En una sociedad donde todo lo sexual se oculta, algunos jóvenes son obligados a cantar y bailar vestidos con ropas femeninas para el deleite de los caciques y antiguos señores de la guerra.En el norte de Afganistán está volviendo a resurgir una antigua costumbre el bacha bereesh, o juego de niños. Los jóvenes son tratados como propiedades e incluso obligados a prostituirse. Aunque se trata de una práctica prohibida las autoridades de la zona no hacen nada por impedirlo, incluso son cómplices en este mercado sexual.