El movimiento de los chalecos amarillos (en francés, Mouvement des gilets jaunes) es un movimiento social de protesta que se formó en Francia a partir del mes de octubre del 2018. El movimiento también se extendió, en menor medida, a otros países vecinos principalmente Bélgica, Países Bajos, Alemania, Reino Unido, Grecia, Italia, y España.Es un movimiento espontáneo y transversal. Ciudadanos de todas las ideologías desde la izquierda radical pasando por moderados desengañados de la política tradicional hasta la ultraderecha nacionalista, se unieron a las protestas. Dentro de este movimiento, hay referentes como Laëtitia Dewalle, Éric Drouet, Ingrid Levavasseur, Priscillia Ludosky, Jacline Mouraud, Maxime Nicolle, Hayk Shahinyan entre otros, que actúan de portavoces improvisados de este movimiento.
Este movimiento social y político nace del fracaso del sistema sustentado por los partidos políticos tradicionales y apoyados, los que los medios definen como partidos políticos moderados, que no se preocupan de los problemas de los ciudadanos y no hacen política social real.
El origen de sus movilizaciones era protestar contra la subida del precio de los combustibles y de los impuestos, la pérdida de poder adquisitivo de las clases medias y bajas y el sentimiento de abandono en las zonas rurales. Algunos de sus objetivos son el aumento del salario mínimo, el incremento de las pensiones, la mejora del sistema educativo público, la sanidad pública, el restablecimiento del Impuesto Sobre la Fortuna, el mantenimiento de los servicios públicos, la destitución del presidente Emmanuel Macron y la organización de un Referendo de Iniciativa Ciudadana o RIC, una iniciativa sumamente interesante. Los chalecos amarillos reclaman democracia directa al estado francés y la celebración de Referéndum de Iniciativa Ciudadana (RIC), para que sean los ciudadanos, y no los políticos, los que tomen decisiones sobre ciertos asuntos que les afectan directamente.
Movimiento social y político clásico
Los chalecos amarillos apuestan por el activismo clásico, el que funciona, el único que puede conseguir concesiones del poder. Sus métodos de lucha son contudentes, movilizaciones en las calles, cortes de carreteras, etc. Estos actos se realizan los sábados a partir del 17 de noviembre de 2018. Por desgracia, algunos muchos manifestantes han sido heridos, algunos de ellos de gravedad, 22 manifestantes que han perdido un ojo, cinco que se han quedado sin una mano, 210 que sufrieron heridas en la cabeza. Más de 6.400 manifestantes han sido detenidos por la policía ha habido cerca de 500 casos de abuso policial. También ha habido muertes, 10 manifestantes fueron atropellados por vehículos y una mujer de 80 años murió después de haber recibido en la cara una granada lacrimógena MP7 mientras que cerraba las persianas de en su apartamento.
Yo me siento plenamente identificado con ellos, tanto en la causa de sus protesta y en los métodos de lucha que usan para hacerse escuchar. No estamos hablando de la acampada flower power del 15M que lo único que hizo fue dar a luz a un partido político llamado PODEMOS que desmovilizó a la ciudadanía española, tan acostumbrada a que otros resuelvan el marrón y qué, ironías de la vida, no puede con el sistema y hasta su líder Pablo Iglesias pide perdón por eso.
El presidente Macron en el punto de mira
Emmanuel Jean-Michel Frédéric Macron (Amiens, 21 de diciembre de 1977) es un político francés que desde el 14 de mayo de 2017 es el vigesimoquinto presidente de la República Francesa, copríncipe de Andorra y gran maestre de la Legión de Honor. Ex funcionario público y especialista en inversión bancaria; empleado y asociado del banco francés Rothschild & Cie, ejerció posteriormente de asesor económico del presidente de la República François Hollande. El 26 de agosto de 2014 fue nombrado ministro de Economía, Recuperación Productiva y Asuntos Digitales. Dimitió el 30 de agosto de 2016 para dedicarse al movimiento político de centro En Marche! que había lanzado en abril.
Estamos hablando de un tipo que es pura casta y que consiguió llegar a ser presidente de Francia por el miedo de muchos a que fuese la ultraderechista y populista Marine Le Pen, la que ocupara su lugar. Su política neoliberal fue la chispa que encendió la llama. A pesar de que inicialmente se resistió a acoger cualquier reclamo del movimiento, el 5 de diciembre Macron decidió renunciar al aumento de los impuestos al combustible y anunció varias medidas sociales.
Pablo Iglesias decía que las medidas que beneficiaban al conjunto de la ciudadanía, se conseguían desde las instituciones, no protestando en las calles. Una vez mas, la realidad demuestra que no, que hay cosas que solo se consiguen luchando en las calles, y más, teniendo una democracia devaluada de puertas giratorias para expresidentes, exministros, exdiputados y exaltos cargos, con partidos políticos que dicen ser de izquierdas (PSOE), permitiendo gobernar a la derecha (PP y C's) durante 2 años por orden de banqueros y grandes empresarios, para después tener el cinismo de decir en campaña electoral, que si gana la derecha, supondría una involución de 40 años, con partidos políticos que dicen ser de derechas y prometer bajar los impuestos y, cuando llegan al poder, hacen todo lo contrario.
La revuelta de los chalecos amarillos nace cuando los partidos políticos defienden solamente a los ricos y poderosos o dicen defender a los pobres y minorías y va pasando el tiempo y se descubre el engaño. Como dijo el presidente de EE.UU Abraham Lincoln y terminó siendo asesinado: “Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo.”