Las películas de Hollywood suelen ser presentadas como una forma de entretenimiento, pero sus argumentos ocultan una agenda específica. Las películas de desastres sobre el fin del mundo a través de variadas supercrisis, son particularmente interesantes ya que siguen la misma fórmula básica y glorifican a las mismas entidades. En este artículo, dirigiremos nuestra mirada a la película de desastres “Contagio” y cómo “enseña” a sus espectadores en quién confiar y en quién no confiar durante la crisis.
La mayoría de la gente ve películas para entretenerse. Bien, yo por mi parte puedo decir que no hay absolutamente nada de entretenimiento en “Contagio”. De hecho, la única diferencia entre esta película y las películas educacionales hechas por el estado y vistas en las escuelas es que con “Contagio” tienes que pagar para ser adoctrinado… y ver a Matt Damon. Durante la Guerra Fría a los estudiantes les pasaban vídeos instruyéndoles a “agacharse y cubrirse” (Duck and Cover) en caso de ataque nuclear. “Contagio” condiciona a las masas a esperar una ley marcial y a lanzarse a la primera vacuna disponible en caso de una crisis.
Con las megaestrellas de Hollywood Matt Damon, Laurence Fishburne, Jude Law y Gwyneth Paltrow, “Contagio” es una película de alto presupuesto de Hollywood, pero también un publirreportaje promocionando agencias nacionales específicas y agencias internacionales mientras alientan comportamientos determinados al público. El argumento de la película continúa con el gran susto del H1N1 en el 2009 que dejó a muchos ciudadanos dudando sobre el riesgo actual de un virus. De hecho, después de meses de noticias aterradoras culminadas por una campaña de vacunación masiva, una parte importante de la población concluyó que el miedo al H1N1 fue burdamente exagerado y pensaron que una vacuna era innecesaria.
Este sondeo realizado en noviembre 2009 muestra que el 53% de los canadienses creían que los riesgos asociados al H1N1 fueron exagerados.
En la estela de esta “crisis” la Organización Mundial de la Salud (OMS) de la ONU fue criticada con dureza e incluso acusada de trabajar en secreto con las Farmacéuticas para vender vacunas. Los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de los EEUU también vieron su credibilidad empañada cuando investigaciones revelaron que la agencia engañó al público con el número de casos actuales del H1N1 (por ejemplo, ver este artículo de la CBS News). Como resultado, esas dos agencias necesitaban un buen truco publicitario para restaurar su credibilidad y para aterrorizar al público. Aquí es donde “Contagio” aparece.
Dirigida por Steven Soderbergh, “Contagio” fue producida con la activa cooperación de los CDC, la OMS y otras organizaciones gubernamentales y su función está clara: presentar un escenario del desastre muy real para justificar las campañas de vacunación promovidas por esas agencias mientras desacreditan a aquellos que los critican.
Nada en esta película insinúa que es ficción. Al contrario, todo en “Contagio” está hecho para ser lo más realista posible, usando lugares actuales y agencias gubernamentales, para hacer la historia lo más plausible – y aterrar a las masas – posible. Como el eslogan de la película dice “Nada se extiende como el miedo” y, chico, intenta expandir el miedo. El mensaje de la película es “Nada fue exagerado, y la próxima vez que haya un brote viral, escúchanos… o morirás.
La Función de las Películas de Desastres
Las películas de desastres suelen ser un paquete thriller-acción que se aventuran en el a veces fascinante “qué hubiera ocurrido si” de las cosas. Mientras que a veces son muy desmesurados y bordean la fantasía, otros, como “Contagio”, enfatiza el realismo y hechos actuales. Estas películas tienden a dar en la diana de los espectadores porque les lleva a pensar que “esto me puede pasar a mí”. Las películas de desastres explotan el miedo latente que los eventos recientes causaron en la psyque de las masas, aprovechando la ansiedad y el trauma que causaron para crear tensión y miedo en los espectadores. Entonces, el aspecto de “agenda” de estas películas entra en juego ya que propone a los espectadores el mejor (y único) modo en que las cosas pueden ser resueltas. Las agencias y demás grupos afines son mostrados como elencos de honorables, serviciales y fidedignos durante el tiempo de crisis, mientras otros son presentados como estorbos o incluso traidores. El drama que sigue se convierte en un caso de programación predictiva, así como los pasos tomados en la película para resolver el problema, aparecerán como normales posteriormente a las masas si alguna vez ocurre en la vida real.
