Era de madrugada empezaba a clarear el día; estaba acostada con mi esposo y mis hijos en otras habitaciones durmiendo, cuando de repente me despierta un ruido, pongo atención y se oía una marcha afuera, en la calle, me levanté intrigada por ver qué pasaba.
Me acerco al balcón de la ventana de mi recamara que daba a la calle y veo militares que marchaban y en ese momento les dan una orden y se detienen frente a mi casa, para entonces mi esposo ya se había despertado y miraba conmigo hacia afuera a ver qué pasaba. Nos mirábamos extrañados uno al otro, y entonces el que comandaba el pelotón de militares tocaba nuestra puerta.
Nosotros asustados y extrañados bajábamos al primer piso de la casa y me decía mi esposo: -hay que mantener nuestra paz, hay que abrir.-
Abrimos la puerta y el militar nos decía con seriedad y respeto: -“Sres. deben entregarnos las biblias junto con todo libro o revista religiosa que tengas”-
Nosotros asustados entrábamos a la habitación donde teníamos un librero de pared y empezábamos a buscar y entregar lo que nos pidieron a dos militares más que habían entrado. -¿“Ya no tienen más”?- respondimos que No. En ese momento recordé la Biblia para niños con figuras que teníamos y otros libros de niños sobre temas bíblicos y entonces pregunte si esos también y el hombre me decía: -“Todos absolutamente, que le va sus vidas en estos”- procedía buscarlos y entregarlos y el hombre me decía -"Ahora que se han unido todas las religiones, ya no las necesitan, pues se va a escribir uno nuevo”- se despidieron y saliendo de mi casa pude ver que en otras casa de nuestra calle estaba ocurriendo lo mismo.
Cerramos la puerta y abrazándonos mi esposo, yo y llorando le decía entre lágrimas, - ¿Qué vamos a hacer?- Y él me decía señalándose la cabeza y el corazón, "la tenemos aquí y aquí y de ahí no nos la pueden quitar ni aun matándonos, recordaremos pues el Espíritu Santo nos ayudara".
Y entonces desperté y era exactamente en la madrugada, clareando el día como en mi sueño.
Este sueño lo había olvidado por completo, como lo recibí hace unos quince años y lo había platicado a varias personas, pero hoy al despertar lo recordé y todo el día me venía una y otra vez, hasta que entendí que el SEÑOR quería que lo compartiera, les aconsejo a quienes lo lean que empiecen a memorizar porciones de la Biblia, repártanse entre familiares capítulos completos a memorizarlos.
Fuente: http://www.rugeelleondelatribudejuda.com/