Una amiga cristiana evangélica tuvo este sueño hace unos meses y otras personas de su entorno, tuvieron el mismo sueño también:
Me veía con unos zapatos muy brillantes, que brillaban mucho y estaba arreglándome. Me decían mi padre y mi hermanas que estaba muy guapa y me fui a pasear con ellos. Yo me miraba en un espejo grande y resplandecía.
Este sueño antes de tenerlo yo, la primera vez lo tuvo una prima mía. Ella soñó que me regalaba el Señor a mí y a mi hermana con la que canto, unas sandalias que brillaban mucho y nos abrazábamos, llorábamos juntas de la emoción y decíamos: ¡Ay ¡Qué no nos lo merecemos!
Y al tiempo, un mes o dos después, un hermano de Internet, que no sabia nada, me dijo qué soñó conmigo y que yo tenía unos zapatos que brillaban mucho de tacón y bailaba sobre una alfombra y pisaba serpientes pero la sangre no me manchaba.