“En todos los casos, el desastre causa una especie de “estado de emergencia” que transmite todos los poderes y medios de transporte a las autoridades del estado: la policía, el ejército o “the crew”. Representado como el último recurso, estas instituciones son las únicas capaces de encarar los peligros, el desorden y el declinar de la amenazada sociedad gracias a su estructura y conocimiento técnico. (…) Como si fuera imposible presentar al público general un desastre que no sea resuelto por estas autoridades y poderes gubernamentales”
“Otro encuentro constante en las películas de desastres es la infantilización de los civiles. La totalidad de la amplitud de la catástrofe y el peligro que las masas encaran están a menudo ocultos para ellos. Son mantenidos fuera de la toma de decisiones, con la excepción de los managers y los técnicos especialistas (ingenieros, arquitectos, empresarios) quienes a veces son llamados para intervenir en la crisis, pero siempre a través de las autoridades estatales.
El público en general es a menudo distraído con entretenimientos sin sentido y animados a obedecer sin cuestionar a una “paternal y benevolente” élite que está haciendo todo (hasta el punto del autosacrificio) para protegerles.
Estos aspectos, junto con otros, prueban que las películas de desastres, más allá de su valor de entretenimiento, también presentan una “respuesta política” a la crisis. Detrás de un ingenuo modo fantasioso de contar las cosas, un mensaje silencioso es comunicado al público: el deseo profundo del que manda de ver entidades como el ejército, la policía u “hombres destacados” encargarse de la restauración y la reconstrucción de una sociedad en crisis, incluso si esto significa sacrificar parcialmente la democracia”
“Contagio” sigue el ensayo de Ramonet de las películas de desastres perfectamente. Desde el principio, organizaciones específicas son identificadas como los chicos que deben ir, y se les da automáticamente el poder para actuar a escala global, llámese FEMA, OMS, la Cruz Roja Americana y los CDCs.
Así que, ¿cuál es la solución que propone “Contagio” en el caso de un brote de una enfermedad mortal? Ley marcial y vacunaciones masivas. ¿Qué ocurrirá si alguna vez hay un brote de una enfermedad? Ley marcial y vacunaciones masivas. ¿Cuestionarán las masas este tipo de respuesta drástica a una crisis que puede o no puede ser necesaria? No, porque cientos de horas de contenido mediático han preparado a las masas para este tipo de situación. Miremos a los principales componentes y los mensajes encontrados en “Contagio”.
El miedo se expande más rápido que los microbios
La película empieza enseñándonos como poca gente enferma, haciendo su rutina diaria, pueden fácilmente contaminar a miles de personas. La gracia de la introducción es sencilla: un virus mortal puede expandirse por el mundo en cuestión de días. Este real y espantoso escenario es un modo muy efectivo de sujetar a la audiencia y causar un estado de terror. Durante esas escenas, la cámara se centra por unos segundos extra en objetos comunes que pueden transmitir gérmenes como vasos, justo el tiempo necesario para que el espectador se dé cuenta: “¡oye, yo a veces toco esas cosas!, ¡ese puedo ser yo! Aaaah”
La mayoría que son infectados por el virus no viven mucho. En una serie de escenas desgarradoras, uno de los caracteres principales, Mitch Emhoff (Matt Damon), ve a su mujer y a su hijo perder sus vidas por el virus. Los espectadores viendo esta escena trágica son llevados a pensar “¡oye, esa es la cosa más terrible que me puede pasar! ¡aaaaah!”
