lunes, 8 de septiembre de 2014

¿Por qué el ejército de EE.UU. se entrena para combatir en grandes centros urbanos?


Como se ha visto recientemente en Ferguson, Missouri, la diferencia entre la policía norteamericana y el ejército es casi indistinguible. El mundo ha quedado atónito al ver que la policia norteamericana está fuertemente armada, disponiendo de fusiles de asalto, granadas y vehículos blindados, como si estuvieran combatiendo en las calles de Irak o Afganistán.

Pues bien, por lo visto, esto solo es el comienzo.


El Ejército de Estados Unidos acaba de entrar oficialmente en el negocio de “la lucha contra el crimen”.

De acuerdo con las publicaciones del periódico Army Times (publicación destinada a los militares norteamericanos), el Ejército de EEUU se está entrenando para librar batallas en megaciudades, pero no contra otros ejércitos, sino para ayudar a las autoridades locales a erradicar a los criminales, los extremistas y mucha atención, a los disidentes políticos influyentes.


El Army Times informa de la siguiente manera sobre las maniobras y juegos de guerra realizados este año:

“Cuando el ejército americano mira al futuro, se ve a sí mismo en las ciudades.

Ciudades extensas y densamente pobladas, donde los grupos criminales y los extremistas florecen casi sin ser detectados por las autoridades, pero que pueden influir en la vida de la población al tiempo que socavan la autoridad del Estado.

El servicio está convencido de que estas metrópolis de 20 millones de habitantes o más, serán el campo de batalla del futuro “

Mucha atención.

Este fragmento nos habla acerca de la ampliación del papel de las fuerzas armadas de EEUU. El Ejército norteamericano ya ha estado entrenando sus tácticas en guerra urbana durante décadas, centrando sus actividades en la lucha contra grupos de insurgentes y “terroristas” en Irak y Afganistán.


Por esa razón, este anuncio resulta tan inquietante. Y si no, fijémonos en la nueva definición de “enemigo” que ofrece el texto:

“…los grupos criminales y los extremistas…que pueden influir en la vida de la población al tiempo que socavan la autoridad del Estado”

No se hace mención a la palabra “violencia” y parece como si estuvieran dirigidos exclusivamente contra la disidencia política.

Y en efecto, así es.

El teniente general HR McMaster confirma que “el Ejército está expandiendo sus campos de batalla hacia otros espacios en disputa, como el crimen organizado y la política”

Teniente General HR McMaster
Por supuesto, McMaster hace mención expresa de “los terroristas e insurgentes” para justificar las operaciones militares en las ciudades:

“La aparición de ciudades no gobernadas en las que las leyes habituales no pueden ser aplicadas convenientemente, ofrecen un refugio potencial para el crimen organizado, los terroristas y los insurgentes”

La cuestión es que si usted le pide al Ejército que resuelva un problema, sin duda aplicará soluciones propias de un Ejército.



El artículo de Army Times, nos lo dice bien claramente:

El Grupo de Estudios Estratégicos, presentó en mayo pasado un informe al Jefe del Estado Mayor, el general Ray Odierno, donde se afirmaba que “es inevitable que en algún momento se le pida al Ejército de los Estados Unidos que opere en alguna gran metropolis y en la actualidad el Ejército no está debidamente preparado para hacerlo”


General Raymond Odierno
El equipo de oficiales del Ejército y de académicos civiles continuó diciendo que “los problemas que se pueden encontrar en las grandes ciudades (tasas de crecimiento explosivo, vasta y creciente disparidad de ingresos y un entorno de seguridad que resulta cada vez más atractivo para los políticamente desposeídos) son grandes problemas prácticos y que las soluciones, por lo tanto, requerirían botas sobre el terreno”


Fijémonos bien en las expresiones utilizadas en este texto, pues nos habla de:“disparidad de ingresos” y “políticamente desposeídos”.

McMaster afirma además que el Ejército tomó lecciones del asedio Israelí a Gaza, en el que se usó una fuerza abrumadora contra combatientes civiles.

Por lo visto todo esto no es un capricho momentaneo, sino que está encuadrado en una estrategia a medio y largo plazo:

McMaster afirma que para el año 2030, el Ejército de EEUU quiere proporcionar a sus escuadrones de infantería “acceso a la aviación y apoyo aéreo, con completos sistemas de video, junto con la capacidad de aplastar al enemigo a la mínima oportunidad”.


Una de los aspectos más importantes es el poder de fuego del pelotón, en particular las “capacidades de las armas tipo lanzacohetes, así como el armamento combinado y las municiones voladoras…plataformas protegidas móviles capaces de ofrecer un gran poder de fuego con precisión”


También se explorarán posibles armas de energía dirigida que“permita tener capacidad de fuego directo con una reducción significativa de la logística, para poder contrarrestar los misiles de largo alcance del enemigo”, dijo McMaster

Por último, el Ejército también tiene que probar algunos nuevos “juguetes” supuestamente ofrecidos por la NSA.

En las maniobras, usarán tecnología de “técnicas anti-acceso, realización de ataques con malware y técnicas de guerra electrónica”

Esto puede ser usado para eliminar la publicación en vivo en las redes de videos que muestren brutalidad policial, como ya se hizo estos pasados días en Ferguson.


En muchos sentidos, parece que Ferguson fue sólo un banco de pruebas para muchas de estas armas, y sirvió además para averiguar hasta qué punto el pueblo estadounidense está dispuesto a aguantar tales políticas.

A pesar de las evidencias, aún habrá gente que afirme ingenuamente que todas estas actividades, planes y maniobras, se realizan con la intención de proteger a los ciudadanos contra el terrorismo y el crimen organizado…



Fuentes: