"Caerán 30 días de castigo sobre la ciudad de New York de una manera que el mundo nunca ha visto. Dios va a derribar los muros. Habrá una violencia que no nos podemos imaginar, saqueos. La violencia va a ser tan feroz, que el mundo entero se sacudirá. Nuestras calles se forrarán por el ejército y la Guardia Nacional."
"Se detendrán los trenes y los autobuses. Se perderán billones de dólares. Todos los espectáculos en Broadway se cancelarán. Los negocios huirán de la ciudad en una hemorragia incontenible. Tales cosas se esperan en países del Tercer Mundo, pero no en una nación civilizada como los Estados Unidos. Sin embargo, poco después de esto, la ciudad de New York se irá completamente a la bancarrota. La ciudad reina será lanzada al polvo, convirtiéndose en una ciudad pobre.
"Te puedes preguntar: ¿Cuándo ocurrirá esto? Todo lo que te puedo decir es que yo creo que estaré aquí cuando ocurra. Sin embargo, cuando ocurra, la gente de Dios no debe tener miedo ni pánico."
"¿Fue el ataque terrorista del 11 de septiembre lo que profeticé en el 1992?" No, no lo creo. Lo que vi avecinándose era mucho más fuerte. De hecho, si América se niega a convertirse a Dios, vamos a enfrentar los juicios que Israel enfrentó. Y no serán solamente para New York, sino también para cada región del país. Ni aún el centro del país se librará. La economía del país se derrumbará, y explotará la violencia. Los incendios consumirán nuestras ciudades, y los tanques retumbarán en las calles