Esta película fue lanzada sólo dos años después del brote del H1N1 y el despliegue de los medios que lo rodeó, así que el miedo sigue latente en mucha gente. Estas escenas de “Contagio” reactivan el “miedo al virus” presente en la gente… y añade alguno. Después de unos pocos minutos de escenas inductoras de pánico, la mayor parte de los espectadores dirá “¡Oh dios mío, que alguien haga algo con este virus! ¡Este chico ha perdido a su mujer y a su hijo, es horrible!¡Aaargh!” Los héroes dan un paso adelante y toman el control de las cosas… y así ocurre que se ven envueltos en la trama de la película.
En “Contagio” tan pronto el virus se convierte en una amenaza, el gobierno norteamericano en su totalidad escapa a un “lugar no revelado” y “parece que trabajan conectados a la Red”. Mientras tanto, ONGs reales son identificadas en la película como “héroes”, y la gente que maneja la crisis. Estas organizaciones son promovidas a los espectadores y se les da legitimidad automática y confiabilidad. De todas formas, aquellos que fueron educados sobre la agenda de la élite del Nuevo Orden Mundial saben que esas organizaciones son conocidas por hacer que todo encaje en la agenda. En resumen la película dice: “Si una crisis como esta ocurre, el gobierno desaparece, la democracia se suspende y las ONGs toman el mando”
Así en el principio de una “crisis biológica”, el democráticamente elegido gobierno de Norteamérica básicamente se disuelve en organizaciones específicas (CDC, OMS, FEMA, el ejército de los EEUU) que toman cargo de todos los aspectos de la sociedad. Y este “tomar cargo” se produce de una manera específica: ley marcial y campos de reclusión para los civiles.
Ley Marcial
En “Contagio” el virus mortal llamado MEV-1 y el resultado social del brote es retratado de una manera específica. Primero, la población general, siempre descrita como idiota, gregaria y propensa a la violencia, en una espiral fuera de control. Las masas siempre son mostradas en pánico, gritando, robando, luchando y saqueando. Esto lleva a un colapso general del orden social y a un estado sin ley.
Teoría de la Conspiración:
Si grupos específicos y organizaciones son identificadas en la película como “competentes” y “de confianza”, otros grupos tienen un tratamiento muy diferente, los llamados medios alternativos. Personificados por un Blogger llamado Alan Krumwiede (Jude Law), los medios alternativos son presentados como fuentes poco fidedignas proclives al sensacionalismo y a los beneficios. En otras palabras, la película insinúa que la información que no viene de fuentes “oficiales” no es válida y es potencialmente peligrosa. No es exactamente un mensaje a favor de la libertad de expresión
“Suero de la verdad”, un blog llevado por Alan Krumwiede, se parece a las páginas de “noticias alternativas” en la web. Este tipo de información, que no viene de los mass media o fuentes gubernamentales, no está definitivamente mostrada con una luz positiva.
Desde el principio, Alan Krumwiede es mostrado como un Blogger poco de fiar con un cuestionable trabajo ético y que no tiene mucho respeto por el periodismo o la comunidad científica. Cuando intenta que le publiquen una de sus historias en un periódico llamado The Chronicle, es rechazado debido a la falta de evidencias detrás de su historia. Cuando contacta con un científico respecto al virus, el científico le contesta que “bloggear no es escribir, es graffiti con puntuación”
Debido a esta falta de respeto de los “cuerpos competentes”, Alan Krumwiede tiene una amplia audiencia y orgulloso se jacta de “millones de visitantes al día” en su página web. En ella, afirma que existe una cura para el virus MEV-1 y que se llama Forsythia pero que está retenida por los poderes para vender vacunas. Él también anima a sus lectores a no tomar la vacuna que les es dada por las autoridades.
