Comparto un sueño que siento responsabilidad de decirlo, hermanos, soñé muchos escenarios alrededor del mundo, vi lugares de ciudades diferentes que no conozco. Veía al mundo con normalidad de sus afanes diarios, y luego estaba junto con otras personas en una reunión donde habían muchas personas, era de día, habíamos sido invitados para esa reunión, y habían muchas personas que ya estaban sentadas, otras recién llegaban, yo veía las ropas de los que estábamos allí, y todos estábamos con nuestra mejor vestimenta, bien arreglados, bien presentables.
La reunión era en el lobby de un gran edificio, muy alto, todos estábamos a la espera de algo, de pronto sin saber lo que iba a suceder, empiezan a elevarse a los cielos muchas personas que estaban en esa reunión; vi claramente la cara de un joven que se elevaba, él tenia una camisa celeste claro, de manga larga, su camisa se veía nítida muy limpia, y muy bien planchada, pude darme cuenta de eso, pues lo vi a la par mía, estaba de pie luego lo vi flotando en el aire, y vi arriba de él ya iban mas personas elevándose también, el estaba en la mesa donde yo me encontraba, la mesa era redonda.
Luego, una joven; ella ya estaba de pie cuando vio lo que acontecía, empezó a flotar en el aire y fue elevada al cielo, tenia un vestido blanco como de encaje, su pelo era ondulado un poco largo, mas pude ver que ella se despedía de otros que estaban sentados, y les hablaba como aconsejándoles qué hacer, se los decía con voz fuerte pues ella estaba siendo elevada a los cielos.
Y vi a otros que estaban sentados en las mesas y no eran elevados, se quedaban sentados, a pesar de que habían sido invitados y estaban en la reunión, mas no eran elevados, yo también empecé a flotar elevándome al cielo.
Al despertar amanecí muy alegre, pues yo nunca en mi vida había tenido un sueño así, y le doy gracias a Dios, pues en este sueño el me mostró que todos los que creemos en Jesús como nuestro salvador, Ya hemos sido invitados a las Bodas del Cordero, en los cielos. Jesús no discrimina a nadie, Él dice: El que a mi viene yo no le hecho fuera. Pues yo vi que Él había invitado a todos, mas no todos se fueron, los que eran elevados a los aires, fueron los que se dieron cuenta de lo que sucedía, del tiempo que se estaba viviendo y estaban de pie alertas, mas los que estaban sentados se quedaron.
Así fue el sueño que Dios me dio, y se que tiene una interpretación.
Que nuestro señor Jesucristo les Bendiga.
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