El castigo al banco francés BNP Paribas por parte de Estados Unidos está desatando una fuerte arremetida contra la hegemonía del dólar en las transacciones internacionales. BNP Paribas fue castigado con la mayor multa aplicada a un banco europeo por realizar operaciones con Irán, Cuba y Sudán, países proscritos por Estados Unidos. La sanción al banco francés incluye la prohibición de operar con dólares en cualquier parte el mundo. Como esta prohibición se puede extender a otros bancos europeos, el gobierno francés está desempolvando todos los programas en su lucha contra el dólar para romper la hegemonía del billete verde. Esta linea de acción fue confirmada este lunes en el Parlamento Europeo, cuando el Ministro de Finanzas de Francia, Michel Sapin, dijo que los gobiernos de la zona euro "deben buscar todas las formas para reforzar el uso del euro en las transacciones internacionales, a fin de establecer el "reequilibrio frente al dólar" de las monedas utilizadas para los pagos globales. Para el ministro francés, el acoso al BNP Paribas "debe hacer que nos demos cuenta de la necesidad de utilizar una variedad de monedas en nuestras transacciones.
No tiene sentido que nos vendamos a nosotros mismos (los europeos) en dólares, como, por ejemplo, cuando vendemos aviones. ¿Es necesario que las ventas de aviones entre nuestros países se hagan en dólares?", "No", dijo Sapín "podemos perfectamente hacerlas en euros y hacer que el euro tenga un impulso global. Un nuevo equilibrio es posible y necesario, no solo en relación con el euro, sino también para las monedas de los países emergentes, que representan más del comercio mundial".
Las declaraciones de Sapin se suman a las vertidas la semana pasada por Christophe de Margerie, presidente de la petrolera francesa Total SA, quien dijo que no veo ninguna razón para que las compras de petróleo continúen haciéndose en dólares, aunque el precio de referencia en dólares se mantenga". Ver Financial Times y esta entrevista en YouTube
Petróleo en euros
"Nada impide que alguien pueda pagar por el petróleo en euros", dijo De Margerie a los periodistas en la conferencia del Cercle des Economistes en Aix-en-Provence, como recoge Bloomberg. "El precio del barril de petróleo se cotiza en dólares. Una refinería puede tomar el precio y el tipo de cambio euro-dólar en un día determinado, y hacer el pago en euros." ¿Hay problema? No, no hay ningún problema. Esta era la idea de Saddam Hussein el año 2000 cuando le propuso a la entonces naciente Unión Monetaria Europea "transar el petróleo de Irak en euros" (tema que vimos en el post Los petrodólares y el interés monetario de las guerras por el petróleo. Quince años más tarde, la idea de Saddam Hussein es recuperada por Francia: el petróleo se puede transar en euros.
Las declaraciones de Sapin y De Margierie se han producido después que las autoridades estadounidenses aplicaran la mayor sanción a un banco europeo y prohibieran a ese banco operar con dólares en cualquier parte del mundo. Esto ha estimulado un profundo debate en Francia sobre el derecho de Estados Unidos de aplicar la Ley más allá de sus fronteras. El castigo a BNP Paribas está creando la necesidad de una alternativo de contrapeso al dólar, algo que no ha podido hacer la UE con el euro a más de una década de la implantación de la moneda única. Como indica Financial Times, más de la mitad de los préstamos transfronterizos son transados en dólares, y de acuerdo a una encuesta global, de un mercado diario de 5 billones en divisas, el 87 por ciento es transado en dólares. Pese a los esfuerzos de diversificación, muchos bancos centrales noven ninguna alternativa real a la seguridad y la liquidez que ofrece el Tesoro de Estados Unidos.
Fin a la hegemonía del dólar
No debe sorprendernos que sea un tema vinculado a la banca el que abra por fin este debate sobre el rango de "guardian de la Ley" que se atribuye Estados Unidos para iniciar guerras y practicar genocidios como los de Vietnam, Palestina e Irak. Este último conflicto, desencadenado el año 2003, tuvo la venia de la Naciones Unidas en virtud al burdo engaño de "las armas químicas de destrucción masiva". Ningún país reclamó a Estados Unidos su maquinación fraudulenta cuando se descubrió su total engaño. Ningún país se animó a pasarle la cuenta de los daños al patrimonio milenario de Irak, tras el saqueo de las tropas. En el post sobre la multa por 9.000 millones de dólares a BNP Paribas, sugería que ya es hora que Europa aplique una multa a los bancos de Estados Unidos por las pérdidas que ocasionaron a los bancos europeos con sus enseñanzas de los fraudes y la contabilidad creativa. El caso de Grecia es el mejor ejemplo de estas prácticas que enseñaba Goldman Sachs. Por eso que una multa de 100.000 millones de dólares podría correr contra Estados Unidos esta misma semana. Y mucho más si nos animamos a aplicar una sanción por los abusos y mentiras que incubaron la guerra de Irak.
"Esta no es una lucha contra el imperialismo del dólar", dijo Sapin, pero la idea de "un reequilibrio global de divisas" es un claro golpe de timón contra el dólar, aunque se diga lo contrario. Si bien no es la primera vez que Francia se levanta contra el dólar, esta parece ser la más contundente y, curiosamente, alineada con el bloque chino-ruso que también quiere desprenderse del dólar.
En los años 60, el Ministro de Finanzas de Francia, Valery Giscard d'Estaing, cuestionó los "privilegios exhorbitantes" que tenía Estados Unidos con el dólar como moneda de reserva, dado que Estados Unidos podía comprar (como efectivamente lo hizo) toda la producción mundial, solo imprimiendo dinero. Francia fue el país que más perdió cuando en 1971 Estados Unidos terminó unilateralmente con el acuerdo de Bretton Woods. Los dólares que el gobierno de París había acopiado para "convertirlos en oro" como indicaba el acuerdo, sufrieron una pérdida del 30 por ciento de su valor cuando el domingo 15 de agosto de 1971 Richard Nixon dio a conocer por televisión que se acababa la convertibilidad del dolar en oro. Cuarenta y tres años más tarde, Francia prepara su desquite, en una operación que puede implicar la pérdida de hegemonía de Estados Unidos, y una escisión global haca tres grandes bloques: dólar, euro y yuan. La guerra de divisas escala un nuevo peldaño.