El gobierno aparentemente no tolera a esta clase de disidentes. Krumwiede es engañado por un agente encubierto para que le arresten. Cuando descubre el complot contra él el agente dice a Krumwiede: “Alan, no tenía otra opción, han visto tu blog”. Los agentes del gobierno aparecen de por todos lados y arrestan a Krumwiede por “fraude en la seguridad sanitaria, conspiración y probablemente asesinato”
Krumwiede es arrestado debido a los contenidos de su blog. “Contagio” manda un poderoso mensaje contra las fuentes de información “alternativa”: divergir de “fuentes oficiales” es peligroso y contra la ley.
Luego se aprende que Forsythia era una mentira y que Krumwiede hizo 4.5 millones de dólares promocionándolo a sus lectores. El jefe de Seguridad Homeland quiere ponerle entre rejas durante “un largo, largo tiempo”. De todas formas, debido a su popularidad, Krumwiede es puesto bajo fianza porque, como el jefe de Seguridad Homeland dice: “evidentemente, hay 12 millones de personas tan locas como tú”.
El carácter de Alan Krumwiede y la manera en la que es retratado es interesante por varias razones. Primero, él refleja la creciente influencia de blogs y webs alternativas en la opinión pública –reciente fenómeno que no le sienta bien a la élite que persigue tener el monopolio de la información-. Al describir su carácter como deshonesto, corrupto e incluso peligroso para el público, la película justifica el rechazo de ese tipo de escritores e incluso su arresto. Nadie en la película parece tener en cuenta que todo esto se encuentra en violación directa de la Primera Enmienda.
Segundo, cuando la vacuna contra el H1N1 fue lanzada en el 2009 y las campañas de vacunación masiva se organizaron, muchos ciudadanos y personalidades, incluyendo trabajadores de la salud pública, doctores y especialistas hablaron en contra de ella. Ellos decían que la vacuna era innecesaria, no estaba lo suficientemente probada y que tenía negativos efectos secundarios. Asociando la corrupta figura de Alan Krumwiede con el “movimiento antivacunas” la película desacredita a todos aquellos que cuestionan la necesidad de campañas masivas de vacunación. Si otro brote de virus surgiese, los espectadores de “Contagio” serían más proclives a ignorar estos movimientos. En otras palabras, la película dice: “las teóricos de la conspiración son corruptos mentirosos peligrosos para la seguridad pública y deberían ser arrestados. No les escuches. Hacen dinero con falsas curas. DE TODAS FORMAS, aquellos que hacen incluso más dinero de falsas vacunas son buenos. Escucha a las autoridades y consigue la vacuna…o morirás”
Conclusión:
“Contagio” puede ser presentado como un trabajo de ficción, pero transmite varios importantes mensajes que las autoridades necesitan que el público acepte. Para hacerlo, la película define un problema específico que ha ocurrido en el pasado, identifica a las agencias que tienen el derecho a hacerse cargo de la situación y propone la única solución requerida para arreglar el problema. La solución no es bonita: la disolución del gobierno, la imposición de la ley marcial, la creación de campos de reclusión, campañas de vacunación forzadas y la supresión de la libertad de opinión. La democracia y los derechos civiles son sumariamente suspendidos y nosotros somos testigos del establecimiento de una sociedad altamente controlada y vigilada (usando códigos de barras).
¿Las películas de desastres como “Contagio” son únicamente creadas como entretenimiento o son también usadas para enseñar al público sobre que es aceptable y que no lo es cuando ocurre un desastre?¿participaría la OMS en una simple película para entretener a la gente? Hecho interesante, la película se ha lanzado en DVD al mismo tiempo que la OMS es acusada de exagerar la mortalidad de un nuevo virus de la gripe aviar H5N1. La OMS también recientemente ha permitido la publicación de controvertidos estudios que describen la creación de una versión mutante y altamente contagiosa del virus. ¿Puede una versión letal del virus ser liberada a propósito para justificar una ley marcial? Espera, quizás no debiera decir cosas como esta. No quiero ser arrestado por “fraude en la seguridad sanitaria, conspiración y probablemente asesinato”
Fuente: http://www.insurgente.org/