EL NUEVO DIARIO, ROMA.- La modelo marroquí Imane Fadil, una de las participantes en las famosas fiestas “bunga-bunga” del exprimer ministro italiano Silvio Berlusconi y testigo en el proceso contra él por prostitución de menores en el caso Ruby, ha muerto presuntamente envenenada.
La Fiscalía de Milán (norte de Italia) anunció este viernes que investiga el fallecimiento de la modelo, de 34 años, ocurrido el 1 de marzo en el hospital Humanitas pero que no trascendió hasta hoy, y que las pesquisas son por “homicidio voluntario”.
Según medios italianos, la mujer estaba ingresada desde finales de enero y su muerto tuvo lugar “después de un largo sufrimiento”.
La Fiscalía no excluye ninguna hipótesis, entre ellas la del envenenamiento, pues la propia Imane había comentado a su familia y su abogado que temía haber sido envenenada.
“Estamos trabajando sobre esa hipótesis”, señaló el fiscal de Milán, Francesco Greco.
Reveló que se han encontrado algunas irregularidades en el expediente médico de la paciente, de lo que puede deducirse una sintomatología de envenenamiento, por lo que se ha ordenado la realización de una autopsia.
Fadil se sintió mal en la casa de un amigo en enero y el 29 de ese mes fue ingresada en el hospital Humanitas de Rozzano, en las afueras de Milán, al principio en cuidados intensivos.
La modelo marroquí fue testigo en el llamado caso Ruby que se desarrolló desde 2011 en el Tribunal Penal de Milán contra Berlusconi por supuesto abuso de poder e incitación a la prostitución de menores, en relación a las “cenas elegantes” que se celebraban en su villa San Martino de Arcore, próxima a Milán.
Ruby era el apodo de la también marroquí Karima El Marough, que mantuvo relaciones sexuales con Berlusconi cuando aún no había cumplido 18 años.
El “cavaliere” fue condenado el 24 de junio de 2013 a siete años de prisión y a la inhabilitación perpetua para el ejercicio de un cargo público por el caso Ruby, pero un año después el Tribunal de Apelaciones de Milán le absolvió de esos delitos de abuso de poder e incitación a la prostitución de menores.
En 2015, el Supremo italiano confirmó la absolución, al mostrar su acuerdo con el fallo del Tribunal de Apelación que determinó que Berlusconi no tenía por qué saber que la joven era menor de edad.
Durante sus declaraciones como testigo en el caso Ruby, Imane Fadil ofreció numerosos detalles de las orgías con jovencitas del entonces septuagenario Berlusconi y sus amigos, como por ejemplo que algunas chicas se disfrazaban de monjas y luego se iban quedando desnudas y cómo el entonces primer ministro les ofrecía sobres con dinero.