remedios con la ayuda de los minerales contra la enfermedad. introdujo el término sinovial; que lubrica las articulaciones. Además estudió y descubrió las características de muchas enfermedades como sífilis y bocio combatiendolas con azufre y mercurio
Paracelso fue un precursor de la homeopatía, pues aseguraba que «lo parejo cura lo parejo» y en esa teoría fundamentaba la fabricación de sus medicinas.
El orden cósmico lo halló en la tradición astrológica. La doctrina del Astrum in corpore es su idea capital y más querida. Fiel a la concepción del hombre como microcosmos, puso el firmamento en el cuerpo del hombre y lo designó como Astrum o Sydus que significa astro o constelación.
Fue para él un cielo endosomático cuyo curso estelar coincide con la constelación individual que comienza con el «Ascendente» u horóscopo.
Se le atribuye la paternidad del término Espagiria del griego “spaô”, “extraer” y “ageirô” reunir. Usado como sinónimo de Química.
Paracelso dice lo siguiente:
«Darumb so lern Alchimiam, Die sonst Spagiria heibt,
Die lernt das falsch scheiden von gerechten».«…por eso aprende la Alquimia, que de otro modo es llamada Espagiria,
ella enseña a separar lo falso de lo justo».
Paracelso, Opus Paramirum
Los medicamentos espagíricos se componen de tinturas principalmente vegetales obtenidas en fechas determinadas de acuerdo a las influencias astro lógicas. En este punto se diferencia de la fitoterapia y de la medicina Homeopática, que no toma en cuenta estas influencias.
Introdujo el uso del láudano. Su principal libro fue La gran cirugía (Die Grosse Wundartzney).
A pesar de que se ganó bastantes enemigos y obtuvo fama de mago, contribuyó en gran manera a que la Medicina siguiera un camino más científico y se alejase de las teorías de los escolásticos.
A Paracelso le atribuimos la idea de que los cuatro elementos (tierra, fuego, aire y agua) y sus criaturas fantásticas que existían antes del mundo. La tierra pertenecería a los gnomos, el agua a las nereidas (ninfas acuáticas), el aire a los silfos (espíritus del viento) y el fuego a las salamandras (hadas de fuego).
Igualmente, Paracelso aceptó los temperamentos asociados a cuatro sabores fundamentales. Dulce (tranquilo, flemático), amargo (colérico), salado (sanguíneo, dicharachero) y el carácter ácido (melancólico.)
Las siete reglas de Paracelso
1º Lo primero es mejorar la salud. Para ello hay que respirar con la mayor frecuencia posible, honda y rítmica, llenando bien los pulmones, al aire libre o asomado a una ventana. Beber diariamente en pequeños sorbos, dos litros de agua, comer muchas frutas, masticar los alimentos del modo más perfecto posible, evitar el alcohol, el tabaco y las medicinas, a menos que estuvieras por alguna causa grave sometido a un tratamiento. Bañarte diariamente, es un habito que debes a tu propia dignidad.
2º Desterrar absolutamente de tu ánimo, por mas motivos que existan, toda idea de pesimismo, rencor, odio, tedio, tristeza, venganza y pobreza.
Huir como de la peste de toda ocasión de tratar a personas maldicientes, viciosas, ruines, murmuradoras, indolentes, chismosas, vanidosas o vulgares e inferiores por natural bajeza de entendimiento o por tópicos sensualistas que forman la base de sus discursos u ocupaciones. La observancia de esta regla es de importancia decisiva: se trata de cambiar la espiritual contextura de tu alma. Es el único medio de cambiar tu destino, pues este depende de nuestros actos y pensamientos. El azar no existe.
3º Haz todo el bien posible. Auxilia a todo desgraciado siempre que puedas, pero jamás tengas debilidades por ninguna persona. Debes cuidar tus propias energías y huir de todo sentimentalismo.
4º Hay que olvidar toda ofensa, mas aun: esfuérzate por pensar bien del mayor enemigo. Tu alma es un templo que no debe ser jamás profanado por el odio. Todos los grandes seres se han dejado guiar por esa suave voz interior, pero no te hablara así de pronto, tienes que prepararte por un tiempo; destruir las superpuestas capas de viejos hábitos, pensamientos y errores que pesan sobre tu espíritu, que es divino y perfecto en si, pero impotente por lo imperfecto del vehículo que le ofreces hoy para manifestarse, la carne flaca.
5º Debes recogerte todos los días en donde nadie pueda turbarte, siquiera por media hora, sentarte lo más cómodamente posible con los ojos medio entornados y no pensar en nada. Esto fortifica enérgicamente el cerebro y el Espíritu y te pondrá en contacto con las buenas influencias. En este estado de recogimiento y silencio, suelen ocurrírsenos a veces luminosas ideas, susceptibles de cambiar toda una existencia. Con el tiempo todos los problemas que se presentan serán resueltos victoriosamente por una voz interior que te guiara en tales instantes de silencio, a solas con tu conciencia. Ese es el daimon de que habla Sócrates.
6º Debes guardar absoluto silencio de todos tus asuntos personales. Abstenerse, como si hubieras hecho juramento solemne, de referir a los demás, aun de tus más íntimos todo cuanto pienses, oigas, sepas, aprendas, sospeches o descubras. por un largo tiempo al menos debes ser como casa tapiada o jardín sellado. Es regla de suma importancia.7º Jamás temas a los hombres ni te inspire sobresalto el DIA mañana. Ten tu alma fuerte y limpia y todo te saldrá bien.Jamás te creas solo ni débil, porque hay detrás de ti ejércitos poderosos, que no concibes ni en sueños. Si elevas tu espíritu no habrá mal que pueda tocarte. El único enemigo a quien debes temer es a ti mismo. El miedo y desconfianza en el futuro son madres funestas de todos los fracasos, atraen las malas influencias y con ellas el desastre.Si estudias atentamente a las personas de buena suerte, veras que intuitivamente, observan gran parte de las reglas que anteceden. Muchas de las que allegan gran riqueza, muy cierto es que no son del todo buenas personas, en el sentido recto, pero poseen muchas virtudes que arriba se mencionan. Por otra parte, la riqueza no es sinónimo de dicha; Puede ser uno de los factores que a ella conduce, por el poder que nos da para ejercer grandes y nobles obras; pero la dicha más duradera solo se consigue por otros caminos; allí donde nunca impera el antiguo Satán de la leyenda, cuyo verdadero nombre es el egoísmo. Jamás te quejes de nada, domina tus sentidos; huye tanto de la falsa humildad como de la vanidad. La falsa humildad te sustraerá fuerzas y la vanidad es tan nociva, que es como si dijéramos: pecado mortal contra el Espíritu Santo.
PROFECÍAS DE PARACELSO
Al igual que las más conocidas profecías de Nostradamus, las profecías deParacelso son excesivamente crípticas, llenas de símbolos alegóricos, interpretados para diferentes propósitos.
Viene con 32 xilografías surrealista que parecen revelar más detalles acerca de cada profecía.