Dado que la población mundial sigue en aumento, según los pronósticos científicos, de 7.200 millones de personas a 9.600 millones, la ONU estima que la demanda de agua aumentará en un 55%.
Alrededor de 768 millones de personas hoy en día no tienen acceso a una fuente segura de agua, una quinta parte de los acuíferos del mundo están agotados, subrayan en la ONU. Según su reciente Informe sobre Agua y Desarrollo Mundial, más del 40% de la población del planeta vivirá en áreas de estrés "grave" de agua, buena parte de ella en la amplia franja de tierra que corre a lo largo del norte de África, Oriente Medio y el suroeste de Asia.
Como regla general, los países húmedos serán más húmedos y los países secos serán más secos, lo que acentúa el riesgo de inundaciones o sequías, advierten los climatólogos, citados por AFP.
"Habrá claramente menos agua disponible en los países subtropicales, tanto en las aguas superficiales y los acuíferos, y esto va a acentuar la competencia por los recursos hídricos", dice Blanca Jiménez Cisneros, una de los autores del reciente informe del Panel intergubernamental sobre el Cambio Climático.
Según Richard Connor, quien dirigió el informe de la ONU, los conflictos por el agua entre las naciones pueden resultar en fluctuaciones de los precios de la energía y los alimentos, lo que a su vez puede desencadenar disturbios civiles. "En tales casos, un conflicto puede estallar por la energía o los alimentos, pero estos están a su vez relacionados con la disponibilidad del agua", explica Connor.