Tras la excomunión de la ’Ndrangheta, mafiosos presos no fueron a misa y una procesión religiosa se desvió para homenajear a un capo condenado.
Roma. Cerca de 200 mafiosos presos en una cárcel de alta seguridad de Larino, en la región de Molise, Italia, no acudieron ayer a la misa dominical en protesta por la decisión del papa Francisco de excomulgar a la mafia calabresa ’Ndrangheta, tras el asesinato, en enero pasado, de un niño de 3 años en un ajuste de cuentas con su familia.
Ello se suma a otro desafío al Papa, ocurrido el miércoles pasado, cuando una procesión religiosa se desvió de su ruta en un poblado del sur del país para rendir homenaje a un mafioso convicto que se encuentra bajo arresto domiciliario.
Durante la procesion, los fieles inclinaron la imagen de la Virgen ante la casa de un mafioso condenado a arresto domicilario. |
Angelino Alfano, ministro del Interior italiano, denunció ayer como “deplorable y repugnante” el tributo realizado por la procesión en Oppido Mamertina, una localidad que es un bastión de la mafia calabresa. Asimismo, el funcionario elogió a tres policías que abandonaron la columna de gente al desaprobar el hecho.
El 21 de junio pasado, el Papa visitó la región de Calabria y denunció a la ’Ndrangheta por su “adoración al demonio” y anunció que sus miembros fueron excomulgados.
La procesión del 2 de julio incluyó a clérigos, al alcalde, padres que empujaban coches de bebés y decenas de hombres del lugar que cargaban en hombros una estatua representativa de la Virgen María.
El policía Andrea Marino afirmó que él y sus compañeros se apartaron de la procesión cuando se desvió de su ruta, y se dirigieron a la iglesia para quejarse por lo ocurrido.
Nicola Gratteri, uno de los fiscales contra la mafia de Calabria, señaló a The Associated Press que la desviación hacia la casa del mafioso fue, al parecer, un “reto al dictado del papa Francisco”.
’Ndrangheta, un grupo de tráfico de cocaína, es una de las organizaciones criminales más poderosas del mundo. Los rituales religiosos tienen un lugar importante en la mentalidad de los mafiosos.
Monseñor Francesco Milito, obispo de Oppido Mamertina, anunció que tomaría medidas contra quienes aprovechan la procesión para honrar al mafioso local de 82 años a quien, debido a su edad, se le permitió cumplir en su casa su sentencia de cadena perpetua por homicidio.
Respuesta
Tanto la actitud de los presos como el desvío de la procesión son la respuesta, por ahora inofensiva, de la ’Ndrangheta a las duras palabras que el Papa, delante de más de 200 mil fieles, pronunció hace dos semanas en Cassano allo Jonio, el pueblo de Cocò, el niño asesinado y quemado junto a su abuelo en el interior de un auto, consignó ayer El País, de Madrid, en su sitio web. Se trata de una organización mafiosa que incluye en su simbología términos y devociones cristianas.
“La ’Ndrangheta es la adoración del mal, el desprecio del bien común. Tiene que ser combatida, alejada. Y la Iglesia tiene que ayudar más. Los mafiosos no están en comunión con Dios. Están excomulgados”, afirmó Francisco. Nunca un Papa había llegado hasta el extremo de negar la comunión, el castigo más grave para un creyente, a los mafiosos de forma colectiva.
En 1993, Juan Pablo II repudió a la mafia en Sicilia.
La respuesta fueron dos atentados con bombas en iglesias de Roma y el asesinato, en Palermo, del sacerdote Pino Puglisi, conocido por su lucha contra el crimen organizado.
Pesar por los inmigrantes víctimas del sistema económico
Ante miles. El papa Francisco expresó ayer su pesar por los miles de inmigrantes que cada día se ven obligados a abandonar su patria, arriesgando su propia vida, y que son, dijo, víctimas de un sistema económico que explota al hombre. “Son tantos los que se ven obligados a emigrar de su patria, arriesgando su propia vida. Muchos soportan cada día el peso de un sistema económico que explota al hombre y le impone un yugo insoportable, con el que unos pocos privilegiados no quieren cargar”, afirmó el Pontífice minutos antes del rezo del Ángelus.
Las palabras del Papa fueron hechas desde la ventana del Palacio Apostólico del Vaticano y dirigidas a los miles de fieles católicos que se acercaron a escuchar su mensaje en la Plaza de San Pedro. Ante ellos, el Papa hizo un llamado para ayudar al prójimo, superando “la indiferencia de los seres humanos, que hace tanto mal”.
El sábado último, Jorge Bergoglio efectuó un exhorto a las instituciones europeas para que sean más generosas a la hora de acoger a los refugiados, en un mensaje que envió al arzobispo de Agrigento (Sicilia-sur de Italia), Francesco Montenegro.
En ese mensaje, el papa Francisco transmitió su dolor por la muerte de cientos de inmigrantes en lo que va del año en el canal de Sicilia e instó a las autoridades a aportar soluciones.